Una vez mas toca hablar por aquí del increíble trabajo que esta realizando Jed MacKay con uno de mis personajes favoritos, ya que tras su Death of Doctor Strange y Strange ahora por fin toma las riendas de la serie de Stephen Extraño con el nuevo volumen de Doctor Strange. Aquí, junto con un espectacular Pasqual Ferry, devuelven al Hechicero Supremo a la primera linea para retomar sus tareas como protector de la dimensión terrestre y disfrutar de una nueva vida junto con Clea. Un relanzamiento que con los antecedentes que tenemos parece claro que va a suponer otro increíble nuevo episodio en esta etapa del personaje que confío que dure unos cuantos años.
Stephen Extraño vuelve a vivir y con ello toca no solo disfrutar de esta nueva oportunidad, sino ponerse al día con todo lo acontecido durante el tiempo que estuvo muerto y reasumir su muy necesaria labor como Hechicero Supremo ayudando a quien lo necesite. Una labor en la que sigue acompañado de su esposa Clea, que comparte su tarea como Hechicera Suprema de la Dimensión Oscura con la de nueva Señora de la Guerra de Manhattan, y aunque esta adora a su esposo, inevitablemente sus mas drásticos métodos a la hora de lidiar con sus enemigos chocan con este, algo que en un futuro cercano parece que va a crear un cisma entre ellos…
En muy poco tiempo Jed MacKay se ha convertido en toda una estrella del cómic de superhéroes por méritos mas que sobrados, algo que por suerte en Marvel han reconocido (y crucemos los dedos para que no dejen de tratarle bien y podamos disfrutar de su trabajo con estos personajes mucho tiempo) y por eso dentro de poco podremos disfrutar de sus Vengadores, una serie que yo personalmente me muero de ganas de leer. Y este nuevo volumen de las aventuras del Doctor Extraño no es mas que la enésima prueba de todo el talento que posee este escritor, que combinado por un cariño y respeto enorme tanto por los personajes como por los autores que le precedieron, le ha valido ganarse el ser uno de mis autores favoritos del momento y uno al que no me canso de alabar, ofreciéndonos aquí un cómic de corte muy clásico a la vez que moderno, sin limitarse a repetirse a si mismo o a glorias pasadas.
Y tras la muerte de Stephen Extraño y el periplo de su viuda para recuperarle, ahora toca un poco de regreso a lo básico, de reabrir el Sancta Sanctorum a todos aquellos que lo necesiten y de lidiar tanto con las amenazas mágicas que nunca dejan de acechar en los rincones del Universo Marvel como con las secuelas de todo lo acontecido en sus dos series anteriores. En este primer numero MacKay y Ferry realizan un trabajo notable a la hora de realizar un numero introductorio que sirve tanto para introducir el nuevo/viejo estatus quo, de presentar a la perfección a quienes acaben de subirse al carro quien es el Doctor Extraño y en que consiste ese en ocasiones ingrato deber de proteger la dimensión terrestre y de introducir el conflicto que va a guiar el comienzo de esta nueva etapa.
Además, y de forma extrañamente (si, lo he dicho con toda la intención) apropiada este primer numero encaja como un guante con mis demás artículos de la semana. Aquí MacKay y Ferry no se han limitado a hacer un gran cómic de superhéroes visualmente espectacular, sino que han aprovechado la naturaleza del personaje, un doctor cuya misión en la vida consiste en salvar al prójimo, para introducir de una forma muy natural esa “política” tan denostada por algunos. Y así es como aprovechando algunos flecos de Death of Doctor Strange, cuando miles de habitantes de diferentes dimensiones escaparon a la Tierra huyendo de una amenaza mortal, nos muestran aquí como el gobierno británico ha llegado a un acuerdo con un dictador extradimensional también residente en la Tierra, para deportar a su reino a los refugiados que vivían en suelo británico, sin importarles las condiciones en las que tendrán que vivir allí (y teniendo en cuenta que a ese tipo lo apodan el esclavizador me da a mi que van a ser unas condiciones horribles)
Un tema tristemente muy de actualidad en el que tanto autores como personajes se posicionan claramente de parte de los derechos humanos (que vale, no son humanos, son aliens de otra dimensión, pero ya nos entendemos) mostrando una empatía que para muchos es algo tan alienígena como estos mismos refugiados y comprometiéndose a ponerles a salvo al tiempo que realizan una critica directísima y nada disimulada hacia la execrable actitud del actual gobierno británico. Un claro ejemplo de lo efectivo que sigue siendo el genero superheroico para este tipo de mensajes por mucho que a todos esos que nunca entendieron de que iba el genero les moleste.
Y además de estar ante un cómic muy bien escrito y que combina un enfoque superheroico muy clásico con la critica social, es también un cómic que es todo un placer para la vista gracias al trabajo de un Pasqual Ferry al que personajes como el Doctor Extraño le vienen que ni pintados. A estas alturas ya esta todo dicho acerca de lo grande que es Ferry en lo suyo, se trata de un dibujante excepcional que ha demostrado con creces lo mucho que vale tanto dentro como fuera del genero superheroico. Pero es todo un placer verle en series como esta que le permiten exprimir al máximo sus virtudes a la hora de dar vida a escenarios y seres irreales, por lo que en su caso espero que también nos acompañe una buena temporada en este titulo.
No me cabe duda de que estamos ante el comienzo de otra gran serie para el personaje, una que como decía mas arriba espero que sea simplemente un capitulo mas en una larga etapa. Porque nos hemos pasado demasiados años sin poder disfrutar de cómics que aprovechasen de verdad todo el potencial del Doctor Extraño y familia. Pero mientras cruzamos los dedos (o quizás seria mas apropiado hacer los cuernos a lo Ditko) para que esto dure, ahora lo que nos toca es disfrutar del enorme trabajo que están realizando Jed Mackay y Pasqual Ferry y agradecer la suerte que estamos teniendo los fans del Doctor Extraño últimamente.