Encargarse de una serie justo tras el final de una exitosa y larga etapa a cargo de otro autor no debe ser una tarea nada sencilla, no solo se trata de que no puedes limitarte a hacer mas de lo mismo sino que sabes que todo el mundo va a estar comparando tu trabajo con la anterior etapa. Pero si tenia algo claro es que confiaba por completo en que Donny Cates seria mas que capaz de estar a la altura de las expectativas como sustituto de Jason Aaron. Y aunque hasta ahora solo ha salido el primer numero el comienzo de su nueva etapa, junto con el dibujante Nic Klein, no podría ser mas prometedor. Así que sin mas rodeos vamos a ver que es lo que nos ofrece esta nueva etapa en la existencia del Dios del Trueno.
Thor había soñado toda su vida con suceder a su padre y sentarse en el trono de Asgard. Pero ahora que el Dios del Trueno se ha convertido en el Padre de Todos las responsabilidades de vigilar unos diez reinos que aun tratan de recuperarse de la brutal guerra que han sufrido, mantener la paz entre ellos y reinar sobre su pueblo empiezan a pesar casi tanto como su martillo. Una tensa calma que se rompe con la brusca llegada de un viejo conocido, el descubrimiento de un peligro que amenaza la existencia de todo y una nueva misión que llevara a Thor a desatar toda la furia de la tormenta donde no lo ha hecho jamas.
Lo he dicho a menudo y lo diré de nuevo, Donny Cates es lo mejor que le ha sucedido a Marvel en tiempos recientes y espero que siga la racha. Desde su llegada el texano se ha ido ganando poco a poco, a base de mucho talento, un lugar de privilegio dentro de la editorial gracias a dar a sus lectores multitud de historias frescas y divertidas y con la extraordinaria habilidad de conseguir que hasta el personaje mas aburrido, ya sean villano sobre explotados, viejas glorias de décadas pasadas o pastiches que en manos de otros darían vergüenza ajena, y convertirlos en personajes interesantes. Por ello tenia muchísimas ganas de ver lo que seria capaz de hacer con un personaje como Thor, que no era simplemente lo contrario de un personaje olvidado y acabado, sino que acababa de salir de un alarga y exitosa etapa (con sus altibajos pero en general muy buena). Y como no podía ser de otra forma (me fio a ciegas de su trabajo) el resultado de momento es tan bueno como esperaba.
Una de las cosas que mas me gusta del trabajo de Cates es que no se trata de uno de esos autores que cuando llega a una serie hace un “reseteo” y comienza casi de cero con sus personajes como demasiado a menudo suelen hacer otros ignorando el trabajo de sus predecesores. Cates alguien a quien se le nota no solo su cariño por la continuidad, sino que sabe utilizarla y muy bien a su favor, construyendo sus historias sobre lo que han hecho otros, algo que mas gente en la profesión debería tratar de imitar. Así es como nos encontramos con una continuación directa de la etapa de Jason Aaron en la que Thor aun arrastra las secuelas y las consecuencias de todo lo sucedido en ella mientras esto se entrelaza con la nueva amenaza en curso y con otros trabajos previos de Cates (que esa es otra cosa que le encanta) Y la verdad es que como punto de partida de esta nueva etapa es perfecto, con algún momento que otro de esos de quedarnos con la boca abierta y con cierto giro, no del todo inesperado, que abre un nuevo camino a este clásico personaje.
Un nuevo camino en el que Cates no se encuentra solo, acompañándole en esta ocasión Nic Klein, uno de esos dibujantes muy profesionales y resultones cuyo trabajo ya conocía pero que hasta ahora no me había llamado demasiado la atención. Algo que ha cambiado con este cómic, ya desde ese espectacular “viaje” por los diez reinos con el que abre el cómic, esa Asgard mas vikinga que nunca y sobre todo esa habilidad para plasmar sobre la pagina tanto el aspecto mas “arcaico” del personaje como el mas cósmico sin que haya fisuras que desentonen entre ambos aspectos del personaje. Algo de lo que el rediseño del personaje es el mejor ejemplo, un rediseño que al principio no me acababa de convencer pero que tras ver ahora la justificación de este cambio de imagen, no solo tiene mucho sentido sino que resulta de lo mas apropiado para la historia que se nos avecina.
Personalmente no podría estar mas contento con el comienzo de esta nueva etapa de Thor, una que si mantiene el nivel de los trabajos previos de Donny Cates (aun no me creo que me importe lo que le suceda a Eddie Brock) puede ser algo muy grande. Y si a eso le sumamos lo que le hemos visto hacer a Nic Klein en este prologo de lo que nos espera, confío en que dentro de unos años podamos hablar de esta etapa como de una de las mas recordadas del personaje, y si no es así ya estará ahí Diógenes, como un fantasmón de Dickens, para recordarme que no tendría que haberme dejado ilusionar así por un primer numero.