Pues sí, porque si vamos a hablar de esta película, hay que avisar a las madres y padres de que sus hijos pueden correr peligro si la ven. No, no es porque es una peli disney en 3D en la que los personajes CANTAN otra vez (yo pensaba que lo de cantar era algo que se quería desterrar, pero Disney ya veis, erre que erre…) si no porque en «Enredados» se introduce una idea en los niños, un «Inception» de que sus madres no son sus verdaderas madres. Que son brujas.
Me explico: La historia va de un país de esos de cuento (vamos, un ducado alemán del siglo XVIII en el que todos son felices) en el que hay una flor que cura a la gente y les alarga la vida y de todo, y de como una bruja vieja y fea se apodera de ella y no quiere compartirla con nadie. Un dia, la reina esta a punto de parir y se pone hecha una pena, por lo que el rey confisca la flor y la transforma en una infusión para su señora, con lo que se cumple esa tradición de la monarquía de considerar que un reparto justo consiste en dárselo todo al rey y nada para las pobres ancianas que no tienen donde caerse muertas (aunque sean brujas).
El caso es que la reina se pone buena y da a luz una barriguita mutante con cabellos rubios que tienen los mismos poderes que la flor. Los padres no se dan cuenta, pero la bruja sí, con lo que enseguida rapta a la niña y la cría como hija suya (o como su bote particular de bótox, lo que vosotros prefiráis).
Como si la niña se corta el pelo se vuelve morena y pierde los poderes mutantes que su factor x genético le dan, la bruja decide convencer a la muchacha de que no debe cortarse el pelo jamás. De que debe quedarse encerrada en una torre toda su vida, y de que todo el mundo quiere apoderarse de su pelazo para, no sé, hacerle unas extensiones a otros nobles como la Letizia o Patricia Conde.
Y llegamos al punto espinoso de la película; ¿que pasa cuando el centro de la trama de una película gira en torno a una bruja que convence a una chavala de que es su madre y que sólo ella sabe que es lo mejor para ella? Pues que cualquier chaval que se ponga a verla pensará que su madre es una bruja. O un skrull, por lo menos. Porque joder, a todos nos impedían alejarnos de casa, y nos ponían una hora para volver, y a ninguno nos hacía la menor gracia. Y peor todavía era el no acabar de entender nunca por qué no nos dejaban campar a nuestras anchas, cuando volvíamos solos del colegio y cosas así. Nos contaban historias terribles de tipos que se dedican a raptar niños (ver The Lovely Bones, que por si os lo preguntais, sí, me sigue pareciendo que es EL MAL) pero nosotros, en nuestra seguridad infantil, sabíamos que era una sucia justificación de nuestros padres (era eso, o que «Gente» los tenía muy asustados).
Vamos, que los niños despues de ver esta peli lo menos que saldrán corriendo y llamarán bruja a su madre. Y más todavía como se encuentren el «just for men» en el lavabo, o descubran como su madre se tiñe las canas.
¿Que que tal el resto de la película? Bueeeeeeno… No es gran cosa, entretiene, pero por lo demás esta bastante vista; personajes arquetípicos, situaciones previsibles, chistes muy gastados… Pero como diría el señor Barragán «eh pa lo niño», que para esos igual es la primera vez que ven a la princesa soñadora encerrada en su torre y al pícaro ladrón que le roba el corazón, con lo que les pilla todo por sorpresa.
Pero para todos los demás, Megamind.