A finales del siglo XV ocurrió algo terrible cuyas repercusiones aún resuenan en los acontecimientos del mundo moderno. No estamos hablando de la caída de Constantinopla, del Descubrimiento de América o del fín de la Guerra de los Cien Años. Estamos hablando, nada más y nada menos, que de la llegada de Mikel Erentxun al Renacimiento.
Porque sí, damas y caballeros, el cantante donostiarra conoció a una extraña secta de benignas intenciones que se hacían nombrar «Asesinos» y le resultó imposible desconfiar de ellos; Mikel debe de ser uno de esos tipos que agrega al facebook a grupos como «Los Nazis Pederastas del Penúltimo Viernes a Fín de Mes» o «Señoras que Sacrifican Recien Nacidos a YoggSharona con Bolsas de Plástico en la Cabeza». El caso es que Mikel decidió, en la primera parte del juego este, que iba a confiar en los asesinos esos y les iba a ayudar a viajar al pasado a descubrir La Manzana del Apocalipsis, o algún chisme parecido para putear/salvar a la humanidad, lo que les apetezca primero.
La cuestion es que la manzana esa tambien la quieren los que hacen de malos de la fiesta, los Templarios. Estos señores eran una especie de franquicia internacional de monjes guerreros de la edad media que iban inculcando los valores cristianos a hostias y a los que se les cedía tierras cada dos por tres para llevarse bien con el Papa. La cuestión es que todo el mundo empezó a pensar que los templarios estos estaban forrados, asi que un rey frances de hace 700 años decidió expropiarles todo para poder pagarse una guerra o invitar a putas a toda la corte, yo que sé. Para justificar todo esto, les acusó de brujeria, de follarse niños y adorar al diablo, pero en realidad sólo le funcionó eso último. A posteriori, los templarios han sido acusados de ser antepasados de los masones, y cada vez que alguien quería forrarse a vender bestsellers conspiranoicos, los mentaba para que pudieran revolverse bien en sus tumbas. Siendo Assassin’s Creed II un juego sobre conspiraciones y gobiernos en la sombra, por supuesto, los menta bastante. Y encima, los pone de malos malísimos, porque claro, los templarios en la primera parte se cargaban asesinos, y lo que mola del juego es asesinar gente, asi que nos ponen en el equipo de los asesinos ninjas. Porque ser malo mola, y ser malo con justificación moral en plan «maté a tu hermana pequeña, sí, pero es que soñe que de mayor iba a ser Hitler» ya mola la rehostia. Asi que quedamos que en este juego los buenos son los asesinos porque matan para salvar a la humanidad, y los templarios son malos porque… ¡Porque lo dice Ubi Soft, y esos saben lo que se dicen!
A lo que ibamos, Mikel Erentxun. El tio es buena gente, pero parece ser que los asesinos estos, en la primera parte (sí, yo tambien jugué a ese… Era bastante coñazo, mejor no hablar de el) lo rescataron de las garras de una malvada Corporación de Templarios Cabrones que querían hacer que viajara en el tiempo a través de una máquina de realidad virtual que es capaz de recuperar la memoria de sus antepasados a traves del ADN y… ¡QUE ES CIENCIA COJONES! ¡NO TE ATREVAS A DECIR QUE EL ARGUMENTO ES ABSURDO, O TE ATREVES A CONTRADECIR A LA CIENCIA! Da igual que tengan que meter en la máquina justo a Mikel Erentxun, teniendo en cuenta que los genes de un tio, teniendo en cuenta que han pasado cientos de años, podría estar repartida entre cientos de descendientes, ¡ES CIENCIA! ¡NO OS ATREVAIS A DUDARLO, QUE LOS GRAFICOS SON LA HOSTIA! (NOTA: En realidad los gráficos son corrientitos ya a estas alturas, por lo menos para PC.)
Bueno, que me he perdido. En realidad esto es bastante habitual en el juego si intentas seguir el argumento, asi que reduciremos la historia del juego a que Mikel Erentxun se mete a un videojuego muy caro para salvar el mundo, y que en el juego el es un supermegasesino ninja amigo de Leonardo DaVinci que se parece a un fulano del Señor de los Anillos (Betamir, Ceregumir o como se llame). El caso es que el Erentxun se quiere vengar de los que mataron a su familia, que resulta que son templarios. Pasan cosas y la gente suelta frases en italiano como vafanculo, porcaputana y cosas así. El juego es un GTA renacentista en el que el tío bota mas que Spiderman o la torda del Mirror’s Edge, y a diferencia de la primera parte, se las han apañado para hacer más un juego que una simple reconstrucción virtual de ciudades de hace mil o quinientos años. Además, tiene una serie de minijuegos con enigmas raros en plan conspiranoico que, aunque no están muy inspirados, hacen del juego algo más entretenido. Vamos, que si no nos preocupa mucho el argumento, el juego este sí que puede entretener, y pasarnos unos buenos ratos haciendo chorramisiones y matando gente clavandoles una minigarra de Lobezno. Eso sí, no es ni de lejos el prodigio que intentan vendernos, asi que no se a que puñetas viene tanta protección online antipirateria y tantos cuernos, cuando resulta que lo mejor que le podía pasar al juego es que el boca a boca dijera «eh, este no es la mierda soberana que nos vendieron en la primera parte» y no «que se metan por el culo el juego y la protección que te obliga a conectarte a los servidores de UbiSoft mientras juegas». Porque eso es lo peor del juego, que te obliga a estar conectado en todo momento, y eso que no tiene multijugador ni ná (con lo que todo el mundo acaba metiendole el crack, y santas pascuas).
Pero si no tienes mucho tiempo para jugar, y lo único que quieres es meterte un rato a ver saltar a Mikel Erentxun por los tejados (sin cantar ni componer la canción de Los Serrano, todo un lujo) pues el juego está divertido. Además, hay que destacar lo mucho que se aprende de italiano. No lo digo por las parrafadas que suelta Mikel al matar a sus objetivos, si no por los tacos. Porca Putana, Porca troia, vaffanculo, stronzo… Sí, así da gusto aprender italiano. Espero que la tercera parte nos enseñe tacos en alemán o algún idioma de esos que cuando sueltas dos palabras ya parece que te estas cagando en toda la ascendencia de tu interlocutor.
Ho con me lo strumento per farne degli altri!