Habíamos dejado ayer al pequeño Kal-El escapando de la destrucción de Krypton y dejando atrás a sus padres. El universo se abría ante él, se dirigía hacia un territorio desconocido en el que podía encontrarse cualquier cosa. ¿Se encontraría tal vez con un padre algo mas espabilado que Jor-El? Pues no precisamente, estaba claro que el pequeño Kal-El había nacido gafado.
Como ya todos sabemos, porque este origen ya nos lo han contado cientos de veces, la nave de Kal-El se dirigió hacia la tierra, más concretamente a Smallville, Kansas. Morrison no se ha molestado en aportar nada nuevo a la hora de recontarlo. El caso es que ahí fuera en el campo están Jonathan y Martha Kent, ellos están algo abatidos porque llevan años tratando de tener un hijo y no hay manera. Martha además se encuentra más deprimida porque se ha tomado como una señal el novillo deforme que ha parido la vaca de una vecina. Son granjeros, les preocupan esas cosas.
Pero de pronto llega una señal del cielo, literalmente. A poca distancia de donde se encuentran se estrella la nave de Kal-El y hacia allí se dirigen sin miedo, animados por la curiosidad de averiguar que diablos se ha estrellado allí. En cuanto llegan allí y ven la nave espacial con el bebe dentro no se lo piensan dos veces, agarran al niño y se largan corriendo viendo como a lo lejos el ejercito se dirige al lugar del aterrizaje.
Pero claro, está el problema de que si los militares encuentran la cabina de la nave vacía empezaran a buscar al ocupante de la misma, y a los Kent les preocupa que sospechen del bebe. Porque seguro que los militares al ver el tamaño de la cabina seguro que empiezan a buscar a un bebe que ni habla ni camina en lugar de buscar extraterrestres enanos… Pero no hay problema, porque Jonathan tiene una idea sobre como ocultar sus huellas.
Así que Jonathan no se va conduciendo tranquilamente hacia su granja, una granja que está en dirección contraria a donde se encuentran los militares, sabiendo que no se cruzara con ninguno de ellos y que de hacerlo, estos no encontrarían nada sospechoso en que un matrimonio de granjeros regrese de noche a su granja acompañados de su hijo recién nacido. Pero eso sería demasiado fácil y sospechoso, así que Jonathan hace algo completamente diferente…
Da media vuelta y se dirige derechito hacia el lugar en el que se estrello la nave para encontrarse con los militares. Les dice que ha encontrado algo por la zona que les va a interesar, que seguro que habrá algún tipo de recompensa o algo, y que les dará su nombre, su teléfono o cualquier otro dato que necesiten. ¿Y qué les enseña? Lo que él afirma que debe de ser un hombre del espacio…
El novillo muerto y deforme del que hablaban al principio de la historia, novillo que además esta vestido con lo que parece un traje espacial plateado. ¿Los Kent se habían estado paseando con el novillo muerto en la parte de atrás de la camioneta todo este rato? ¿Cómo es que no lo habían enterrado o quemado o lo que sea que hagan con los animales muertos, en la granja de su dueña? ¿Y de donde coño han sacado un traje plateado de la talla y forma del novillo (de seis patas)? ¿Se ha puesto Martha a coser a toda velocidad un traje mientras se acercaban los militares? ¿Y de dónde ha sacado los materiales? Porque Kal-El a excepción de la capa de su padre en la que estaba envuelto no llevaba ninguna ropa, y de llevarla seguro que no era un traje con seis mangas para que le cupiera al novillo.
Pero no olvidemos la pregunta más importante de todas ¿Por qué coño piensa Jonathan Kent que es mas sospechoso irse a su casa sin que le vea nadie que dejarse ver por los militares, dejar que le fichen y entregarles un animal terrestre, deforme pero terrestre, haciéndoles creer que era el ocupante de la nave? ¿No se le pasa por la cabeza que igual cuando analicen al bicho y vean que pese a sus patas extra es de lo mas terrestre o que el traje es de confección humana y no un traje espacial precisamente sospecharan de el? Porque yo lo primero que haría sería volver a hablar con él y preguntarle que para que ha montado toda esa farsa.
Así que ese es la clase de padre con el que se tuvo que criar quien acabaría siendo Superman. Un maestro del sigilo y el engaño que de milagro no acabo en una prisión militar siendo interrogado por sospechoso de haberse llevado al ocupante de la nave, que seguro que hasta estaban sus huellas y las de su mujer en la misma. Pero imagino que los militares eran tan espabilados como los padres a los que al pobre Kal-El le toco en suerte tener. Por no hablar de que ha quedado demostrado que al menos en cuanto a Superman se refiere, John Byrne ha demostrado ser muchísimo mejor escritor que un Grant Morrison que en Action Comics se ha desinflado poco a poco tras aquel nº1 tan bueno. Pero eso ya sería una historia para otro día.