Cualquier cosa que digamos a estas alturas sobre George Pérez, sobre lo que representó para el mundo del cómic superheroico y la tremenda huella personal que dejo en todos los que tuvieron la grandísima suerte de conocerle seria redundante, así que probablemente lo mejor es seguir recordando el rico legado que nos ha dejado y que mantendrá vivo para siempre su recuerdo. Pero hoy no quiero hablar de ninguno de esos grandes eventos, sagas o etapas que todo el mundo recuerda, sino un pequeño cómic que el y Marv Wolfman realizaron a finales de los ochenta como complemento de sus Crisis, que aunque ha quedado algo desfasado en lo que cuenta (cosas de los innumerables retconeos) sigue siendo espectacular en como lo cuenta, La Historia del Universo DC.
Crisis en Tierras Infinitas cambió radicalmente muchos aspectos de la historia y continuidad del Universo DC mientras conservó otros, por lo que al final de la miniserie resultaba algo confuso cual era la nueva historia oficial. Para ello se lanzo esta miniserie de dos especiales en formato prestigio que trataba de establecer lo que a partir de ese momento era canónico y lo que no. Y aunque ya sabemos de sobra que eso no funcionó a largo plazo y que los cambios sobre ese nuevo canon se fueron sucediendo uno detrás de otro, contradiciendo lo contado aquí y también entre si, lo que no se puede negar es que esta miniserie sigue siendo una pequeña maravilla visual que es todo un placer repasar a menudo en la que George Pérez dio lo mejor de si mismo.
Con la excusa de que Harbinger ha grabado la historia de la única Tierra que ha quedado tras la destrucción del Multiverso, este cómic nos lleva desde el alba de los tiempos hasta el lejano futuro a través de una serie de ilustraciones que nos muestran los momentos y personajes mas icónicos de esta nueva/vieja DC. Un repaso en el que Pérez puso el mismo mimo y atención (aunque no el mismo espacio obviamente) tanto a los grandes iconos de la editorial como a los secundarios apenas recordados.
Y aunque Pérez podría haberse limitado a realizar una sucesión de pin-ups a cada cual mas espectaculares, el fue mucho mas allá. Cualquiera que conozca su obra aunque sea superficialmente sabe de sobras que Pérez no era alguien que se quedase a medias en su trabajo, que lo daba todo y mas, y aquí deja claro que pretendía que este repaso a la nueva historia oficial de DC fuese algo digno de admiración. Por ello sin duda se volcó a lo grande en las paginas de este cómic, realizando algunas de las composiciones de pagina mas espectaculares e imaginativas de toda su carrera.
Paginas espectaculares en la que cada personaje esta perfectamente caracterizado, donde no se limitó a hacer dibujos bonitos en poses heroicas, sino que reflejo a la perfección las personalidades y características mas importantes de cada uno. Aquí Pérez consiguió que sin dialogo alguno y solo a través del lenguaje corporal que estos transmitiesen a la perfección sus personalidades o el momento de la historia que representaban en cada pagina, tanto los que conocía como la palma de su mano como los Titanes o Wonder Woman, como aquellos que apenas tocó superficialmente aquí o en Crisis.
Un repaso a todo lo que era hasta entonces el Universo DC que en parte duele un poco, ya que viendo lo que fue capaz de hacer aquí con todos estos personajes, lo perfectamente que fue capaz de captar y sintetizar, en muchas ocasiones en una pequeña ilustración de un cuarto de pagina, lo que estos representaban, es difícil no lamentar que no tuviese etapas largas dibujándolos a casi todos.
Es un poco triste soñar con lo que podría haber sido una serie de Warlord dibujada por el, o una de la Sociedad de la Justicia de América, lo que podría haber llegado a hacer tomando las riendas del Cuarto Mundo o de los Green Lantern Corps. Y aunque de la Legión de Superhéroes tenemos por ahí su Legión de Tres Mundos y un puñado de portadas en los ochenta, siempre lamentare que no llegase a hacer una etapa larga con la encarnación clásica del grupo y ver lo que podría haber dado de si en sus manos aquel siglo XXX repleto de mundos y seres imposibles.
Esta Historia del Universo DC no es mas que un pequeño ejemplo del genio que fue George Pérez, de su tremendo talento como dibujante que le permitió brillar como pocos en todo lo que hizo y convertirse en una leyenda. Por eso ahora que nos ha dejado lo mejor que podemos hacer es mantener vivo su legado, releer sus trabajos, seguir disfrutando de todos esos grandísimos cómics que nos dejo y sobre todo descubrírselo a quienes aun no le conocen y tendrán la suerte de encontrarse de golpes con décadas de algunos de los mejores cómics de superhéroes que se han hecho.