Las aventuras de Diógenes en Realidad Virtual

Este verano he hecho unas cuantas cosas, y una de ellas fue probar eso del futuro. Sí, ya sé que todos hemos probado un poco de ese futuro horrible que nos espera padeciendo algunos records de temperatura, notando como nos deshidratamos y preguntándonos si llegaremos a tener algún tipo de futuro, pero lo que yo he hecho ha sido probar la realidad virtual esa. Que digo yo que si el mundo se va a la mierda, que menos que tener uno de mentira al que poder huír de vez en cuando… Pero esto de realidad tiene poco y de virtual pues, aunque sea redundar en el oxímoron, pues como que tampoco. Esto es tener dos pantallas gordas pegadas a los ojos y llevar dos mandos de la Wii, pero antes de que algún amante de las gafas anticervicales me eche los perros encima, voy a relataros mi experiencia…

Que meterse a la realidad virtual esa para acabar así tampoco es, oiga.

La cosa empezó con un Oculus Rift S, que como todo lo que viene de Facebook es el demonio y quiere robarte hasta tus niños (literal). Tu te gastas más que en el traje de la primera comunión de los niños y tienes unas gafas gordas y dos mandos de la Wii que se conectan a tu ordenador, y entonces te toca la configuración, que se basa en ir a la web de Oculus, bajarte un archivo que al ejecutarlo se baja otro archivo y entonces empieza la instalación que luego tiene que actualizarse mientras tienes las gafas en una mano y esperas pacientemente a zambullirte en Matrix o en Azeroth. Pero no, que tienes que tomarte tu tiempo y esperar, que la paciencia es una virtud y tienes que crearte una cuenta con todos tus datos personales por si acaso no te habías hecho ya un Facebook, un Whatsapp o un Instagram. La cuestión es que, mientras te preguntas que tendrá Mark Zuckerberg en su base de datos sobre el tipo de porno en VR que ven sus clientes -que esa base de datos la tiene, no te creas tu que no, y a saber a quién venderá esa información- entonces por fin te dicen que puedes ponerte tus gafas y empezar a calibrarlas.

Toca el suelo, delimita tu habitación, sácanos una foto de tu chorra…

El proceso es sencillo, te dicen primero que te agaches hasta el suelo para delimitar dónde está el suelo, porque aunque las gafas estén todas llenas de cámaras exteriores en plan Predator daltónico, para reconocer el suelo tienes que bajar el mando de la Wii hasta el suelo y pulsar un botón. Luego te pide que delimites el «espacio de juego», que sería la distancia de la habitación por la que puedes moverte sin pegarte con los muebles. Esto, que a priori parece sencillo, no lo es tanto si tu casa no es muy grande y tienes la afición de coleccionar cosas y consumir todo el espacio. La cuestión es que Oculus se queda contento con un espacio de 1×1, pero la mayor parte de las aplicaciones prefieren un 2×2 o un 3×3, porque Batman necesita su espacio o algo. Y es entonces, cuando ya has delimitado tu espacio -cosa que a mi no me costó mucho porque como bien sabéis, vivo debajo de un puente- cuando te aparece una barrera invisible en en el mundo de Tron que te avisa cuando se te están yendo los dedos, las patas o la cabeza por tierra ignota y darte de morros contra el Omnibus del Thor de Walter Simonson (que no te harías mucho daño porque las gafas van por delante, pero el daño psicológico que puede ser el reventar la obra maestra de Don Walter Simonson puede ser irrecuperable). Y sí, es entonces cuando te meten una demo de las maravillosas posibilidades de la realidad virtual.

¿Soy yo o el robot este se parece muchísimo al robot aquel con el que vendían la NES y funcionó tan bien?

La demo es una chorradita, pero sirve para que digas «ooh», «aah» y «uuh» hasta que te das cuenta de que coger cosas es pulsar un botón y el resto es tirar de los giroscopios de la cabeza y cada mando. Es cierto que supuestamente detecta la posición de los pulgares, pero eso solo lo he visto utilizado como algo «estético» y sin la mayor importancia. Ya cuando se acaba la demo te mandan a la tienda de Oculus para que gastes dinero en cosas de VR, porque ni se molestan en dejarte preinstaladas un par de utilidades o algún jueguecillo, nada, solo un par de demos y tira. Así que te pones a pasear por la tienda y ves el Batman Arkham VR y lo pruebas. Porque vale veinte o treinta euros y porque, joder, eres Batman. Pues no, no eres Batman. Porque Batman anda y corre y pega puñetazos, y en Arkham VR lo que haces es teleportarte de un lado a otro, tirar batarangs con los que casi nunca fallas y hacer algunas investigaciones de «realidad aumentada» en un callejón y en una morgue. No vas a conducir el Batmovil ni nada de eso, moverte y coger cosas, nada más. He visto juegos gratuitos de móvil más interactivos, así que dejando de lado que sí, que son Conroy y Hamill, Batman Arkham VR no deja de ser una demo gratuita con unos cuantos desbloqueables muy pero que muy aburridos de desbloquear.

Aquí, fisgando cadáveres en VR en vez de dar puñetazos a algo. Porque ni un solo puñetazo, menuda desgracia de Batman.

Consciente de que soy una criatura creativa, decido probar el programa de VR que enseñan siempre en todos los salones de arte moderno para demostrar que la VR vale para algo que no sean videojuegos: Tilt Brush, de Google. Usar un trasto de Facebook para usar un programa de Google en realidad virtual debe ser lo más siglo XXI que he hecho en mi vida, pero tengo que decir que Tilt Brush es tremendamente… Decepcionante. Sí, de todos los programas que he probado de pintura o escultura en realidad virtual es el mejor, el más preciso y también el más intuitivo -hay uno, no diré el nombre, que directamente lo primero que te planta al empezar a usarlo es una gigantesca tabla de comandos en realidad virtual, como si esto fuera la pesadilla de cualquier empleado de banca- pero sigue sin ser lo suficientemente preciso y la textura del trazo que podéis ver en cualquiera de los proyectos realizados con el software la pone el propio programa, con lo que creo que todavía le queda bastante. Si sumamos a todo esto la famosa rejilla -porque todo lo que vemos en las gafas está sometido a una rejilla de cuadraditos de la que podemos abstraernos más o menos más fácilmente que de modelos anteriores, pero que sigue estando ahi dando el aspecto de «irrealidad»- y a que el Rift S usa un solo panel para los dos ojos, con lo cual hay cierta aberración cromática -bleed, que se llama- en los laterales, no aconsejo que uséis esto si sois muy exigentes con los colores. Y siendo artistas, lo seréis.

Hay unos cuantos pintores currándoselo en Tilt Brush, espero que Google les esté pagando bien o por lo menos algo…

Pero bueno, que narices, vamos a lo importante que M’Rabo ya me está dando codazos en el bazo: EL PORNO. Sí amigos, porque aquí no vamos a hablar de que los reproductores de video multimedia te ponen auténticas salas de cine de realidad virtual en los que vuestras películas de formidables resoluciones de 4K se ven pixeladas al fondo de la habitación, ni de conciertos en realidad virtual que se ven estupendamente en 3D y es como si estuvieras allí con los cantantes -eso si, más te vale que el video esté como minimo a 4K y preferiblemente a 5 u 8k o lo verás todo como si esto fuera el youtube de 2004- lo importante es el porno. Señoras con tetas enormes meneandose en realidad virtual y criaturitas poniéndote los genitales en la cara hasta dejarte bizco y que acaban siendo el verdadero «benchmark» de si la tecnología va a funcionar realmente… Pues… Todavía le queda. Básicamente porque sí, es cierto que el personal en los inicios de internet se daba gustito hasta con los videos de real player y con minúsculos gifs animados, pero como decía antes, un video de 360º o 180º en realidad virtual necesita una resolución muy grande, lo cual se traduce en equipos potentes, en mucho espacio en disco duro y en que todo tiene un coste demasiado elevado para una actividad que, a fin de cuentas, se puede solucionar mucho más discretamente con un video en 2D y sin riesgo de que te pillen en medio del fregado o que te hagas daño de la manera más tonta; no nos engañemos, ponernos un casco de realidad virtual es algo que da demasiado trabajo para «un rato tonto».

Yo es que no podía poner otra imagen relacionada con el tema sin arriesgarme a que me quitaran el hosting…

Porque al final la VR viene sin seguro médico, con lo que acabamos usándola sentados. Y para eso, lo mejor y la verdadera «killer app» de VR siguen siendo los simuladores de coches y aviones/naves, de los cuales no hay muchos -los simuladores ya se sabe que no están de moda- y que con un buen volante o palanca dan una gran experiencia, y a mucha distancia queda el resto; juegos de plataformas con elemento «VR» como Moss -en el que controlas a un ratoncillo que se mueve como si eso fuera el Supermario Bros, pero al que ayudas moviendo objetos con los mandos y fisgando por un escenario en 3D- o recuperas clásicos de la Wii como Wii Boxing en la figura de Creed, el videojuego del pupilo de Rocky y que vaya, no está nada mal y con el convalidas alguna sesión del gimnasio.

Habría que crear algun sistema para que notaras mejor cuando te pegan a ti un puñetazo, un sistema que no doliera mucho…

Sin embargo -y esto es una exclusiva de Oculus- el mejor videojuego que he visto en todo esto es Vader Immortal, juego en el que te mueves por el escenario con los analógicos, vas resolviendo minijuegos mientras exploras el castillo de Darth Vader y en el que sí, efectivamente, tienes combates a sables láser para hartarte. Eso sí, es un juego episodico por 10 dólares/euros, pero ya dura bastante más que el Arkham VR y tiene bastante más interés, sobre todo porque aunque también sea un juego en el que «te llevan de la mano» lo disimula bastante mejor y por lo menos tienes la ilusión de que entre hackeos y sablazos te estás moviendo por un escenario trabajado y con sentido. Y que narices, tener a Darth Vader respirándote en tu jeta es una experiencia bastante más impresionante que ver al Joker o al Batman de Rocksteady, que desde luego no te pueden hacer tilín de la misma forma en la que te lo podrían hacer los de Bruce Timm o Jim Aparo.

Hasta pixeladito da cosica, que no deja de ser Darth Vader.

Así que mi conclusión final es que no, que no merece la pena esto de la realidad virtual. Las cosas están muy verdes todavía, muy caras, muy aparatosas -hay versiones sin cables, pero tampoco llegan- y hasta que no tengamos videojuegos 2D que se muevan a 8k en tiempo real no creo que la cosa esté en su sitio, sobre todo si no mejoran la tecnología de las pantallas lo suficiente como para que dejemos de ver los cuadraditos o se corrija el que los laterales de las lentes se vean tan borrosos; esto es una realidad, sí, pero sigue siendo una realidad aparatosa, mala para las cervicales y que sigue sin dejarnos mirar por el rabillo del ojo. Si sumamos a todo esto que efectivamente, el hardware sigue fallando y en un par de semanas he tenido que reinstalar las gafas o reiniciar varias veces para que el cacharro funcione, pues como que a uno se le quitan mucho las ganas de seguir en el futuro. Que ojo, estoy convencido de que el futuro va a seguir necesitando reinstalaciones y reinicios como el presente y que tal vez estemos buscando lo imposible, porque al final pretendemos meternos en Tron o en Matrix sin pantallazos azules, y tiemblo ante la idea de que aún sabiendo eso -y otras cosas mucho peores- en unos años nos inyectemos un invento de Facebook a nuestra corteza cerebral…

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CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto

Yo mi primer y único contacto con el VR, porque no tengo presupuesto para permitirme nada parecido, fue en Estonia cuando fui este verano a hacer un curso a la universidad de Tallin. En los centros turísticos tenían algunas gafas que decidí probar a ver qué tal y sinceramente, creo que el VR hoy día ya es viable en ciertos aspectos. En el turismo, por ejemplo, poder darte un garbeo, sobre raíles, por el centro histórico de Tallin a lomos de un unicornio volador (no miento, algo se fumaron los programadores, quien te guía por la ciudad es un unicornio), en 4k y mientras se despliega información y nombres de todo a lo que miras (la catedral, el barrio católico, el puerto a lo lejos, etc) era un gozo y un disfrute. Había algunas funciones más en las que explicaban cosas sobre el país, sentándote con la misma presidenta en su despacho para que te explique su política nacional de impuestos a las startups o viendo un baile tradicional a vista de pájaro.

Luego en la propia universidad vi proyectos de investigación en HCI (human computer interaction) con VR que eran una auténtica pasada, vale que eran todavía prototipos, pero había desde escenarios relajantes que se adaptaban a tus niveles de estrés midiendo con otros sensores incorporados a programas de VR con usos médicos para enfermedades mentales concretas. Una auténtica maravilla ver lo que hacen en esa universidad, la verdad.

Lo que quiero decir, es que el VR hoy en día ya es una tecnología que está bastante bien y que podría tener un presente en ámbitos transversales totalmente a lo esperado, turismo, educación, medicina, etc, pero claro, como en todas las tecnologías, todo eso viene después. Primero vienen los usos militares, donde se usa el VR combinado con visión real (realidad aumentada) para que los pilotos tengan visión 360° en los F-22, por ejemplo, con información tiempo real y un hub muy a lo Iron Man (de hecho, si no voy equivocado, para las películas consultaron a técnicos del ejército para ver qué le ponían al hub, toda la info que sale en las pelis dentro del casco es información que podría salir en un dispositivo como una armadura así). Luego vienen los usos de ocio, videojuegos e industria del entretenimiento (porno incluido), que son los que de verdad pondrán pasta en hacer que el hardware y el software avance para uso civil y común, industrias en las que aún está muy verde, como bien indicas en el artículo. Finalmente viene su implementación en todos los demás ámbitos. La lástima en este caso es que ya se podría estar usando la tecnología actual en esos aspectos, o al menos estaría lista mucho antes de que sea realmente disfrutable jugar a algo con eso.

Pero vamos, que con los móviles e internet pasó lo mismo, no es nada nuevo.

CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  CapitánPescan0va

Otro punto a destacar (y dejo de dar el tostón, pero es que por primera vez es un tema que comentáis en el blog del que puedo hablar largo y tendido con fundamento, que si no no suelo comentar) es lo difícil que es hacer un juego para VR. Es decir, no sólo son las limitaciones de hardware y software, es que es una forma totalmente nueva y diferente de jugar y claro, eso hace que no puedas hacer juegos como los haces para otras consolas, porque el jugador no va a jugar con mando tradicional. Por eso las third parties lo han tenido tan difícil con Nintendo desde la DS, la Wii, etc, para hacer buenos juegos para esas consolas. De nada me sirve que la DS tenga pantalla táctil si lo único que vas a hacer con ella es permitirme navegar por los menús con el stylus y toda la acción se va a centrar en la pantalla de arriba y se va a controlar con botones. De nada me vale que saques un Monster Hunter en Wii si me lo vendes en pack con el mando tradicional, avisando así de forma «sutil», que la jugabilidad no utiliza en absoluto los característicos mandos de Wii y sus funciones y que es más cómodo jugar como toda la vida. No digo que un juego de ese tipo no sea bueno, sólo que es bueno «a pesar de estar en esa consola», que precisamente las de Nintendo no destacan por la potencia, de modo que su principal atractivo es su característica jugabilidad. Por es Wii Sports me parece un juegazo de Wii, pero un juego pobre en general pues sólo eran mini juegos, y el Monster HunterTri, me parece un juegazo «a pesar» de estar en Wii. Luego había juegazos de Wii que eran juegazos de verdad, como Mario Galaxy.

Volviendo al tema de las VR, es muy complicado hacer un juego en el que de verdad merezca la pena jugar con las gafas. Las empresas no están muy interesadas en invertir tanto es hardware como en innovación jugabilística. Y las desarrolladoras indies, que tendrían el potencial de hacer algo original, no tienen el capital para arriesgarse de esa manera con el VR. Finalmente creo que el cambio de paradigma se dará cuando alguna triple A le dé dinero a alguna de sus empresas asociadas, como Ubisoft a los que hicieron Child of Light u Ori and the Blind forest, que parece mentira que las haya hecho Ubisoft, y éstos hagan algo realmente original y rompedor que las demás empresas puedan «copiar». Pero para eso ya digo que hacen falta algunos añitos y abaratar costes.

Y en el porno… Pues Pornhub parece más interesado en sus campañas de ecomarketing que en invertir en VR, que ojo, vivan sus campañas de concienciación ecológica. Cuando una empresa pornográfica hace más por el planeta que los gobiernos de muchos países, es que algo va mal.

CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto

Vale, patinazo con lo del Ori (lo que tiene no haberlo jugado y sólo haberme comido el libro de arte).

La verdad es que no sé quién puede dar ese golpe en la mesa en lo que a jugabilidad se refiere. Nintendo siempre ha apostado mucho por eso, pero creo que no tienen ningún proyecto en VR de importancia. Y Sony… No lo sé, no los veo. Los indies es que hacen lo que pueden con el dinero que tienen, cuando me he referido más a que suelen ser ellos los que aportan frescura a la industria, ya sea en arte, historia o jugabilidad, pero tampoco sé si han hecho algo interesante con el VR (ya te digo, en lo que a juegos respecta, el VR es bastante «discretito» y no voy muy enterado de qué tiene, por eso me ha gustado leer en el post en qué estado está el VR «casero»).

Y lo que comentas de lentillas… Uf, eso ya sí que es lanzarse a «ciencia ficción» ahora mismo, dado que ya están teniendo problemas para implementar realidad aumentada en lentillas, como para VR. Me suena que hay un par de proyectos en alguna parte de lentillas del estilo, pero están la mayoría en la fase PowerPoint o prototipo inviable. Hasta que el grafeno no entre en la industria, no creo que se avance mucho en ese aspecto. Y sí, yo llevo gafas desde hace 10 años y he sido incapaz de probar lentillas de la grima que me dan, como para ponerme pantallas… Mejor que vuelvan a sacar las Google Lenses bien hechas y arreando.

CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto

No, si en casa hoy en día no valen para mucho, eso ya lo has dejado claro en el post, pero quería mencionar los otros aspectos en los que está el VR ahora mismo en otros sectores.

CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto

Es que el modo ese «histórico» que metieron en los últimos, ese que quitaba la parte jugable a pasear y descubrir los escenarios que querían meter en colegios y tal, el polémico modo aquel con sus censuras, en VR sería bestial.

The main man
The main man
4 años han pasado desde que se escribió esto

yo pienso que estaremos a por lo menos dos generaciones más de gafas para que la tecnología esté madura y se resuelvan los problemas que esta tiene, el problema lo veo en si llegaremos a que se hagan esas generaciones, y pienso que el porno será la clave en ello, ya ha sido el árbitro en guerras de formatos y punta de lanza en eso del contenido en streaming

The main man
The main man
4 años han pasado desde que se escribió esto

nos quedan unos cuantos años y unas cuantas generaciones de gráficas para que esto funcione como es debido , de hecho pienso que nvida y amd deberían involucrarse más en esto , ya que es una buena excusa para que la gente se deje 1000 pavos en sus gráficas pata negra

CapitánPescan0va
CapitánPescan0va
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  The main man

Si el porno fue una de las impulsoras de la subida de velocidad en internet para poder consumir/descargar contenido multimedia con rapidez y comodidad, no veo por qué no puede impulsar el siguiente salto técnico a nivel gráfico.

Al final habrá que agradecerle todos los avances tecnológicos a las guerras y al porno.

Save
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4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  CapitánPescan0va

Que el porno sea causa de progreso y no solo la guerra ya es un avance en sí mismo.