Supongo que ya he hablado por aquí a menudo de como la Bruja Escarlata es uno de mis personajes de cómic superheroico y de lo cansado que estoy de como, salvando contadas excepciones, han estado tratando al personaje las ultimas décadas. Pero por suerte de vez en cuando aparecen proyectos que parecen ir por el buen camino, series en las que parece que por fin se va a respetar al personaje. Y aunque en esta nueva serie a cargo de Steve Orlando y Sara Pichelli se recae un poco en ciertos pecados del pasado, su comienzo ha sido bastante prometedor. Así que vamos a ver que es lo que le depara este nuevo capitulo en la vida de la bruja mas famosa del Universo Marvel.
La vida de Wanda Maximoff ha sido cualquier cosa menos sencilla, ha recorrido el camino de villana a heroína y viceversa en mas de una ocasión, lo ha tenido todo y se lo han arrebatado, he incluso ha pasado alguna que otra vez por las puertas giratorias de la muerte. Y con todo ese pasado a cuestas ahora quiere compensar de alguna forma el mal que ha hecho y ayudar a quienes como ella necesitaron una mano amiga en momentos de gran necesidad. Por eso tras la fachada de su tienda de remedios naturales y espirituales se encuentra una puerta mágica, una que solo aquellos que necesiten de su ayuda podrán encontrar y atravesar sin importar donde se encuentren, para encontrar al otro lado esa mano amiga en la forma de la Bruja Escarlata.
Cada vez que se anuncia un nuevo proyecto protagonizado por la Bruja Escarlata me quedo algo intranquilo, ya que lo mismo nos encontramos con algo como la magnifica etapa a cargo de James Robinson, Javier Pulido, Steve Dillon y tantos otros con portadones de David Aja, como podemos tener entre manos cosas de lo mas irregulares como aquel Juicio de Magneto. Por suerte, y a juzgar por este primer numero, lo que han hecho aquí Steve Orlando y Sara Pichelli se acerca muchísimo mas al primero de los ejemplos, poniendo el foco en los aspectos positivos del personaje sin ignorar su pasado y embarcándola en una nueva misión.
Es cierto que para esta nueva misión. la serie ha tomado prestados, quizás mas de la cuenta, unos cuantos elementos de la Madame Xanadu de DC Comics, ya que aunque aquí Wanda aun no le lee el tarot a sus clientes, que ambas sean brujas propietarias de una pequeña tiendecita a la que acaban acudiendo aquellos con gran necesidad de una ayuda mágica igual son demasiadas coincidencias. Pero intencionado o no, los personajes son lo suficientemente diferentes como para que esos puntos en común acaben siendo una mera anécdota en el recorrido de la serie. Un recorrido que de momento no ha comenzado nada mal y en el que Orlando y Pichelli parece que se han dejado inspirar un poco en cierta serie de televisión de la que creo que he hablado por aquí alguna que otra vez.
Porque el comienzo de la serie, sin querer destripar demasiado, pone a Wanda cara a cara con algo que parece haber surgido de Wandavision, enfrentándola a una amenaza en cierto modo de lo mas familiar. Aunque no tan familiar como la persona que Wanda ha encontrado para que la ayude a llevar su tienda, aunque mas bien se trate de una necesidad mutua de ayuda, Darcy Lewis. Si, la amiga y asistente de Jane Foster en Thor y mas tarde figura fundamental en descubrir el misterio que se escondía en Westview y a la que en el cine dio vida Kat Dennings hace aquí su debut en el cómic cruzando de nuevo su camino con el de la Bruja Escarlata. Y aunque de momento le falta algo de ese humor y socarronería que le daba Dennings al personaje, esperemos que acabe siendo tan divertida como su contrapartida de imagen real. Y sin dejar de hablar del todo de la influencia de Wandavision, no podemos dejar de mencionar el cliffhanger de este primer numero que promete seguir explorando lo realmente enrevesada que es la familia de Wanda.
El único punto negativo que de momento le he encontrado a esta serie es como se incide una vez mas en lo mal que se siente La Bruja Escarlata por sus acciones del pasado (Dissasembled, House of M y el M-Day) y que busca redimir sus pecados. Un tema que uno ya empieza a perder la cuenta de las veces que se ha tratado, con Wanda sintiendo que igual por fin se ha ganado el seguir adelante con su vida solo para que el siguiente equipo creativo que la trata la lleve de vuelta a la casilla de salida para mostrarnos un nuevo intento de redención. Y es que tristemente esto parece que se ha convertido ya en una característica intrínseca y demasiado recurrente del personaje que nos vamos a tener que tragar demasiado regularmente.
Si nos centramos en el apartado grafico de la serie nos encontramos con una vieja conocida, la ya mencionada Sara Pichelli. Una dibujante veterana que aunque es cierto que peca de que su estilo no ha evolucionado demasiado desde los tiempos en los que co-creo a Miles Morales sigue siendo una dibujante agradable a la vista. Y pese a que sus personajes a veces resultan un tanto estáticos, hay que reconocerle que se maneja bastante bien a la hora de dotarles de una gran expresividad que tiene como resultado que en los momentos mas pausados del cómic se desenvuelva mucho mejor que a la hora de representar la acción.
Sin salirnos del apartado gráfico quiero hacer mención al rediseño Russell Dauterman para Wanda, uno de lo mas elegante, que toma su inspiración tanto en sus trajes mas recientes como en los mas clásicos o incluso en el MCU pero en el que yo personalmente hecho muchísimo de menos una capa. Y eso que que con ese efecto que le han dado a su pelo a lo Starfire de George Perez parece que querido buscar algo que remita a una, pero no acaba de quedar igual, especialmente en los momentos de calma en los que Wanda no esta utilizando sus poderes y parece que le falte algo. Pero como Elizabeth Olsen no lleva capa pues ahora Wanda parece que tampoco debe llevarla, sigh.
Si la serie mantiene el tono y el ritmo de este primer numero (y no nos cancelan la serie antes de tiempo) esta promete ser una etapa bastante entretenida e interesante para el personaje. Aunque yo espero que de una vez los siguientes equipos creativos que se hagan cargo de la Bruja Escarlata dejen de lado esa obsesión por redimirla una y otra vez ya que con eso lo único que consiguen es recordarle al lector sus peores historias del pasado y que el personaje no pueda avanzar, quedándose eternamente atascada en ese ciclo de sentirse mal y buscar el perdón (pero como ahora en el cine esta metida de lleno en ese ciclo supongo que es lo que toca) Pero pese a ello espero que como poco estemos ante un cómic de esos que dejan a uno con ganas de leer el siguiente numero.