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Command & Conquer 4: No os imagináis como la odio…

Lo peor
Miradla bien. Es tan mala, tan jodidamente mala, que Belén Estebán jarta de coca siendo sodomizada por el exnovio de Falete sería mejor actriz que esta tipa. Atroz.
-Doctor, ódio a mi mujer. ¡Es una histérica, es imbécil, me acosa, la odio!
-¿Desde cuando siente usted ese odio?
-No sé. Supongo que desde que me pusieron estos ciberimplantes en los ojos, y fui capaz de volver a ver su cara de María Patiño jarta de speed.
-Dígame, ¿qué recuerda de su madre…?

De su madre me voy a acordar yo, aunque la pobre no tiene culpa de nada. Y de todas las madres de los responsables de semejante estropicio. Señoras y señores, estamos ante un asesinato. Un asesinato que, probablemente, sea recordado en la historia de los videojuegos como el último clavo en el ataud del legado de Westwood Interactive. Ah, Westwood, tu y yo lo pasábamos tan bien… Pero me estoy llendo por las ramas. Supongo que, si eres lector de esto, ya sabes que Electronic Arts tiene una mala reputación basada en maltratar a los empleados, sacar juegos a medio acabar y en comprar empresas para acabar liquidandolas a los cuatro años (ah, Bioware, fue bonito mientras duro…). Westwood fue una de esas empresas, y el juego por el que EA la sacrificó fue Command & Conquer.
El señor EA -me da igual que fuera Trip Hawkins, Riccitello o el tio que grita lo de “It`s in the Game!”- se compró Westwood para tener Command & Conquer, y hasta que sacó el Command & Conquer 3 no dio pie con bola. Eso sí, ficharon a las cylonas de Galactica, a Lando Calrissian y hasta al mismísimo Michael Ironside (¡¡¡SÍ, AL HAM TYLER DE V!!! ¡¡¡AL SARGENTO DE STARSHIP TROOPERS!!! ¡¡DE RODILLAS TODO EL MUNDO!!) para promocionar un juego que ya de por sí era interesante. Vamos, que había pasta.

No soy actor, pero parezco más actor que todos los que salen en este juego.
-Doctor, hay un señor calvo que me mira con ojos golosones y me llama hijo, ¿no será otro cura pederasta?
-No, es Kane.

Al C&C 3 se le acusó de ser un juego excesivamente conservador, de no aportar novedades, de ser un juego de amontonar tropas y echarselas encima al vecino. Pues vale, pero anda que no mola nada aplastar enemigos, oir el lamento de sus mujeres y que aparezca Tricia Helfer para felicitarnos por lo bien que lo hemos hecho.
Pero a los voceras que pedían novedades les hizo caso algún merluzo en EA, y en C&C 4, la conclusión de la saga, el último juego de la historia del Tiberio, donde Kane lo contaría todo 15 años despues, van los tios y cambian TODO el sistema de juego, sin ni siquiera respetar el estilo original o la música de Frank Klepacki, ¡nada! ¡Todo nuevo! (EDITADO: Según tengo entendido, lo que hicieron fue adaptar un juego F2P creado para el mercado asiático y adosarle un puñado de escenas de video. Lamentable.) Así, mezclan cuatro tonterias de juegos como Dawn of War II, World in Conflict y juegos aburridos de esos en los que tienes cuatro unidades contadas en base a unos supuestos “puntos de mando” o alguna chuminada de nombre parecido y hala, a corretear con ellas de un lado a otro del mapa. Mientras juegas, tienes la sensación de que, joder, no estas jugando a COMMAND (porque no llevas un ejército, vas con cuatro unidades) & CONQUER (porque no conquistas, arrasas una zona y pasas a la siguiente) si no a “corre que te pillo el punto de control que te acabas de dejar abandonado para coger otro punto de control”.
Pero me explicaré. Se supone que en este juego tienes un camión de la basura (MCV o Mobile Construction Vehicle) con el que vas de paseo por todo el mapa y del que, magicamente, salen unidades. La mierda del camión de la basura este es que no puedes tener más de unas 15 unidades por ahí danzando, ni puedes tener más de un camión de la basura. Eso te limita tanto, que el juego, como ya he dicho, acaba convirtiendose en un corre que te casco. Vamos, que no tiene nada que ver con el clásico C&C en el que te creabas tu base, recolectabas tiberium y te montabas un ejército de 200 unidades que se meaba encima del vecino para poder verte al final de la misión otro video en el que te contaban cual era la última ocurrencia del señor Kane.

(Sí, ese video es el final del juego. No os quejéis de los spoilers, os he ahorrado unas pocas horas de suplicio… )

-Doctor, ¿por qué esta todo blanco?
-Por su propia seguridad.
-¿No será por la falta de presupuesto?

Y esa es otra. La campaña del juego es espantósamente corta, y para colmo, se han gastado cuatro duros en los videos. El único actor decente es Joe Kucan, Kane, porque sin Kane no hay juego. El resto son monstruos histéricos como la “mujer” del protagonista, marujas con traje de marine, GIJoes con un vibrador metido en por el recto y cosas así, todo ello sobre los fondos más sosos que te puedas echar a la cara, si es que directamente no son fondos negros o blancos. Todo esto tendría algún interés si por lo menos hubieran pensado algo a la hora de hacer el guión, pero joder, ¿desde cuando al reducir el presupuesto se gasta dinero en algo tan prescindible como el guión? Nada, el juego empieza igual que acabó el anterior. Y acaba igual. Y la historia del tiberio ese, de Kane y blablabla… Ni me molestaré en poner un letrero de spoiler. No cuentan nada que no se supiera ya de antes. Conclusión, “esto” es totalmente prescindible, y la hostia en ventas que se va a dar EA va a provocar que este juego va a ser el último de la saga C&C.

Pues bueno, pues vale, no habra Red Alert 4. Tendré que conformarme con Stalin VS Martians.

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