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Survival [Eagle] – Barrie Tomlinson, José Ortiz y la epidemia tras la cual los niños heredaron la Tierra

Un día mas toca repasar algún clásico de la ficción que nos haga un poco mas llevaderos estos días de encierro, y una vez mas toca mirar hacia las islas Británicas y a otra de sus clásicas cabeceras de cómic. Entre 1987 y 1988 la revista Eagle contó entre sus paginas con una apasionante historia perteneciente al genero post-apocalíptico, Survival, una historia en la que dos auténticos clásicos como Barrie Tomlinson (utilizando el seudónimo de D.Horton) y José Ortiz nos narraron el día a día de un niño superviviente a una epidemia mundial y su desesperada búsqueda de compañía en un mundo vacío Todo un clásico del cómic británico que hoy queremos recuperar.

José Ortiz era muy grande

Un virus mortal se ha extendido como el fuego por todo el planeta infectando a toda la humanidad deformando a sus victimas y acabando con sus vidas en cuestión de días hasta el extremo de que en poco tiempo no quedara prácticamente nadie vivo. Pero unos pocos niños en todo el planeta, poseedores de un raro grupo sanguíneo, han resultado ser inmunes al virus. Niños como Mark Davies, al que seria difícil considerar afortunado por haber sobrevivido teniendo en cuenta que se ha quedado solo en un mundo hostil en el que el peligro acecha en cada esquina y donde no solo la naturaleza ha comenzado a reclamar lo que es suyo, sino que se encuentran otras amenazas poco naturales…

Y seguro que Boris Johnson en esta situación diría que no pasa nada y que lo importante es la economía

Mientras Diógenes sigue hecho un ovillo debajo de una mesa evadiéndose de todo hablando de sus cómics viejos de los 80, yo sigo aquí al pie del cañón mirando de frente a la realidad y al presente… y hablando de cómics viejos de los 80. Porque admitamoslo, aunque no nos encontrásemos en la situación en la que nos encontramos tarde o temprano hubiese acabado hablando de este cómic que tiene todo lo que me encanta, británico, ochentero, con un equipo creativo potente y ese punto de enajenación que ya no se ve tanto hoy en día. Un cómic que ademas forma parte de esa curiosa tradición británica de niños que sufren mucho, que la podemos encontrar en clásicos como Oliver Twist, o series de tv como Chocky (la serie que nos traumatizo a muchos) o Dentro del Laberinto.

Mark tiene madera de infante

Básicamente eso es lo que nos encontramos en Survival, una historia que juega con uno de esos miedos de la humanidad y que zambulle de pleno en el genero post-apocalíptico, pero con un punto sádico, en la que vemos al pobre Mark salir de un peligro para caer en otro y somos testigos de como sus esperanzas se van haciendo pedazos una detrás de otra mientras le seguimos en su búsqueda desesperada de compañía tratando de no morir en cada una de las trampas mortales que se va encontrando. Y es que hay momentos en Survival en los que parece que el destino odia mucho a este niño, ya que no para de encontrarse con animales salvajes, criaturas monstruosas, accidentes naturales y demás peligros sin darle apenas un momento de respiro. O quizás es solo que los británicos realmente desprecian a los niños…

No te puedes ni fiar de los perros, que mierda de mundo post-apocalíptico este…

Y como suele suceder en estos cómics que se publicaban en revistas semanales, el ritmo es a veces vertiginoso. Con unas pocas paginas por episodio el pobre Mark no paraba de encontrarse en situaciones tremendamente dramáticas que terminaban en un cliffhanger que se resolvía a la semana siguiente solo para caer en algo peor. Y también como sucedía a menudo esas situaciones se van volviendo cada vez mas exageradas, mas grotescas, llegando en el ultimo tramo de la misma a un punto de enajenación que a mi personalmente me encanta.

Y este momento a lo Parque Jurásico es de lo mas normal que sucede en este comic

Un cómic que ademas contó con el lujo de estar dibujado en su totalidad por todo un clásico, dentro y fuera de nuestras fronteras, como José Ortiz. Este fue capaz de reflejar como nadie todo el horror de ese escenario de pesadilla en el que sobrevive como puede el pequeño Mark, un mundo muerto y vacío en el que a medida que transcurren los episodios vemos como va reclamando la naturaleza. Este estilo orientado hacia el naturalismo de Ortiz también fue perfecto a la hora de mostrar al lector toda la desesperación y frustración que siente su protagonista y también a la hora de reflejar cada amenaza, natural o no, que se cruzaba en el camino de Mark.

Lo dicho, Ortiz era muy grande

Desde su publicación en los ochenta, la única reedición de la que tengo noticia fue precisamente aquí en España en las paginas de la revista Ultramundo de MC Comics, donde se publicó coloreada pero de forma incompleta. Pero dada la ingente labor que están haciendo en Rebellion a través de su sello Treasury of British Comics, no me cabe duda de que tarde o temprano se recuperara para las nuevas generaciones este clásico de la supervivencia. Yo por mi parte seguiré en mi linea las próximas semanas ya que por suerte material de este tipo no me falta precisamente y en estos días poco mas hay que hacer aparte de llenar tantas horas desocupadas, así que mañana volveré por aquí con otro clásico de esos que vale la pena recordar.

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