Pues… estamos ante una serie truncada. Porque a diferencia de sus hermanas, las otras cuatro series del 2099, Spider-Man 2099 era una serie de largo recorrido. Y aunque es cierto que Doom 2099 tenía las miras puestas a un objetivo determinado (conquista mundial, y todo eso) la serie de la versión futurista de Peter Parker tenía unos personajes pensados para durar. Pero mejor empezamos por el principio…
Lo cierto es que, como todo el 2099, el proyecto fue parido como un encargo de la editorial. Había que sacar la serie de Spiderman (después de todo era el 30 aniversario del personaje original) y había que encargársela al que fuera. El encargo del diseño gráfico del personaje, incluso antes de conseguir un guionista, cayó en las manos de Rick Leonardi, uno de los pocos autores de nivel de esta primera remesa del 2099. Leonardi ya había trabajado en X-Men o Daredevil, y era probablemente uno de los dibujantes más solventes y profesionales de la empresa. Sin embargo, más allá del diseño del nuevo Spider-Man, Leonardi no tenía mucho que hacer sin un guionista que creara el entorno del personaje, sus secundarios, etcétera.
Y ese trabajo le cayó a Peter David, que lo acepto encantado pensando que ésa iba a ser la única forma en la que iba a poder escribir una serie de Spiderman sin tener las mil y un exigencias editoriales que tenían las cuatro series oficiales del personaje; después de todo David ya había escrito Spectacular Spider-Man y había sufrido en carne propia las órdenes de última hora por parte de las altas esferas, y desde entonces había preferido dedicarse a personajes menos punteros que recibían menos atención por parte de los jefazos; era el precio a pagar para poder tener más libertad.
El nuevo Spider-Man iba a ser un superhéroe y un científico, más o menos como el original, pero en todo lo demás iba a ser totalmente opuesto. Miguel O’hara era un geneticista antipático y egoista que trabajaba para el departamento de espionaje de la perversa corporación Alchemax tratando de replicar los poderes del Spiderman original para usarlos en el espionaje industrial. Tras manifestar su intención de abandonar la empresa, su jefe Tyler Stone lo engancha a una droga tan fuerte que se funde al código genético de uno y lo deja yonqui de por vida. Miguel, lejos de resignarse a ser esclavo de la empresa, decide fusionarse con una replica de su propio ADN antes de sufrir las mutaciones de la droga. Pero entonces le pasa como en La Mosca y se fusiona con la araña, convirtiéndose en Spiderman 2099.
Rapidamente, Miguel acabará mezclado en la lucha contra las corporaciones y no precisamente porque él lo quiera así; aparte de los ataques que recibe por parte de la propia Alchemax (después de todo le responsabilizan del accidente de su “origen”), la novia de su hermano Gabriel, Kasey, es una activista anticorporaciones que no para de meterse en líos. Miguel será zarandeado de un lado a otro y no podrá estar tranquilo, y en los 46 números que dura la serie apenas parará por el trabajo.
Y es que Miguel se convertirá en el héroe de los desheredados de Nueva York, el culto a Thor lo tomará como un profeta de su dios y tanto su novia, hermano y madre esquizofrénica no pararán de meterlo en líos. El desarrollo del personaje y su entorno está bastante definido, y las grandes revelaciones sobre el pasado de los mismos no se darán hasta más o menos el número 30 de la serie.
Para cuando la historia alcanza su punto álgido y los personajes evolucionan de verdad (en el momento en el que el Doctor Muerte conquista EEUU), a la serie le queda poco fuelle ya. Leonardi ya la abandonó en el número 25, y Peter David la deja en el 42 para solidarizarse con el despido de Joey Cavalieri, el editor que le contrató y dejo trabajar con libertad en el personaje. Aun siendo Spider-Man 2099 la serie con más éxito de la línea, con unas ventas sólidas que justificaban totalmente que siguiera en el mercado, la bancarrota inminente de Marvel provocó que se recortaran gastos y Spiderman acabará fusionándose al batiburrillo infame que fue 2099: World of Tomorrow.
Obviamente, la resolución final de la serie fue brusca, cutre y totalmente insatisfactoria, porque la historia pedía un desarrollo bastante más largo. Las tramas se resuelven bruscamente y dejando algunas preguntas en el aire, y aunque es la mejor serie del 2099, también es la que tiene un final más decepcionante. Pero podría ser peor, otras como Ravage y Punisher 2099 fueron directamente decepcionantes.