Tras meses posponiendo su lectura por fin me decidí a lanzarme a ello de cabeza y tras un fin de semana frenético me siento preparado para opinar sobre un debate que ha salpicado las redes a lo largo de este año y el pasado ¿Es el Venom de Donny Cates y Ryan Stegman mejor que Watchmen? La respuesta es que no pero por poco. Ahora ya en serio, aunque soy un admirador total del trabajo de Donny Cates y no puedo decir que me haya sorprendido del todo el haber disfrutado tanto con esta nueva etapa de Venom, si que me ha sorprendido y mucho que el y Ryan Stegman hayan sido capaces de algo que no creía posible, que me interesase Venom como personaje y que con el hayan sido capaces de hacer el que para mi es uno de los mejores cómics que esta publicando Marvel ahora mismo y que ahora, con algo de retraso, quiero recomendar a todo el mundo.
Desde aquel aciago día en el que Eddie Brock se encontró con el simbionte alienigena y juntos renacieron como Venom, su vida ha sido cualquier cosa menos sencilla. Ha sido villano y antiheroe, ha estado al borde de la muerte, ha sido separado de su simbionte y se ha unido a otros solo para acabar de nuevo unido el original. Pero ahora ambos se enfrentan a la que sin duda sera su prueba mas dura, ya que todo lo que ambos creían saber sobre los simbiontes era falso y una entidad diabólica tan antigua como el universo amenaza con regresar y solo Venom parece interponerse en su camino…
Me reafirmo en lo que dije al comienzo, a día de hoy Donny Cates es uno de mis guionistas favoritos del momento, alguien que a lo largo de su cortisima y fulgurante carrera no le he visto escribir un solo mal cómic (vale, igual aun no ha superado a Watchmen). Una carrera que en cierto modo se remonta a sus años de becario en Marvel trabajando estrechamente con autores y editores a la que siguió una corta pero espectacular carrera con sus propios cómics (God Country, Redneck, Babyteeth, Ghost Fleet, etc) y la llamada de Axel Alonso para que volviese a Marvel pero como guionista y en exclusiva. Y en esta corta pero fructífera etapa no solo ha sabido mantener un nivel de calidad bastante alto en todos sus trabajos, sino que ha demostrado ser casi un bicho raro en la industria. Y es que Cates es uno de esos escritores que se molesta en conocer a los personajes a los que escribe y en integrar en su obra las contribuciones de otros autores.
Que últimamente parece cada vez mas fácil encontrarse con autores que ya sea por desidia o por soberbia entran como un elefante en una cacharreria para contar su historia sin importarles de que forma tengan que forzar a los personajes para meterla en ella. Y por ello autores como Cates, que saben “jugar en equipo”, son tan valiosos. Eso es algo que podemos apreciar en cada numero de Venom, en el nivel de atención que le ha prestado a la larga historia del personaje, enderezando su historia, rescatando elementos de su continuidad que casi nadie recordaba e integrándolo todo con la historia presente de Marvel, como con elementos del Thor de Jason Aaron por ejemplo o el rescatar, aunque sea en un flashback a uno de esos personajes que añoro mucho y que en Marvel han maltratado demasiado, haciendo de Venom una de esas lecturas casi con el sabor de antaño.
Pero es que esta nueva etapa de Venom ha tenido suerte también en lo artístico, contando en buena parte de su etapa (ahora anda liado con el crossover de Absolute Carnage pero en realidad es lo mismo) con un Ryan Stegman en estado de gracia al que he encontrado aquí mejor que nunca. En sus manos Venom y el resto de simbiontes tanto los clásicos como los nuevos, son mas aterradores y grotescos que nunca, los humanos se mueven y expresan con naturalidad y maneja la acción y la (extrema) violencia que da gusto verle. Un equipo perfectamente compenetrado que nos ha sabido dar uno de esos cómics que es todo un placer leer.
Pero lo que si que me ha sorprendido de esta serie es como por primera vez en sus algo mas de tres décadas de historia alguien ha conseguido que me importe Eddie Brock como personaje. Porque Venom como enemigo de Spiderman no me disgustaba pero me daba un poco igual, carecía del carisma de los clásicos. Como antiheroe tampoco me intereso mucho y la sobreexplotacion a la que fue sometido durante los 90 consiguió que le cogiese mucha manía tanto a el como al resto de simbiontes.
Y por eso cuando el personaje de Eddie Brock poco a poco fue desapareciendo y su simbionte fue pasando de mano en mano, llegando a estar fundido incluso con Mac Gargan/El Escorpion, me dio absolutamente igual. De hecho siempre que salia el tema de los simbiontes comentaba como hasta que este no acabó en manos de Flash Thompson (y de Rick Remender y Tony Moore), el personaje de Venom no me había interesado realmente, aunque a efectos prácticos fuese un personaje completamente diferente.
Y por eso me parece tan grande lo que han conseguido aquí Cates y Stegman, porque mas allá de las grandes batallas o de la guerra de simbiontes, han conseguido que Eddie Brock me interese, que me importe lo que le sucede, que un numero dedicado a indagar sobre su pasado no me parezca aburrido sino todo lo contrario (y ese es otro logro de este equipo, no he tenido nunca la sensación de que ningún numero individual sea relleno para el recopilatorio, cada numero es importante y una lectura en si mismo) y que por primera vez en toda su historia tenga ganas de saber que es lo siguiente que le va a suceder, algo que jamas creí que fuese posible y que fue lo que me llevo a leerme todo lo publicado hasta ahora, Absolute Carnage y tie-ins incluido, de casi una sentada. Pero ya se sabe lo que se suele decir, que no hay malos personajes, solo autores que no saben sacarles provecho.
Yo por mi parte voy a seguir disfrutando como un crío con esta espectacular etapa del personaje y a seguir muy de cerca la carrera de ese Donny Cates que en un especia de tiempo tan corto ha sido capaz de ganarse el mayor de mis respetos. Y ala recomendación de leer la etapa actual de Venom y básicamente cualquier cosa que escriba Donny Cates, añadir también que Absolute Carnage esta resultando ser otra grata sorpresa, un evento muy bien contado, en el que los Tie-Ins aunque de calidad algo irregular mantienen un buen nivel, y que no transmite la sensación de ser un simple sacacuartos. Pero de reseñar eso ya se encargara Diógenes después de que me haya adelantado a reseñar Venom tras pasarse meses recomendándomelo, y mejor no hacerle gruñir demasiado que luego es mas insoportable que un simbionte con hambre.