The Art of Kenny Who? – Prediciendo el futuro del arte con John Wagner, Alan Grant y Cam Kennedy

Una de las características mas interesantes de la ciencia ficción, y también de las mas aterradoras, es la capacidad que han tenido muchos de quienes han creado historias dentro de este genero para predecir el futuro. Todo tipo de invenciones tecnológicas o de avances (o retrocesos) sociales que conforman ahora nuestra sociedad aparecieron en algún momento del pasado en algún relato como algo fantástico y casi improbable. Y en ese terreno 2000 A.D. no ha sido ajena a esa tendencia, pudiendo encontrar en sus paginas multitud de historias que (en su mayor parte por desgracia) han terminado por parecerse mas de la cuenta a la realidad, como el caso en el que nos ocupa en el que John Wagner, Alan Grant y Cam Kennedy predijeron hace treinta y seis años con demasiada precisión en “The Art of Kenny Who? ” un tema que ahora mismo no podría estar mas de actualidad.

Este es otro de esos recopilatorios cuya lectura vale mucho la pena

Hoy en día es complicado meterse en redes sociales sin encontrarse con gente experimentando con los diferentes programas que mediante inteligencia artificial “crean” ilustraciones a partir de las instrucciones que se les suministran. Programas que lo único que hacen es combinar con mayor o menor acierto infinidad de ilustraciones sacadas de Internet para regurgitar aproximaciones de lo que se le pide.

Si se le pide que «dibuje» a Diógenes con su esclavo negro esto es lo que sale

Y aunque los resultados a veces son un tanto lamentables los avances son cada vez mayores y ya hay empresas que ofrecen con todo el descaro y la caradura del mundo el imitar el estilo de famosos ilustradores (con cuyo permiso no han contado obviamente) haciendo temer a muchos profesionales del medio por su futuro y haciendo babear de anticipación a empresarios sin escrúpulos que se frotan las manos pensando en todo el dinero que se ahorraran. Pero aunque probablemente aun falta tiempo para que esta practica tan poco ética pueda llegar a reemplazar a los seres humanos, toca echar la vista atrás para ver como en 1986 John Wagner, Alan Grant y Cam Kennedy imaginaron que seria ese futuro con el que ahora tanta gentuza fantasea.

No todas las empresas tienen tanto morro como para dar a escoger que estilo concreto se quiere utilizar, pero ya hay alguna que otra que lo hace

Kenny Who? había viajado desde su Calhab natal (anteriormente conocida como Escocia) con un sueño, convertirse en un famoso dibujante de cómics para BIG1, la editorial de cómics mas grande de Mega-City One. Tras muchos contratiempos e insistencia Kenny consiguió una entrevista con el editor jefe, pero en ese momento sus sueños se hicieron añicos cuando este, tras revisar su portafolio le explico que no tenia el talento suficiente para entrar en la industria, que no hacia nada que un robot no pudiese hacer mejor, despidiéndose de el y aconsejándole que se dedicase a otra cosa.

El pobre Kenny estaba preparado para todo menos para el rechazo

Pero mientras ahoga sus penas en un bar Kenny ve en la televisión el anuncio de un nuevo talento robótico de Big1, Jimmy Who?, un artista robot llamado a ser la nueva estrella del medio. Kenny no da crédito a lo que ve, pese a que eso que aparece en pantalla no son sus dibujos, el estilo, la composición, todos los detalles parecen salidos de su propia mano. Kenny no sabe como, pero sabe que le han robado, por lo que hace lo que cualquier Calhabiano cabal con unas copas de mas haría en su lugar, agarrar un hacha y dirigirse a la editorial a pedir explicaciones.

Kenny acaba de descubrir la dura verdad de la industria

Una vez allí y tras una alguna amenaza de decapitación que otra, Kenny consigue convencer al editor (que tiene una particular y muy familiar forma de expresarse) que le diga toda la verdad sobre ese robot llamado Jimmy Who? que ha robado su estilo.

‘Nuff Said? Esa expresión me suena de algo…

En el bullpen de la editorial el editor le muestra la realidad de esta, allí no trabajan robots artistas, simplemente cuentan con multitud de impresoras conectadas a bancos de datos que reciclan y remezclan viejas historias y que pueden copiar cualquier estilo artístico que se les suministre, imprimiendo en cuestión de segundos cómics completos. Y esas maquinas pueden copiar su estilo porque cuando Kenny visito la editorial este editor , que en realidad consideraba que Kenny era un dibujante brillante, escaneo sus originales para que sus ordenadores pudiesen duplicar su estilo y realizar así infinidad de cómics sin tener que pagarle ni un mísero crédito.

No me quiero imaginar cuantos empresarios están fantaseando ahora mismo con disponer de maquinas como estas

Kenny no se cree lo que esta escuchando, su indignación no conoce limites, robar de esa manera su estilo debe ser ilegal. Pero el editor se defiende, el no ha robado nada, solo ha copiado su estilo, algo que todo el mundo hace. Argumentos tremendamente familiares que todos hemos leído estos últimos meses de boca de quienes defienden todos esos programas de inteligencia artificial tan de moda.

Las excusas de siempre tristemente nunca pasan de moda

Y ante esa situación, y de nuevo de forma moderada y sosegada, Kenny se enfrenta a esa situación de la única forma que se le ocurre, destrozando a hachazos la maquina que ha copiado su estilo y noqueando de un cabezazo al editor que se ha aprovechado de el.

Si todos actuásemos así cuando se comete alguna injusticia el mundo seria un poquito mejor

Kenny trata de escapar y regresar a Calhab antes de que le arresten por sus crímenes, pero como muchos otros han aprendido por las malas en Mega-City One la ley allí tiene el brazo muy largo, especialmente cuando es el propio Juez Dredd quien la aplica. Y sin mostrar ni un ápice de comprensión o compasión por el, Kenny es arrestado para pasar una buena temporada en un isocubo por cometer el delito de defender lo que era suyo. La historia de Kenny no termino aquí, este y su familia reaparecieron en unas cuantas ocasiones y su particular saga fue recopilada por Rebellion en un tomo que lleva el mismo titulo que esta historia y que es una lectura de lo mas recomendable.

Como suele suceder lo que es legal y lo que es justo no siempre coinciden

Los paralelismos con lo que estamos viviendo hoy en día son numerosos, aunque a día de hoy ninguno de estos programas esta lo suficientemente avanzado como para poder reemplazar a artistas de carne y hueso, pero sin duda numerosísimos empresarios como el editor que se nos ha presentado aquí (y que es descaradamente una parodia de Stan Lee) ya sueñan con el día en el que puedan dejar de depender de los artistas reales.

Muchos dibujantes de comics, ilustradores y diseñadores temen estos días que algo así sea una realidad a medio plazo

Una historia visionaria que nació de una anécdota de lo mas chorra, de cuando Cam Kennedy viajó a Estados Unidos en los 80 para proponer un proyecto a los ejecutivos de DC Cómics, y allí tras presentarse la persona con la que hablo, que sin duda debió tener problemas para entenderle le pregunto “Kenny Who?” (que hay que reconocer que el acento escoces no es el mas sencillo de entender) . Una anécdota que a John Wagner le pareció tremendamente divertida y junto con Alan Grant y el propio Kennedy crearon esta historia que tanto se adelanto a su tiempo.

Hoy en día pocos se olvidaran de su nombre

Y años después muchos editores aprendieron muy bien quien era Cam Kennedy, un dibujante extraordinario con un manejo del color de lo mas personal y atractivo (la evolución sufrida entre su estilo aquí y lo que acabo haciendo después es increíble) que nos ha dejado un buen puñado de grandes cómics que ninguna maquina podría replicar. Historia que como ya decía al comienzo fue capaz de predecir otro de esos avances que bordean los limites de lo ético y que aun esta por ver si serán capaces de llegar a funcionar como esta historia prometía (o amenazaba).

Suscribirse
Notifícame de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

14 Comments
más antiguos
más recientes más votados
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Un delirio que probablemente sea posible (mejor que no, por el bien del arte …no digamos ya de los artistas) en pocos años.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Por cierto, ve corrigiendo el titular …ya sabes: «Grant» Kennedy.

Diógenes Pantarújez
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Pero cagarla en el titular… En el titular… ¡EN EL TITULAR!

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

«No me llamen afro, porque yo soy negro, con mucho orgullo.» (Diógenes Cuero).

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Bien, ya solo falta corregirlo en Twitter.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Para cuando un comentario de Lucky Luke: Choco-Boys?

Ziggy
1 año han pasado desde que se escribió esto

Vaya, que cosas.

Stravinkay Modelarus
Stravinkay Modelarus
1 año han pasado desde que se escribió esto

El otro día era el DeFalcoverso, ahora los T-1000 imitadores de arte… Estamos en la línea de tiempo más oscura, ¿no es verdad?

Diógenes Pantarújez
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto

Y todo empezó cuando conocí a M’Rabo…

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Y si algo nos enseñó Futureman es que por mal que parezca estar todo …todo puede ir todavía a peor.?