Desde que Walter Simonson le crease hace treinta y ocho años (¡he debido calcular mal, los años 80 fueron hace diez años!) en las paginas de su imprescindible etapa en Thor, Bill Rayos Beta ha sido uno de esos personajes por los que el publico ha sentido mucho cariño pero que ha estado muy infrautilizado por parte de Marvel. Por eso cada inclusión en algún supergrupo o miniserie es motivo de celebración entre quienes echamos de menos al otro dios del trueno, y mas si esa miniserie viene de la mano de alguien como Daniel Warren Johnson. Así que vamos a ver que nos ha ofrecido este primer numero de una serie en la que nuestro héroe va a tener que hacer frente a sus demonios interiores mientras disfrutamos de batallas mas grandes que la vida.
Bill Rayos Beta fue un héroe para su pueblo y mas tarde casi un dios, digno de empuñar Mjolnir, orgulloso portado de su propio martillo místico Stormbreaker y protector de cualquiera que necesitase su ayuda. Pero tras un enfrentamiento fratricida contra el mismísimo Thor el martillo de Bill ha sido destruido y con ello el poder que Odín le había concedido, habiendo perdido incluso la habilidad de regresar a su forma original. Esto ha echo pedazos la confianza de Bill en si mismo y en su capacidad de seguir siendo un héroe, por lo que convencido de que necesita recuperar el poder que fue suyo se embarcara en una difícil misión para encontrar a la única persona que cree que puede devolverle a su antigua gloria…
Es difícil no establecer paralelismos entre la anterior obra de Daniel Warren Johnson, Wonder Woman: Dead Earth o con la película de Thor: Ragnarok, historias en las que su protagonista ha perdido parte de su poder y tiene que enfrentarse a situaciones extremas, siendo especialmente similar con el ultimo caso, con la destrucción del martillo y el convencimiento de que sin este ya no puede ser quien era. Pero habiendo leído ya unos cuantos cómics de este autor estoy convencido de que no vamos a encontrarnos ante una simple repetición de historias pasadas (aunque sepamos que habrá muchos puntos en común) y de que Daniel Warren Johnson va a ser capaz de ofrecernos un cómic memorable aunque este parta de una premisa ya utilizada.
Así es como nos encontramos con un Bill, que tras perder su martillo durante un enfrentamiento con Thor (durante la muy recomendable etapa de Donny Cates y Nic Klein) y tras hacer frente a duras penas a un Fin Fang Foom poseído por Knull (en una batalla que aun no se como encajar en King in Black) se siente fuera de lugar. Porque aunque sigue siendo un poderoso guerrero y la obra cumbre de la ciencia Korbinita sin el poder asgardiano de Stormbreaker en sus manos Bill se ve a si mismo como un fracaso, un segundón al que nadie necesita.
Por ello se embarca en un viaje a la búsqueda de aquel que en su día le convirtió en casi un dios, Odín, para que le forje un nuevo martillo tan poderoso como Stormbreaker y recuperar así su poder. Un viaje que no me cabe duda que Daniel Warren Johnson va a utilizar para mostrarnos como Bill aprenderá en su camino, a base de muchos golpes, que no necesita un martillo mágico o el poder de Asgard para ser un autentico héroe, que eso nunca ha dejado de serlo (aunque no dudo que acabe con un nuevo martillo con otro nombre para que no se confunda con el martillo/hacha que Thor estreno en Avengers Infinity War) Un viaje que aunque tenga un destino algo predecible seguro que valdrá la pena disfrutar de cada etapa del mismo.
Y eso básicamente debido al enorme talento de Daniel Warren Johnson, que como no me canso de decir cada vez que reseño uno de sus cómics, ademas de ser un gran escritor es un dibujante de esos capaces de dejarnos pegados a sus paginas. Un autor dotado de un estilo muy personal que combina la estética del cómic estadounidense con el japones y con una habilidad extraordinaria a la hora de retratar la violencia. Algo que nos augura un cómic que como mínimo va a ser visualmente espectacular.
Así que ahora solo nos queda disfrutar de esta serie que nos permitirá profundizar un poco mas en un personaje al que deberían utilizar mas a menudo, mientras cruzo los dedos para que el dedicarle ahora una miniserie a Bill sea una señal de que vamos a poder verle debutar en el MCU en la próxima película de Thor, que Taika Waititi es la clase de director capaz de salir airoso de llevar a un personaje como este a la gran pantalla.