Supongo que Marvel al final ha tenido suerte, porque al final todas las hostias que le tocaban se las ha llevado Flashpoint y el reseteo general que se han marcado este septiembre.
Cuando estamos ya a estas alturas del partido, con el verano detrás y con la depresión postvacacional curada (¡que remedio!), toca recapitular y darnos cuenta de ante que nos encontramos, porque lo que han sacado a la venta las dos grandes es lo que está por venir para las ediciones españolas. Poco más queda por decir de DC, más allá de que el golpe publicitario ha sido un éxito. Sin embargo, como bien dice nuestro compañero M’Rabo, todo esto habría sido muy útil si las series hubieran sido lo suficientemente buenas para enganchar al público y, sobre todo, si todo el evento no se hubiera hecho con prisas y de mala manera. Así, nos encontramos conque sólo 5 o 6 series merecen la pena, mientras el resto bajan el nivel de calidad respecto a lo que nos vendía DC antes de todo el follón. Sin embargo, el que DC haga una chapuza no quiere decir que Marvel haga lo suyo maravillosamente, en absoluto. Marvel ha tenido tres proyectos importantes este verano, Fear Itself, X-men: Schism y Spider Island.
Spider Island tenía la receta para el desastre; un plan del Chacal para infectar a todo el mundo con un virus que da los poderes de Spiderman, mientras Peter Parker trata de compensar la pérdida de su sentido arácnido aprendiendo Kung Fu de Shang Chi. Ya. Pues Slott acabó llevándome la contraria, y aunque los villanos nos importen una mierda y sus planes sean absurdos, las historias que genera la situación estan bastante apañadas. A falta de leernos el final, Spider Island ha acabado siendo una agradable sorpresa, y hasta al Veneno de Remender le ha sentado bien el crossover. Eso sí, los «especiales complementarios» que han sacado son en su mayoría mediocres, y los que cuentan historias interesantes son estropeados por dibujantes desastrosos o con demasiada prisa. Vamos, que de esto merece la pena leerse la serie principal (Amazing) y Venom, pero porque Venom es la primera serie de Veneno que merece la pena leer.
Schism… Bueno, esto es jodido. Schism viene a prometernos que pondrá todo patas arriba, contándonos un conflicto a raíz del cual la Patrulla X se dividirá entre la gente de Lobezno y la de Cíclope. La idea de que un personaje de la serie se diera cuenta de que considerarse como una especie aparte de la humanidad era un despropósito que en absoluto tenía que ver con la idea de que humanos y mutantes vivieran en paz estaba muy bien. Y digo que lo estaba porque habría sido estupendo introducirla hace unos cinco años, en los tiempos de Morrison y Wheddon. Tormenta y Cíclope podían haber discutido perfectamente los dos puntos de vista y llevarse a matar por ello, al fín y al cabo Tormenta no dejaba de ser la líder del grupo en los 80 y un personaje que pensaba por si mismo. Sin embargo, en los últimos años Tormenta se ha convertido en «la novia de Pantera Negra» y ha perdido totalmente su identidad, con lo que el único que puede levantarse y decir «Cíclope, no somos un ejército ni estamos en guerra contra nadie» era Lobezno. El más militar del grupo.
Y la idea está bien, pero las razones no son las correctas. Durante treinta años de historia hemos visto como la Patrulla X ha mantenido un credo de «somos temidos y odiados por ser diferentes, y seremos aceptados porque damos ejemplo» para cambiarlo en los últimos diez a «somos una especie distinta a la humanidad que hará lo que sea para no extinguirse». Han convertido una serie que luchaba por la integración en un despropósito paramilitar, y por fín Jason Aaron se ha dado cuenta de la paradoja que había en todo esto. Y es entonces cuando Lobezno se levanta y dice «no Cíclope, yo me cargo a quien haga falta, pero deja a los críos fuera de esto». A lo que Scott responde que no, que el de crío ya se metía en estos fregaos de matar y morir, asi que los demás, pues ajo y agua. Ya, pero se olvidan de decir que en sus tiempos mozos, Cíclope y familia no mataban a nadie, y miraban horrorizados a Lobezno cada vez que él insinuaba con hacerle sangrar al malo con sus garras; Cisma es la típica pelea entre Logan y Scott, pero cambiando los papeles. Ahora Lobezno es el idealista, y Cíclope es el que cree que el fín justifica los medios.
En conclusión; Cisma no es lo interesante, si no lo que está por venir. Bien llevado (y tanto Aaron como Gillen han demostrado que pueden llevar las cosas bien si se les deja o les apetece hacerlo) todo este follón puede ir a algún lado. Sin embargo, Cisma en si mismo no es gran cosa, asi que pocas esperanzas tengo con lo que vayan a hacer. Pero eso es algo que nos pasa a todos con los mutantes desde hace bastante tiempo, ¿no?
Y por fín llegamos al último (y peor) evento de este verano para Marvel, Fear Itself, una saga que empezó en la cabeza de Fraction y Brubaker como un simple crossover entre Capitán América y Thor y acabó en superevento del copón sin pies ni cabeza. Y no es la primera vez, porque el Secret Invasion de hace unos años empezó como una saga más de los Vengadores y acabó en una cosa insulsa alargada hasta el aburrimiento. Pues con Fear Itself pasa lo mismo, pero sin skrulls, que quieras que no hacen las cosas más divertidas.
Y es que es una historia que es la mar de simple; Craneo Rojo se alía con un dios del miedo primigenio -La Serpiente, nada que ver con Jormungand o Seth- que se lía a dar poseer gente y darles poderes al nivel de Thor. Sus poseidos (los «dignos», por el rollo de que llevan un martillo en plan Thor) se dedican a romper cosas y acojonar a la gente, haciendo más fuerte a La Serpiente y provocando que conquiste el mundo. Los Vengadores y esa gente no hace más que recibir palizas y al final de la historia… Pues mejor no lo digo, pero esperaos un desproposito de la peor calidad, porque han sido ya demasiados números que son aburridos a matar, absurdos y totalmente despreciables si no fuera porque Immonen dibuja de maravilla. Todos son peleas y más peleas, sin que la historia nos llegue, y las muertes más lamentables que he visto en un tebeo. El personaje que muere a mitad de crossover no se merecía un final así.
Y eso es todo. Como véis, en todas partes cuecen habas y Marvel también ha estado vendiendo basura. Pocas veces los eventos gordos merecen la pena, y gente como Bendis ha demostrado bastante bien que se le da mejor escribir una partida de póker en la mansión de Los Vengadores que una macrosaga de esas del copón en las que no sabe dónde se ha metido.