A veces las circunstancias provocan que uno acabe posponiendo alguna lectura a la que le tenía bastantes ganas, que es precisamente lo que me sucedió con el Doctor Strange: Fall Sunrise (Doctor Extraño: Amanecer de otoño)de Tradd y Heather Moore. Pero hace unos días por fin recordé que lo tenía por ahí sepultado en mi pila de lecturas pendientes, y la experiencia ha sido todo lo que esperaba y mucho más. Porque, aunque ya conocía bien el trabajo de Tradd Moore y me encantaba su personalísimo estilo artístico, hasta ahora no había leído nada escrito por él y no sabía exactamente qué esperar de esta miniserie. Y lo que me he encontrado aquí es que este es tan imaginativo y personalísimo escribiendo como dibujando, y que estamos ante una de mis historias favoritas del Doctor Extraño de los últimos tiempos.

Stephen Extraño ha despertado en otro plano de realidad sin recordar ni cómo ha llegado allí ni quién es exactamente, solo recuerda vagamente que es un doctor y que se había embarcado en una misión para encontrar algo muy importante. Pero, mientras su memoria va volviendo poco a poco, tendrá que hacer frente a una realidad que pondrá a prueba sus habilidades y experiencias y a una misión que requiere no de un Maestro de las Artes Místicas o un Hechicero Supremo, sino de un Doctor que ayude a sanar unas heridas ancestrales y traer una nueva vida al universo…

Con Tradd Moore imagino que me sucedió lo mismo que a todo el mundo la primera vez que vi su trabajo, que en mi caso fue en la miniserie de The Strange Talent of Luther Strode (su primer trabajo profesional cuando aún era un estudiante en 2011) que realizó junto con Justin Jordan. Era un artista radicalmente diferente a lo que estaba acostumbrado, no solo dentro del mercado estadounidense, sino en el mundo del cómic en general. Tenía un estilo que, aunque algo verde, ya apuntaba en qué acabaría evolucionando: una estética ligeramente grotesca con pinceladas de surrealismo, una gran habilidad narrativa y un exceso de gore que me mantuvo alejado de su trabajo hasta que me reencontré con él en la serie del All-New Ghost Rider/Robbie Reyes en 2014. Allí ya había refinado su estilo, limando las asperezas de sus trabajos primerizos y dando rienda suelta a su habilidad para dar vida a lo fantástico, momento en que me convertí en un rendido admirador y seguí con interés todos sus trabajos (de paso animo también a echarle un ojo al Silver Surfer: Black que hizo con Donny Cates).
Pero en Doctor Extraño: Fall Sunrise me encontraba con el primer trabajo de Moore como escritor (aparte de algunos cómics escritos a medias con otros guionistas y alguna historia corta que otra) y al frente de uno de mis personajes favoritos de siempre, por lo que tenía cierto miedo a que Moore no estuviese a la altura de su faceta artística y que este fuese otro de esos cómics que maltrataban a Extraño, uno de los motivos por los que pospuse, quizás más de la cuenta, la lectura de esta miniserie. Y no podría haber estado más equivocado con mis reticencias, porque en este cómic Tradd Moore no solo ha demostrado ser un guionista bastante interesante, sino que también es uno de los que han entendido a la perfección lo que realmente hace funcionar al Doctor Extraño.
En Fall Sunrise el Doctor Extraño no está buscando una nueva fuente de poder místico, no se enfrenta a una invasión de otra dimensión ni a ninguna de sus múltiples némesis. Como apuntaba más arriba, su misión consiste en salvar una vida, o más bien en traer una nueva vida al universo, algo para lo que hace falta algo más que un poderoso místico, hace falta alguien dotado de una enorme empatía y que tanto antes como después de convertirse en hechicero había jurado dedicar su vida a ayudar a los demás, aunque se perdiese un poco por el camino durante un tiempo. Y esa característica tan importante del personaje, una que demasiado a menudo ha quedado eclipsada en manos de otros equipos creativos, es sobre la que Tradd Moore hace girar toda esta historia hasta sus últimas consecuencias.
Pero Tradd Moore ha demostrado aquí que no solo comprende y sabe poner en práctica lo fundamental del Doctor Extraño desde un punto narrativo, sino también desde el artístico, pero con un acercamiento personalísimo. El haber sido co-creado por un genio como Steve Ditko es algo que ha marcado profundamente al personaje desde su nacimiento, alguien que hizo viajar a este por toda clase de mundos y dimensiones imposibles que no se parecían a nada de lo que se podía ver en otros cómics en aquel momento. Y aunque desde entonces son muchos los que han intentado transmitir esas mismas sensaciones, son pocos quienes lo han conseguido realmente. Y Fall Sunrise es la prueba de que Moore es uno de ellos, sin intentar imitar directamente a ninguno de los artistas que le han precedido, pero sí inspirándose en algunos de ellos, aunque no tanto en su estilo, sino más bien en sus intenciones.
Porque las diferentes realidades que nos muestra aquí Moore sí que le deben muchísimo a Ditko en el sentido de que se deberían llamar más bien irrealidades. Mundos y criaturas imposibles que desafían toda lógica y con los que Moore se aleja a pasos agigantados de cualquier intento de “realismo”, ofreciéndonos una representación de la magia y las habilidades de los diferentes seres que se pasean por este cómic que son prácticamente magia en sí mismo, y por encima de todo una capacidad increíble de asombrar al público. A cada paso de este viaje nos encontramos con páginas que casi quitan el aliento, que nos obligan a detenernos constantemente para analizar lo que estamos viendo, saturándonos de información visual, pero no en el mal sentido, ya que todo ello contribuye a ponernos mínimamente en situación de lo que debe ser encontrarse con lo que se encuentra el Doctor Extraño cada día.
Un trabajo en el que aquí le acompaña su esposa Heather Moore como colorista, quien, pese a que Moore ha contado en el pasado con coloristas bastante buenos, supera con creces lo que hicieron estos para hacer brillar como nunca el trabajo de Tradd. La espectacularidad de su trabajo conjunto resulta increíble, cómo consigue realzar el dibujo, alternando momentos de sobriedad y minimalismo con otros que son puro surrealismo desatado, para que en sus manos el Doctor Extraño sea más mágico que nunca y leer este cómic sea toda una experiencia.
Y aunque sé que el estilo de Tradd Moore no es del gusto de todo el mundo, que posee un estilo demasiado personal que se aleja radicalmente de lo habitual que nos encontramos en el cómic superheroico, quiero animar a quienes sean reticentes a que le den una oportunidad a esta serie, a que no cometan los errores que he cometido yo en el pasado, cuando rechacé el trabajo de otros autores que también se alejaban de lo convencional y que tardé demasiado en apreciar. Porque Tradd Moore es un autor de los que dejan huella, Heather Moore una colorista impresionante y Fall Sunrise uno de los cómics del Doctor Extraño que más he disfrutado en mi vida. Un cómic que tanto en ingles como en español, de la mano de Panini, se puede disfrutar en un formato de lujo y gigante que permite apreciar como se merece todo el talento de los Moore.