Mucho se ha hablado de la línea “Imagina ser…” para Nintendo DS y Wii, pero la verdad es que nunca me había acercado a la serie, ya que la poca originalidad y audacia de esta serie raras veces había suscitado mi interés. Por eso, cuando rebuscando entre las estanterías de segunda mano me encontré este título, la verdad es que me quede francamente sorprendido. “Imagina ser Obsesivo Compulsivo” hace un recorrido exhaustivo sobre el día a día de una dolencia muy habitual en nuestra sociedad que en multitud de ocasiones ni siquiera llega a ser diagnosticada. Por eso, es importante que los niños de hoy en día sepan reconocer los síntomas de esta enfermedad, para que puedan estar prevenidos sobre ella.
“Imagina ser…” toma como base argumental la figura de un conocido obsesivo compulsivo del mundo del cómic, el Doctor Muerte (Doctor Doom en el original) para llevarnos a lo largo del día a día del personaje, plasmándonos de forma sutil las obsesiones del personaje. En el detallado análisis psicológico del personaje, el juego nos brinda un protagonista que vive anclado en una obsesión, y cuyas opciones sólo se reducen a las que su dolencia le permite. Así, observaremos a un hombre que es víctima de su obsesión con acabar con Reed Richards, su eterno enemigo, y para el que cualquier acto, por más cotidiano que sea, tiene como último objetivo la destrucción, humillación y defenestración final de su oponente.
Todo esto se relata a través de un motor de juego que mezcla con inteligencia lo mejor de la aventura gráfica con la «Visual Novel» japonesa, género siempre monotemático que demuestra cierta frescura al apartarse de la habitual historia de “chico quiere acostarse con chica como sea”. En cualquier caso, la sorprendente capacidad de decisión que ofrece el juego no parece tal una vez empiezas la primera partida, pero a medida que va uno avanzando por la trama del juego, descubre que decisiones aparentemente simples como desayunar un café con una o dos tostadas afectan dramáticamente a la trama por el mero hecho de ver en ellas o no el rostro de nuestro odiado enemigo. Es por ello que, a riesgo de “spoilear” el juego, tengo que decir que es importante que en todas nuestras decisiones evitemos dar pie a que nuestro protagonista haga interpretaciones creativas de la realidad que den pie a un agravamiento de su enfermedad. Estos agravamientos, lejos de ir marcados por cualquier tipo de indicador visual, se traducen en una reducción paulatina de las opciones de juego; Si bien al inicio del juego casi todas las opciones tienen como último objetivo la destrucción de Reed Richards, en el estado terminal de nuestra afección, cuando ya alcanza el grado de enfermedad grave, nuestras opciones se reducirán a simples gruñidos acompañados de interjecciones ofensivas hacia nuestro enemigo, y nuestra obsesión abarcará otros campos que van desde construir una terrible máquina para cambiar el color del cielo (porque, a nuestro juicio, no es el color correcto) hasta llegar a medir el grosor exacto del papel del excusado.
Los personajes que vayamos encontrando por el camino, sus historias personales y el papel que juguemos en sus vidas también se reflejarán en nuestro avance por el juego, y nos marcará profundamente de cara a ser un déspota que se cree el salvador de la humanidad, un monstruo sin mente que se autodestruye a si mismo o, en el caso más raro, sustituir a Reed Richards como líder de los 4 Fantásticos y convertirse en el protector de la humanidad, pero sólo para demostrar que Richards lo hizo peor que el. ¿Existe pues un verdadero final “bueno” en este juego? Existe, sí, y es en el que Muerte se deshace de su obsesión y se recupera de sus traumas, tomando las riendas de su vida y pasando página. Pero no desvelaremos ni como pasa página ni como se llega a ese final, ya que la gracia del juego esta precisamente en eso, en explorar los mas de 40 finales que tiene el juego, y en llegar a liberar la mente de un hombre encerrado dentro de si mismo.