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Romper cosas para nada, es tontería: Veinticinco años de la batalla por la continuidad (II)

Continuamos con este pequeño repaso sobre historias caóticas del género de superhéroes, para que nos vayamos dando cuenta de que los crímenes que se cometen por «crear puntos de entrada» a nuevos lectores que acaban saliendo espantados, ¡y con razón!

Y sí, éste cómic es un Elseworlds, pero no deja de ser una celebración de todo lo que hacía buena a la Legión.

 

A finales de los 80 y con la salida de Levitz de la serie, Giffen toma el control de la Legión y recibe la orden de borrar todo rastro de Superboy del grupo, con lo que se inventan que en realidad todo lo que hizo Superboy lo hizo Mon-El, un trasunto daxamita de Superboy. Mon-El nunca tuvo el carisma de Superman, con lo que la solución tampoco gustó y el que Giffen estuviera empeñado en matar personajes, decir que en realidad eran clones y enfrentarlos a versiones pasadas de ellos mismos provocó una negativa editorial a proseguir su etapa que acabó desembocando en que llegara Zero Hour y el grupo fuera borrado de continuidad, creándose una especie de «Heroes Reborn» del grupo a cargo de Mark Waid en la que se renombraron personajes y se recontó absolutamente toda la historia que se pudo. Para entonces la historia de la Legión ya era una maraña de personajes completamente hostil para los nuevos lectores, con lo que el éxito de esta nueva encarnación dependía de la habilidad de guionistas como Dan Abnett y Andy Laning, que nunca acabaron de tener el éxito suficiente y esta encarnación acabó pasando a mejor vida unos diez años más tarde, dando lugar a una nueva Legión a cargo de… Mark Waid otra vez. Porque les debía de gustar su planteamiento pero no lo posterior, yo que sé.

Pongo esta portada porque así os evito ver el color que tenían los interiores, que no ha envejecido nada bien.

Waid volvió a los orígenes de forma radical, mostrando al grupo en una tardoadolescencia con el pavo subido y enfrentados al orden establecido, porque ya no viven en un futuro utópico. Tanto cambio en los personajes no acaba de gustar a los fans originales del grupo ni a los de la encarnación anterior, con lo que el personal acaba hasta las narices y dos años después DC acaba echando mano de la nostalgia y hasta llama a Jim Shooter, uno de los guionistas más recordados de la Legión original y Ogro Marveliano, para hacerse cargo de la serie, que la trata como si fuera su legión de toda la vida y se queda más ancho que pancho. La cosa tampoco funciona y la serie es cancelada, tras lo que con Infinite Crisis Geoff Johns recupera a la legión original precrisis, borrando los cuatro últimos años de Levitz y el posterior trabajo de Giffen. Cuatro años dura la alegría de una legión que durante buena parta del tiempo no tuvo serie propia pero apareció bastante en Action Comics, hasta que por estas decisiones de Dan DiDio Flashpoint se carga el multiverso DC y la Legión es reiniciada de nuevo en New 52… Pero no, porque vuelve Paul Levitz y decide seguir con la encarnación de Johns -que en realidad era la suya- prosiguiendo sigue tan pancho hasta la cancelación del título un par de años más tarde. Y así es como todo el mundo se pasa 6 años preguntándose que fue de la Legión… Hasta que llegó Brian Michael Bendis.

Campaña realizada a imitación de la de Kirby is Coming… Y la cosa en lo comercial salió hasta peor.

 

Bendis era la gran estrella de Marvel recién llegada a DC, y como tal pudo hacer y deshacer lo que le vino en gana en la editorial hasta que se demostró que absolutamente todo le salía mal, siendo uno de sus mayores fracasos una nueva encarnación de la legión creada en 2019 en la que reiniciaba todo el grupo desde el principio y se notaban bastantes chapuzas e improvisaciones constantes. Fue un cómic de publicación accidentada con retrasos y correcciones de última hora constantes entre lo que se anunciaba y se publicaba, con lo que a nadie le extrañó que el cómic fuera cancelado a principios de 2021 más o menos a la vez que Bendis salió de la editorial. El grupo no ha vuelto a tener serie propia, pero lo que sí que hemos tenido son algunas apariciones del mismo que curiosamente vuelven a estar en la continuidad de los tiempos de Levitz, que no deja de ser la única que le importa a los fans, pero que aun así no parecen contar con el suficiente atractivo como para atraer nuevos lectores. Y así seguimos teniendo el problema de que todo el equipaje de la serie es lo que echa para atrás a los nuevos lectores. Y sin embargo…

Si la última encarnación de Waid me parecía más infantil, de esta paso hasta de opinar, para el que le interese hay unos cuantos artículos de M’Rabo en los archivos.

No hay personaje con mayor bagaje que Batman. Ha sufrido retconeos, asesinatos, se ha quedado paralítico y hasta ha llegado a casarse y tener una hija en una tierra paralela, pero Batman sigue siendo Batman. Cualquier lector se compra un cómic de Batman y tiene una serie de garantías que normalmente satisface; cuando la gente pregunta «¿por dónde puedo empezar a leer Batman?» no te entran sudores fríos como cuando te preguntan por La Patrulla X o, sí, Spiderman. En realidad todos tenemos respuestas automáticas -debería hacer un post sobre el tema, sí- pero ninguna es realmente satisfactoria, porque sabemos de sobra que no hay una entrada perfecta. De Batman se suele decir leete Año Uno y luego «x», siendo ese x una etapa más moderna que va desde Scott Snyder, Tom King o Tynion, pero a estas alturas de la película yo diría que te puedes empezar a leer la etapa que te apetezca directamente y prescindir por completo de Año Uno, porque quieras que no la historia de Año Uno ya te la han contado de una u otra forma en otro lado (lo cual no quiere decir que Año Uno no sea estupenda y un cómic que hay que leer porque es un gustazo leerlo, pero aquí no estamos hablando tanto de calidad como «cómo empezar a leer/ponerse al día con» para nuevos lectores). Pero, volviendo al tema que teníamos entre manos, ¿por qué Batman funcionó tan bien?

Batman ha cambiado muchísimo a lo largo de su historia, y aun así lees esta historia y sigue siendo Batman.

La respuesta, en realidad, es bastante sencilla; sus autores no se anduvieron con mierdas. A lo largo de la historia de Batman el personaje ha sufrido un millón de retconeos, Alfred ha sido gordo, delgado, con pelo, sin pelo, muy viejo, moderadamente viejo, ha estado vivo, ha estado muerto, Bruce Wayne ha vivido en una mansión con una cueva debajo, en un apartamento, ha tenido millones de coches, de sidekicks, ha estado perdido en la prehistoria, se ha pegado con alienígenas en el espacio, ha sido un mosquetero junto a Superman… Pero no se ha traicionado a si mismo, la percepción general de los lectores es que Batman siempre vuelve a su ser, a ser Bruce Wayne, a su paternalismo gothamiano, a ser un poco loco pero no demasiado porque en realidad es un niño aterrado de que lo que le pasó a él vuelva a pasarle a alguien. No es difícil entender a Batman, no es difícil escribir un cómic de Batman, porque en lo esencial sigue siendo un tipo que sale por las noches a cazar criminales, aunque luego acaben siendo demonios alienigenas antediluvianos. Spiderman también se pasea por ahi a cazar pillos, pero su vida ha dado tantas vueltas y sus secundarios han muerto y resucitado tantas veces que uno ya no sabe por dónde meterse, ¿a quién se le ocurrió la atroz idea de que Peter Parker dejara de ser fotógrafo? ¿Quién pensó que la mejor forma de provocar esto era decir que Peter soyunalmapura Parker falsificaba unas fotos, cargándose absolutamente todo su crédito posible como fotógrafo? Pues lo dejaron pasar oye, y no fue precisamente Axel Alonso. Y así es como tenemos a un Peter Parker que unas veces es millonario, otras veces científico y otras veces no sabes ni quién es, porque en Peter Parker no hay constantes a las que agarrarse y una etapa parece completamente distinta de otra.

Que luego lo miras y bueno, Peter ya tenía historial falsificando fotos.

No, no es la continuidad el problema. El problema es hacer con los personajes lo que te venga en gana, marearlos y marearlos hasta el punto de que tus propios sucesores ya ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en qué es lo importante del personaje, por lo que parten de cero y son irreconocibles. El problema es romper y destruir personajes, edificios e instituciones como SHIELD para que vuelvan en menos de un año a estar como estaban, solo porque en su día decidiste hacer algo para tener algo espectacular para terminar una historia sin pensar en las consecuencias. Si los editores siguen sin pensar en el largo plazo y dejan a cada autor hacer de su capa un sayo o lo que es peor, los propios editores les dictan ese tipo de historias para sacar adelante el año con espectacularidad, el gran experimento del universo compartido de ficción se habrá ido al cuerno. Y éso que todavía falta un poco para que personajes como Superman y Batman queden libres de derechos…

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