Hoy toca cambiar un poco de tema y hablar de literatura, que la tenemos algo abandonada en Brainstomping. El libro en cuestión, o saga de ellos mas bien, es probablemente lo más divertido que haya leído nunca con permiso de La Conjura de los Necios. Para no salirme demasiado de mis filias habituales, se trata de un libro de un escritor Británico. Al paso que voy me acabare mudando a Londres el día menos pensado… Se trata del que seguramente sea el libro más popular de su autor, Tom Sharpe. Así que vamos a echarle un ojo a lo que nos cuenta en Wilt.
Como parece ser habitual en muchas obras británicas, el protagonista de esta serie de novelas es un pobre hombre. No es un triunfador, no vive una vida plena y detesta casi cada segundo de su existencia. Se trata de Henry Wilt, un profesor de literatura en una escuela de Formación Profesional que se ve obligado a impartir sus clases a futuros fontaneros, carpinteros, mecánicos, etc, que jamás han tenido el más mínimo interés en abrir un libro. Eso sumado al enrarecido ambiente de envidias y chanchullos entre sus compañeros de profesión hace que su vida laboral sea poco envidiable.
Su situación familiar no es mucho mejor, de hecho es peor. Wilt está casado con Eva, una mujer inmadura y que no sabe lo que quiere en su vida, cambiando de hobbies, amistades y demás casi cada semana y que convierte la vida familiar de Wilt en otro infierno. La actitud tan abusiva de su mujer hacia él hace que con los años su única vía de escape sea fantasear con la idea de asesinarla y librarse de ella. Pero todo esto cambiara el día en el que su mujer se haga amiga de un matrimonio estadounidense que sin saberlo cambiara las vidas de los dos para siempre, o casi.
Un buen día la mujer de Wilt decide irse de viaje con sus nuevos amigos dejándole a él solo en casa. Esto le dará la oportunidad, tras tomar unas cuantas copas de más, de escenificar el asesinato y posterior ocultamiento del cadáver con la ayuda de una muñeca hinchable. Tras vestirla con un vestido de su esposa se dirige hacia los terrenos de la escuela y arroja la muñeca en los cimientos del nuevo edificio que están construyendo sabiendo que al día siguiente serán rellenados con cemento, convirtiéndolo en el escondite definitivo para el cadáver. Lo que no esperaba Wilt es que su travesura etílica tuviese testigos, lo que pondrá su vida patas arriba sin remedio, aunque en un sentido mejor de lo esperado.
Acusado por la Policía, personificados en la figura del torpe Inspector Flint, de un crimen que no solo no ha cometido sino que ni siquiera existe, Wilt encontrara en esa absurda situación algo que le ha faltado casi toda la vida, el control de su vida. Sabiéndose inocente y que solo tiene que esperar a que los obreros terminen de picar el cemento hasta llegar a la muñeca, Wilt se dedicara a disfrutar de la situación poniendo de los nervios al Inspector mientras su esposa, incomunicada en un barco y oficialmente muerta acabar metiéndose en líos propios.
Esto no es más que el principio del primero de los libros de esta saga que ya va por la sexta entrega. En todos ellos Wilt acaba metido, sin saber muy bien como, en toda una serie de situaciones cada una más surrealista que la anterior. Sera secuestrado, violado, acusado de traidor contra su país… Con una vida familiar que no hará más que complicarse más y más. Vamos, que Wilt lo pasara fatal, pero los lectores cada vez reiremos mas.
Así que si, no puedo hacer más que recomendar encarecidamente la lectura de estas novelas, y ya de paso alguna que otra obra del autor como “Becas flacas”. Con Tom Sharpe la diversión, al más puro estilo británico, con un humor en ocasiones negrísimo, está asegurada.