De entre todas las plagas y epidemias que puede sufrir el ser humanos, todos coincidiremos en que aunque no sea la mas peligrosa o de mayor peligrosidad, el ser victima de una plaga de pulgas responsables de provocar picores horribles por todo el cuerpo imposibles de aliviar debe ser muy desagradable. Y por ello, como en ocasiones anteriores durante estos meses de cuarentena y alerta, regresamos una vez mas a las concurridas y peligrosas calles de Mega-City One de la mano de John Wagner, Alan Grant y Carlos Ezquerra para presenciar un nuevo enfrentamiento entre el Juez Dredd y el mas insólito de sus enemigos, las superpulgas mutantes.
A lo largo de sus años de servicio el Juez Dredd ha tenido que hacer frente a numerosisimos variados y peligrosos enemigos, los ejércitos de East-Meg, los Jueces Oscuros, Mutantes de la Tierra Maldita, dinosaurios clonados… Pero pocas de estas amenazas han sido tan insidiosas y molestas como las superpulgas mutantes nacidas del fuego nuclear de la Guerra del Apocalipsis. Una amenaza resistente a todo que pondrá en peligro la estabilidad de Mega-City One como pocos enemigos han conseguido en el pasado…
A menudo he hablado por aquí de los diversos aspectos del Juez Dredd, desde ese antiheroe a su pesar envuelto en aventuras grotescas al monstruo fascista que oprime con su bota a los ciudadanos a los que se supone que protege. Pero en estas mas de cuatro décadas de existencia Dredd no ha sido solo el vehículo perfecto para tratar temas de candente actualidad o criticar duramente diversos aspectos de la sociedad (historias que tristemente décadas después siguen siendo demasiado relevantes) o ser la estrella de espectaculares aventuras de ciencia ficción. Dredd ha sido también en numerosas ocasiones el protagonista de historias en las que primaba el absurdo y el humor negro en las que su presencia perpetuamente severa y estoica sirve para acentuar aun mas el ridículo de lo que le rodea.
Para mostrarnos todo eso nada mejor que quienes son y fueron los tres autores mas icónicos del Juez Dredd, John Wagner, Alan Grant y Carlos Ezquerra (aun sigue doliendo la muerte de este ultimo). Si algo han demostrado a lo largo de sus respectivas carreras estos tres grandes del cómic, ademas de el ser dueños de un enorme talento, es su habilidad para encontrar el equilibrio perfecto entre el drama, la acción, el humor mas negro y la necesidad de aportar momentos de ligereza tras momentos muchísimo mas dramáticos. Por eso nos encontramos con este peculiar epilogo a la que fue la historia mas dura del personaje hasta el momento, The Apocalypse War, en la que tras un drama de proporciones casi bíblicas nos presentan esta ridícula y absurda consecuencia de la misma, pulgas mutantes.
Y nadie como Carlos Ezquerra para ilustrar una historia de este calibre. Su habilidad para dar vida a los escenarios de ciencia ficción. mas impresionantes brilla como nunca incluso en esta historia de complemento de un anual, con esa Mega-City One que pocos han sabido dibujar tan espectacular, hermosa y grotesca, como la pesadilla de un arquitecto drogado. Aunque donde mejor encaja el estilo de Ezquerra aquí es en esa habilidad que tenia para que lo mas caricaturesco y ridículo funcionase a la perfección junto a momentos horripilantes.
Historias como esta son el ejemplo perfecto de porque cada día admiro mas a todo este cómic británico enajenado que no conoce los complejos o la vergüenza y a todos esos autores que lo han hecho tan grande. Por ello que nadie dude que seguirán cayendo por aquí reseñas de todos estos cómics, que tengo muchas décadas y miles de cómics aun por descubrir.