Pocos virus de los que nos asedian me parecen tan nocivos y desagradables como el del fútbol profesional, ese veneno para las mentes de las masas que ha llegado a infectar incluso a Diógenes, a quien de forma regular tengo que soportar ver transformado en una criatura atávica que celebra las victorias de “su” equipo gritando de forma gutural y como si el mismo hubiese estado jugando en el campo. Pero como suelo decir, lo único bueno que tiene el fútbol son las ficciones (algunas) que se han creado en torno a este llamemosle espectáculo, ficciones que toman elementos de ese deporte para construir en torno a este historias apasionantes o incluso como la que hoy nos ocupa, algo delirantes. Y es que cuando dos grandes del cómic como John Wagner y Alan Grant, en compañía del dibujante Dan Cornwell, deciden hacer un cómic de fútbol, podemos tener claro que no vamos a estar ante una historia muy convencional.
Para Rok, el 97º en la linea de sucesión al trono del planeta Arkady, el universo se ha vuelto un poco mas pequeño después de que el mundo en el que había encontrado refugio haya sido destruido por sus perseguidores. Un brutal acto que le obliga a alejarse a los rincones mas alejados del universo para huir de esta implacable cacería, una huida que le lleva hasta el planeta Tierra. Allí su primer contacto sera con el futbolista borracho y pendenciero Kyle Dixon, una ex estrella caída en desgracia de quien Rok tomara su forma e identidad y descubrirá para su sorpresa que ese extraño deporte que ahora se ve obligado a practicar para mantener su disfraz es lo mejor que le ha pasado en su vida.
A mi me dicen que John Wagner y Alan Grant han vuelto a trabajar juntos en un cómic (estuvieron una temporada distanciados profesionalmente por diferencias creativas pero siempre manteniendo su amistad) y ya no necesito saber nada mas, lo leeré incluso si como en este caso se trata de un cómic sobre un futbolista. Un cómic en el que ambos autores habían comenzado a trabajar hace mas de veinticinco años pero que nunca paso del proyecto por creer que nadie estaría interesado en publicar una historia sobre un futbolista extraterrestre. Originalmente Rom of the Rovers, un nada disimulado homenaje al popularisimo (en UK) Roy of the Rovers que tras el relanzamiento de ROM por parte de IDW fue rebautizado como Rok of the Reds, es un cómic peculiar que parece heredero de la segunda serie de Doomlord (conocido por aquí como Exterminius, personaje de infausto recuerdo para Diógenes) que escribieron Wagner y Grant en los ochenta. Y aunque no llega a ser tan “gamberro” o violento como otras obras de sus autores (esta enfocado a un publico adolescente menos bestia que el de los 70), sino que es mas un homenaje al cariño evidente que ambos autores sienten por el fútbol (no podían ser perfectos) se trata de una serie que sabe enganchar al lector.
Durante los seis números de los que consta este primer volumen (en Agosto se publicará el Vol2 bajo el titulo de Rok the God) vemos como poco a poco Rok, para su sorpresa, ira dejando un poco de lado su misión de componer una canción que atraviese el universo y cambiar con ella las convicciones violentas de su pueblo para mejorar en su juego y elaborar estrategias con las que ayudar a su humilde equipo, los Radford Reds, a llegar a donde jamas han podido llegar, la final de la liga. Y es que aquí el eje de la historia lo encontramos en ese cariño que va naciendo en Rok por estos primitivos seres entre los que se esconde y en quienes ha encontrado amigos de verdad que le aceptan pese a conocer su origen y su aspecto real. Pero sobre todo la historia gira en torno a la creciente pasión de Rok por el fútbol, algo que no se parece a nada de lo que ha conocido jamas en su mundo o en sus viajes y que le hará replantearse si la Tierra va a ser solo un refugio temporal o si es un lugar en el que vale la pena establecerse.
Junto con estos dos clásicos del cómic tenemos al relativamente novato Dan Cornwell, alguien que hasta Rok of The Reds había trabajado sobre todo en fanzines y antologías varias (ademas de ser conductor de autobuses) y a quien el email de John Wagner proponiéndole trabajar juntos impactó profundamente, que no en vano se trata de alguien que llevaba desde los doce años soñando con trabajar en 2000 A.D. y que se ha pasado parte de su carrera trabajando en fanzines dedicados a la famosa revista. Un proyecto que le ha permitido merecidamente saltar a la fama y formar parte finalmente cumplir su sueño de trabajar en 2000 A.D. habiendo ilustrado alguna que otra historia del Juez Dredd colaborando de nuevo con John Wagner. Y aunque algo verde a la hora de dibujar caras (pese a que se le da bien dotarlas de expresividad), Cornwell es un dibujante muy detallista con bastante talento a la hora de reflejar tanto el lado mas mundano de las aventuras de Rok como el mas fantástico y que sabe aportar dinamismo a las escenas de fútbol haciendo que me resulte bastante mas interesante que el deporte real.
Así que si, aunque me sienta sucio al reconocerlo he disfrutado y bastante de algo relacionado con el fútbol, aunque para ello haya hecho falta el talento de John Wagner y Alan Grant para hacerlo digerible. Pero coñas aparte, Rok of the Reds es un cómic muy divertido, con un sabor muy clásico y del que se puede disfrutar tanto si a uno le gusta el fútbol como si no incluso tratándose de un producto enfocado a un publico tirando a joven (aunque básicamente casi todo lo que leemos por aquí es así) Pero que nadie se preocupe que esto no significa que me vaya a poner a ver partidos de fútbol con Diógenes en el palco de autoridades, al menos no hasta que que no empiecen a dejar jugar a extraterrestres.