El regreso de The Orville: Absolutamente todo en contra

Se podría decir que The Orville es una serie que nació con mala estrella, porque siendo como era una serie tributaria de Star Trek, justo fue a estrenarse a la vez que arrancaba una nueva serie de Star Trek. Y mira que hay que tener puntería, porque Star Trek estuvo «dormida» en televisión durante doce años durante los que no hubo ni una sola serie que se aproximara tan «fielmente» a la idea original de Star Trek. Aun así y mientras Star Trek Discovery se estrenaba en plataformas de streaming y con unos valores de producción elevados, The Orville se plantó en los domingos por la noche del por aquel entonces todavía poderoso canal Fox, consiguiendo un record de audiencia en su estreno y siendo alabada por muchos de los trekkies por ser más fiel a Star Trek que la propia Discovery. Pero el tiempo pasó… Y las cosas han cambiado.

The Orville en 2017, cuando todavía éramos inocentes.

 

Porque si The Orville desde un principio siempre tuvo claro que quería ser Star Trek (más la Nueva Generación que la nueva generación, cosa que la hace ser más aburrida) cargaba con la losa de ser prejuzgada por ser una criatura de Seth McFarlane, el creador de Padre de Familia y demás comedias animadas de Fox. McFarlane no solo protagoniza The Orville, si no que escribe la mayoría de los episodios y hasta dirige algunos de ellos, por lo que no es de extrañar que el público se esperara que fuera más Galaxy Quest (comedia) que Star Trek La Nueva Generación; pero como digo y dejando de lado algunos chistecillos puntuales, The Orville era lo segundo y con ese empeño se mantuvo durante sus dos primeras temporadas, hasta que Fox fue vendida a Disney y las cosas empezaron a enmarañarse de mala manera, con la tercera temporada de la serie quedándose en la nevera durante años gracias en parte a la pandemia y teniendo que retrasarse incontables veces hasta que se estrenó, por fin, tres años más tarde. Y claro, entre 2019 y 2022 han pasado muchas cosas…

The Orville en 2019, al borde del abismo.

Porque si el fan nostálgico de Star Trek mostraba en parte su oposición a Discovery apoyando a The Orville, la situación de Star Trek ha cambiado bastante; de entrada, ahora mismo se está emitiendo Star Trek Strange New Worlds, la serie de Star Trek más nostálgica que uno se pueda echar a la cara y probablemente la mejor que se ha hecho desde los tiempos de la serie original, teniendo enamorado a un público al que no se le veía semejante unanimidad de criterio en décadas. New Worlds es lo que quería ser The Orville, mientras que otra serie de Star Trek estrenada «en el interregno», Lower Decks, es lo que muchos espectadores creían que iba a ser The Orville, una comedia de Star Trek. Las dos son series que hacen sus funciones mejor que la creación de Seth McFarlane, y por eso parece que la cosa se le pone bien cuesta arriba de cara a mantener la serie a flote; Disney no solo la ha retirado de la Fox, si no que directamente la ha enviado su servicio de streaming B, Hulu, en la que presumiblemente será su última temporada que, después de tanto tiempo, ha ganado el subtítulo de «New Horizons». ¿Tienen la batalla perdida antes de lucharla, más teniendo en cuenta que estrenan cada episodio el mismo día que Star Trek? Seguramente, pero a la vez… ¿No os que de vez en cuando gane el pequeño, que de la sorpresa y derrote al enemigo imbatible? Venga, vamos a darle una oportunidad, vamos a ver que tiene que ofrecer esta última batalla de la Orville.

Morituri te salutant.

Y para ello voy a hablaros del segundo episodio, porque me ha resultado la mar de curioso. De entrada, estamos hablando de una serie modesta que nunca tuvo vocación de ser un prodigio técnico, por lo que estéticamente remite más a una serie multicámara de los 90 con iluminación completamente uniforme, a años luz de las virgerías de platós virtuales de New Worlds o The Mandalorian, serie esta última que, al igual que The Orville, también venía apadrinada por Jon Favreau pero con bastante más dinero. Pero volviendo al episodio que nos ocupa, «Reinos de las Sombras» nos deja claro lo que ya hizo el episodio anterior, que la serie ya no está constreñida por las limitaciones de la televisión, por lo que puede dedicarle a cada episodio más de los 50 minutos habituales de otras temporadas y variar la duración de cada episodio según vean necesario. Por eso se me hace más cruel la sensación que se me ha quedado de que ambos episodios han sido demasiado largos, que con 50 minutos habrían estado bastante mejor, a pesar de que sí, en Reino de las Sombras se cuentan muchas cosas que hace falta contar, y que seguramente tengan bastantes consecuencias en episodios posteriores.

Mucha gente hablando y la trama por cocer.

Porque el episodio empieza contándonos como la Federación -o como se llame la flota espacial de esta gente- está en negociaciones muy avanzadas con sus antiguos archienemigos, los Krill, para poder explorar ciertas zonas de su territorio, por lo que para la finalización del trato envían a un alto diplomático que resulta ser el exmarido de la doctora de The Orville, Claire Finn. Por supuesto y porque nos gusta el melodrama, el Almirante Christie está lócamente enamorado de ella y la pretende por todos los medios, mientras ella esquiva sus avances hasta que, una vez finalizada la negociación y con Christie manifestando su intención de quedarse en The Orville para explorar esos territorios desconocidos junto a ella, la doctora por fin le pone las cartas sobre la mesa y le dice que contigo no, bicho, y todo esto justo en el momento en el que él le estaba enseñando que todavía conservaba su anillo de casado de un metal rarísimo que, según él, siempre le dio suerte. Finn le destroza el corazón y la serie ya se va a otra cosa, a explorar. Y entonces The Orville se convierte en Alien.

Así se meten a una estación espacial alienígena, sin escafandra ni nada, ¡y luego llamábamos tontos a los de Prometheus!

Porque sí, el argumento del resto del capítulo es Alien tal cual; la nave entra en la zona desconocida -poblada por demonios que te roban el alma, según los Krill- y recibe una llamada de socorro que ellos se aprestan a atender, metiéndose sin escafandra ni nada en una estructura alienígena de aspecto tecnorgánico -a lo alien, no a lo Warlock el de los Nuevos Mutantes- por la que dan varios paseos sin encontrar nada hasta que el redshirt de turno -el almirante- se encuentra una especie de flor que se abre y le escupe algo en la cara que lo infecta y transforma su adn lentamente en un bicho alienígena. Por supuesto lo llevan a la enfermería, le hacen un millón de pruebas y tal y llegado el momento se escapa sin que nadie se de cuenta, se lía a apagar las luces -es el almirante, su autoridad está por encima hasta de la del capitán de la nave- y a reptar por las sombras y hacer ruidos cada vez más horribles mientras los tripulantes se acojonan más y más… Y entonces pues eso, que empieza a escupir mocos a la gente que los transforman en bichos araña alienígenas a toda velocidad, hasta el punto de que en un periquete infecta a montones de tripulantes que a su vez se dedican a infectar a más gente.

Siempre viene bien que un miembro de tu tripulación sea una tostadora, esos nunca se infectan de nada.

¿La solución a todo este entuerto? Pues que la doctora descubre que el sistema inmunológico de los bichos está muy tocado por la transformación y todavía necesita un tiempo para fortalecerse, por lo que un simple resfriado podría matarlos; pero siendo como es la exmujer de bicho reina, decide que lo mejor que puede hacer es rastrear el susodicho anillo de casados y localizarlo, dándole la oportunidad -ojito- de largarse de la nave o ser exterminados por el virus. Y el bicho, ni corto ni perezoso, se pone a hablar y le dice que acepta el trato, que se irán, «pero no para siempre». Y se van. Y el episodio se acaba. Y te preguntas si esta gente no será gilipollas, y si el capitán de la nave no tendrá algo que decir ante la decisión que la doctora toma por su cuenta y riesgo -y eso que el capitán es Seth McFarlane, un tipo al que no le falta ego-. Por supuesto el final del episodio es intencionado, sabemos que teniendo como tiene el bicho los recuerdos de un almirante de la flota, los bichos esos se reunirán con más bichos y se lanzarán prestos y dispuestos a arrasar la Tierra y lo que haga falta gracias a todos los secretos militares que llevará el antes-persona en su cabeza, pero no por eso los protagonistas dejan de parece unos perfectos imbéciles.

Que por cierto, a mitad de episodio vuelven a la estación espacial para investigar y entonces sí que se ponen la escafandra. Antes no, pero ahora sí. Si es que parecen personajes de la serie de Obi-Wan…

Porque si la idea es que se compadecen de ellos y no pueden matarlos, pues vale, pues lo entiendo perfectamente. Pero eso no quiere decir que tengas que dejar que se larguen con los secretos de media flota; puedes llegar a algún tipo de compromiso en plan ellos se largan, pero tú, señor almirante, te quedas. O también puedes atacarlos con el virus y congelarlos de cara a encontrar un remedio a la «enfermedad» -que éso sería lo más Star Trek que puedes hacer, se busca salvar la vida de tu gente por encima de todo-. Por no hablar de que, por muy Star Trek que sea esto, siempre te queda la solución James Tiberius Kirk, que es mandarlos a todos al infierno y no ser un cagao como Picard. Y aun así, lo que más me revienta de este episodio no es tanto la resolución chapucera como el hecho de que la historia está alargada de mala manera y vacía en su práctica totalidad; media hora entre negociaciones y trama romántica, media hora con los bichos correteando, cinco minutos de epílogo sin mucha sustancia; cuando Disney -¡Disney!- empezó a sacar sus episodios del Mandaloriano de veinticinco minutos, muchos se quejaron de que los episodios eran demasiado cortos, no estaban acostumbrados, pero al final creo que todos nos hemos ido acostumbrando y valoramos que no nos tome el pelo ni se tome nuestro tiempo a broma. Y ya lo siento, las comparaciones son odiosas, pero…

Que no te aguanta macho, ¡y nosotros menos!

Strange New Worlds es superior a esta serie en todos los sentidos, sobre todo porque no pierden nuestro tiempo con secuencias de acción vacías, todo es desarrollo y caracterización, aprendemos sobre quienes son los personajes y que hacen, mientras que en este episodio de The Orville lo que hemos aprendido es que un personaje que de por sí ya se había mostrado compasivo y buena gente, de puro compasivo y buena gente es tonta. Y no, esto no es; The Orville ha tenido momentos buenos y mejores, ha sido una serie que se ha ganado nuestro apoyo por tener personajes que iban creciendo en nuestro corazoncito, pero que empiece su temporada de la muerte con dos episodios tan flojos -del primero no he hablado, pero no es mucho mejor- me hace pensar que ha entregado el combate antes de empezar. Y eso sería una lástima.

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sincero
sincero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Seth McFarlane es un ejemplo de guionista con talento que se cree autor completo y se mete a actor y a director. Como director no sé, pero como actor… El western ese que protagonizó solo era medianamente soportable por la Chalize y el Niel Patrick.
En el mundo del cómic hay muestras a patadas (en este caso el viaje suele a ser a la inversa, dibujante de éxito que cree tener capacidad también para guionizar). Byrne, Miller, serían de los pocos que se han salvado del desastre final.
Por otro lado, presentar un producto que nos es más que una copia/homenaje de otro anterior (Star Trek) me parece un poco innecesario. ¿A quien le interesa ver una versión 2.0 de una serie cuando puedes acceder a la original? Es algo así como la repetición del mismo esquema de la Guerra de las Galaxias en la nueva trilogía, mismo esquema (con ligeros cambios), misma historia, cero interés.

Roger
Roger
1 año han pasado desde que se escribió esto

Pues yo pensaba que Orville era como una parodia de Star Trek… Hastae l nombre de la nave suena como algo pomposo (Orville por Orville Wright, uno de los inventores del aeroplano).
curioso que pases todo el artículo criticando ese episodio (que sin haber visto la serie, también me parece algo chorra: ¿desde cuando los almirantes se juegan el tipo de esa forma? ¿es que quería impresionar a la chica?), para luego recomendar Strange New Worlds. Que no se ni lo que es. No hubiera sido mejor directamente hablar de Strange?

M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto

Menudo desgraciado mas insolidario!

Matías Mendoza
Matías Mendoza
1 año han pasado desde que se escribió esto

Que Orville ni Star Trek SNW, aquí lo que el pueblo (yo) quiere es un post sobre Stargate SG-1 ☺️

M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto
Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto

The Orville era una joya. Está tercera temporada está estropeando todo lo bueno que tuvo.
Una pena.

Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto

Quizás vemos aspectos diferentes y puede que tengas razón, pero a mi gusto la tercera temporada me parece escrita por algún guionista totalmente diferente y a ratos se vuelve tan progre, superficial y simplista que parece serie de Netflix.

Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto

jajajaja, claro. Pero viene con sazón «extra progre» XD. Star Trek siempre la vi como más humanista que progre.
En T3:E5 «Historia de dos Topas» se les nota mucho la caída de calidad del guion. Los diálogos parecen forzados y escritos para una obra escolar. Más predecible imposible.

M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Darknesshell

Pues precisamente ese episodio es uno de los que mas me ha gustado de esta temporada, y además ha sido un episodio muy necesario con la ola de transfobia imperante ahora mismo en todas partes.

Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

La calidad del guion es muy baja. Independiente del tema de moda.

Last edited 1 año han pasado desde que se escribió esto by Darknesshell
M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Darknesshell

Bueno, tampoco es que sea un tema de moda, es una realidad a la que el fanatismo de unos cuantos ha tenido invisibilizado durante demasiado tiempo y que ahora por suerte se esta empezando a normalizar. Pero ¿Qué tiene de malo el guion? La historia es de lo mas natural, hay personajes como Klyden comportándose como auténticos monstruos pese a que se trata de su propia hija, políticos queriendo imponer su ideología sobre sus ciudadanos aunque esta les haga daño, y una mayoría de gente comprensiva y tolerante, tan real y natural como la vida misma y tremendamente fiel al espíritu de la Star Trek de Gene Roddenberry que homenajea Mcfarlane. Que sin ir mas lejos en la propia Star Trek (en la nueva generación) ya había un episodio que tocaba temas similares a este en 1992, «The Outcast».

Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Ya veo que pasa. Hablas de la idea, yo de lo escrito. La idea está bien, pero parece que la hubiera llevado al papel y al video un proyecto escolar, no suena casi nada natural ni fluido, todo lo contrario. A eso apunto, no es del nivel que tenía la serie anteriormente o lo que uno esperaría ver a estas alturas.

Sin embargo, ayer recién vi el T3:E6 y casi lloro al final. Hicieron algo que no se ve mucho contrariando al «buenismo» típico por un bien mayor, pero de una forma donde aparentemente costaba tomar la decisión. Aun así no creo que baste para salvar la serie. Decidieron romper con el esquema que los hizo tener el público que tienen actualmente, huele a muerto por todos lados.

Darknesshell
Darknesshell
1 año han pasado desde que se escribió esto

Ese es el claro ejemplo del pensamiento «buenista».

Acá se siguió más el estilo de Spock, cosa que no siempre ocurre:

«Las necesidades de muchos pesan más que las de pocos, o de uno mismo.»

M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto

Yo es que no se que pretendía Mcfarlane, pero el resultado es que Ed, Kelly y Talla han quedado retratados como crueles y hasta mezquinos, y ese parche al final del episodio con le otro Gordon dándoles la razón no lo arregla. Y lo triste es que no era complicado que quedase mucho mejor.

M'Rabo Mhulargo
Admin
1 año han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Darknesshell

Pero que es lo que no suena ni natural ni fluido? La experiencia y caracterización de Topa difícilmente podría ser mas natural o autentica, así como la incomprensión y fanatismo de Klyden, que es aun mas trágica por sus circunstancias personales y que refleja a la perfección el odio que algunas personas pueden llegar a sentir hacia si mismas por culpa del adoctrinamiento de la sociedad. Y lo mismo se puede aplicar a Kelly o Bortus, la forma en la que la serie transmite su impotencia por no saber del todo como apoyar a Topa pero como al final prevalece su empatía, como Bortus es capaz de dejar atrás los prejuicios de su cultura porque su amor por su hija es lo mas importante. Todo el episodio es un ejemplo muy bueno de como tratar esto temas en la ficción y de una forma sorprendentemente natural para contarse a través de alienígenas.

Y es cierto que la serie ha perdido algo de humor por el camino y que a veces se echa de menos, pero si a cambio tenemos episodios que tocan temas tan sensibles y actuales como este no es mal cambio.

ParSi
ParSi
1 año han pasado desde que se escribió esto

bueno. Vista toda la serie, incluída la tercera temporada, para mí está detrás de la nueva generación. No he visto New worlds y sí Lower decks, y creo que mi orden particualr queda como New generation + Picard (para mí son un pack), The Orville, La original, Lower decks (me gusta reirme), Discovery, Voyager, DS9, Enterprise, y la animada