Durante años el lado sobrenatural del Universo Marvel tuvo un protector, un guardián ante las amenazas místicas que acechaban a la tierra. Este protector originalmente incluso utilizaba la magia NEGRA pero pese a ello era un señor blanquito pijo de lo más soso. Por suerte eso acabo cambiando, y durante un breve espacio de tiempo el guardián de la tierra, el Hechicero Supremo, fue un mago de verdad, un mago como tiene que ser, un mago negro negrísimo llamado Doctor Vudu. ¿Pero cuál era su historia? Echémosle un vistazo.
El buen doctor originalmente era más modesto, era solo un “hermano”. Jericho Drumm, doctor en psicología, era originario de Haití, de donde llevaba fuera muchos años. Al llegar allí se encontraba con que su hermano gemelo Daniel era el Houngan del pueblo, vamos, el brujo, y que estaba muriendo tras combatir a un malvado hechicero. Antes de morir le hizo prometer a Jericho que visitase a su mentor, Papa Jambo y se convirtiese en su estudiante. Después de varias semanas de estudios, Jambo, tras invocar al espíritu del hermano de Jericho para que se uniese al de este cayó muerto al suelo. El Hermano Vudu había nacido.
El Hermano Vudu se enfrento al asesino de su hermano y le derroto, ya que aparte de su dominio de las artes mágicas se sumaba el poder de tener el doble de fuerza, velocidad, etc. al estar poseído por el espíritu de su gemelo. Tras esto, y convertido en el Houngan Supremo, tuvo más enfrentamientos, contra el lucharon enemigos como Garra Negra, el Barón Samedi, Mama Limbo, Dramabu… Villanos mil veces más interesantes que los sosainas de Mordo o Dormammu.
Pero pese a este impresionante origen Marvel le maltrato durante años. Le relego a un papel de lo mas secundario, era el hechicero al que los superhéroes acudían cuando no podían contactar con el Doctor Extraño, el Doctor Druida o incluso Shaman. Uno casi puede imaginarse al pobre Hermano Vudu solo y aburrido en su mansión esperando a que suene el teléfono o a que otro mago levanta zombis de tercera le dé por atacar. Por suerte eso cambio hace unos años gracias al talento del blanco más negro de Marvel. Brian Michael Bendis.
El mismo Bendis que había rescatado del olvido a Luke Cage y lo había convertido en una estrella y líder de los Vengadores atacaba de nuevo. En su serie había contado como el Doctor Extraño había ido perdiendo la confianza que en él había depositado el Vishanti y le habían retirado su cargo de Hechicero Supremo de la dimensión de la tierra. El ojo de Agamotto voló por el planeta buscando a su nuevo poseedor, muchos eran los candidatos, Daimon Hellstrom, el Doctor Muerte, Wiccan… pero acabo recayendo en las manos más dignas. El ojo de Agammotto escogió a Jericho Drumm como nuevo hechicero supremo convirtiéndole en el Doctor Vudu.
Con su nuevo titulo consiguió incluso tener serie propia durante una temporada. En ella básicamente se dedico a luchar contra el Doctor Muerte por el dominio del ojo de Agamotto, pero al final, como no podía ser de otra forma, el sucio gitano de Latveria sucumbió ante el poder de la negritud encarnada en el Hechicero Supremo de Ébano. Pero lo bueno nunca dura demasiado, y lo que Bendis nos da Bendis nos lo quita. Al igual que había escrito en las páginas de los Vengadores el ascenso de Jericho a lo más alto también escribió su muerte.
Agammoto estaba cabreado, estaba inmerso en una guerra y quería más poder y además le faltaba un ojo, por lo que se lanzo a la tierra a recuperarlo como fuese. Lanzo toda una serie de amenazas sobrenaturales sobre Nueva York, consiguió desteñir el uniforme de Puño de Hierro y en la batalla final contra este en su propia dimensión el bueno de Jericho se sacrifico para derrotar a Agammotto destruyéndose a sí mismo y al ojo en el proceso. Ya no habría más Hechiceros Supremos en la tierra, la estirpe había muerto con el Doctor Vudu, dejando a Extraño convertido en ese tío que se viste como Steve Jobs con gabardina.
Corta fue su carrera como Hechicero Supremo, pero también fue más brillante que ninguna. Quizás no volvamos a verle, es probable que si lo hacemos no vuelva a ser más que el Hermano Vudu, pero siempre recordaremos a Jericho Drumm por ser el más grande y el más negro de los Hechiceros de la Marvel.