Decir a estas alturas que los superhéroes están de moda no debería sorprender a nadie. Películas como Iron Man o Kick Ass triunfan en taquilla, se rumorea que la Warner prepara una serie de televisión de Raven para reemplazar a Smallville. Marvel tiene en marcha proyectos de adaptar a la Tv Alias, Capa y Puñal y Hulk. Incluso hay un proyecto dando vueltas por ahí para realizar la adaptación del Powers de Bendis y Oeming. Aunque no todo son adaptaciones de comics, ahí está la ABC con la familia superheroica de “No Ordinary Family” y la serie que hoy nos ocupa, The Cape, el segundo intento de la cadena con el género superheroico tras el triste fracaso de Héroes, veamos que han conseguido esta vez.
Lejos han quedado los tiempos en los que parecía que daba vergüenza mostrar “superseres” en pantalla con disfraces. En Smallville durante años tuvimos que ver como un Clark Kent en vaqueros y camiseta se pegaba cada semana con toda clase de villanos vestidos de calle. En Héroes lo más parecido a trajes de superhéroe que vimos fue alguna visión de un futuro paralelo mientras que el resto del tiempo iban todos de civil. Incluso cuando se hacían adaptaciones como la de los X-Men todos llevaban unos atuendos de lo más discretos. Pero poco a poco eso cambio, sin duda al éxito de las sucesivas adaptaciones de comics que acabaron acostumbrando al espectador no aficionado al comic a ver a tipos disfrazados pegarse en pantalla. Así es como hemos acabado llegando a The Cape que no solo no se avergüenza de su inspiración en el mundo del comic, sino que se enorgullece de ello.
La historia no es especialmente original y peca en ocasiones de una “inspiración” excesiva, pero entre que parecen haber encontrado el punto adecuado entre la acción, el drama y el humor y que cuenta con unos personajes que en principio son algo básicos, aunque hay que darles tiempo, que solo llevan dos capítulos emitidos, nos encontramos ante un producto de lo más entretenido. Eso sí, que nadie espere encontrar algo con la profundidad de un Watchmen, aquí lo que hay es comic de superhéroe clásico puro y duro, con sus disfraces, sus villanos, las habilidades que rozan los sobrehumano de todos ellos… Para disfrutar de esta serie hay que tener la suspensión de la credulidad activada todo el rato, como si estuviésemos leyendo cualquier comic de superhéroes.
La serie nos cuenta como Palm City se ha convertido en una ciudad de lo más corrupta, como la Hub City de Question, en la que encontrar a un policía decente es casi misión imposible, pero ese es nuestro protagonista. Vince Faraday, sargento de policía, ex militar, padre de familia y uno de los pocos tipos íntegros del cuerpo. A esta ciudad llega el multimillonario Paul Fleming al mismo tiempo que es acosada por el criminal Chess, un villano digno del comic con su nombre en código, su disfraz, su imperio criminal, sus secuaces… nada que envidiar a villanos como Black Mask o La Rosa. Faraday tratara de desenmascarar al villano y destapar los aparentemente sucios negocios de Fleming, pero será acusado públicamente de ser el mismísimo Chess y dado por muerto tras una persecución.
Tras esto, Faraday será recogido por Max Malini el líder del Carnaval del Crimen, una banda de atracadores de bancos que se esconden a simple vista como miembros del circo, si, igual el Maestro de Pista de Marvel debería demandarle. Pero ahí terminan las similitudes con el villano. Malini es un artista en fugas, cuenta con un ayudante enano y se convertirá en mentor del héroe, lo que le acerca más a Thaddeus Brown, el mentor terrestre de Mr.Miracle. Malini y su troupe entrenaran a Faraday para que lleve a cabo su misión, de limpiar su buen nombre y la ciudad y poder volver con su familia. Así que equipado con una capa de propiedades irreales que le permite utilizarla como un látigo para desarmar y atrapar a sus adversarios o protegerle de las balas, y con los conocimientos aprendidos en el Circo, Faraday se convertirá en The Cape, inspirándose en el personaje de comic favorito de su hijo. Para ello contara también con la inestimable ayuda de Orwell, una Bloguera y Hacker que le proporcionara ayuda logística en su lucha contra el crimen y la corrupción. Aunque en este caso se han pasado con la inspiración, porque nos encontramos ante una Oráculo morena y que camina.
Aquí es donde definitivamente la serie se convierte en puro comic de superhéroes, con un origen que recuerda un poco al de Wildcat, quien también fue acusado de un crimen que no había cometido y decidió convertirse en superhéroe tras conocer a un crio que leía comics de Green Lantern. Pese a no estar basado en ningún comic la NBC ha decidió entrar por la puerta grande sin cortarse un pelo. Todo, desde unos títulos de crédito que no podían ser mas comiqueros, a una música que no desentonaría en una serie de Batman, acompañado de una serie de villanos digna de la galería de enemigos del propio Batman o Dick Tracy, nos gritan a los cuatro vientos que nos encontramos ante un comic en movimiento, y uno bastante divertido de momento.
Lamentablemente las críticas han sido algo dispares, no habiendo convencido la serie a todo el mundo y las audiencias de su estreno, de tan solo 8 millones y pico de espectadores, poco para un estreno tan publicitado, nos hacen temer lo peor. Esperemos que los creadores de la serie sepan ganarse al público no habitual de los comics y las audiencias remonten, que sería una pena que la serie se estrellase y volvamos a los tiempos en los que los superhéroes en televisión se avergonzaban de serlo.