Ya desde el primer numero quede encantado con lo que estaban haciendo Grant Morrison y Liam Sharp con Green Lantern, devolviéndole al personaje un sentido de la aventura y de la maravilla (ese sense of wonder del que hablan los yankis) que hacia tiempo que no tenia la serie. Pero es que ademas de eso ambos autores se han dedicado también a ir reparando poco a poco algunos de los desaguisados cometidos por editores y autores poco competentes para devolverlos a los que debían ser. Algo de lo que ya habíamos visto una pequeña muestra hace tan solo un par de meses con otro de mis personajes favoritos de DC, y que el mes pasado llego a su punto álgido (hasta ahora) con la recuperación de una de las amistades mas entrañables de DC. Y es que en manos de Morrison y Sharp Green Lantern y Green Arrow han vuelto a ser sencillamente Hal y Ollie.
Con estas cosas ya se sabe que hay que ser algo precavidos, que pese a que Morrison y Sharp afirman que su serie esta plenamente integrada en la continuidad actual de DC, mañana se le pueden cruzar los cables al editor de turno y decidir que no, que esto es una cosa especial tipo Elseworlds y que hay que mantener la morralla del New52 para que el frágil ego de algún jefazo que otro no sufra. Pero teniendo en cuenta el alto perfil de Morrison y que muchas de sus ideas mas locas se han conservado en continuidad (aunque en buena medida solo porque Scott Snyder sigue inspirándose mas de la cuenta en su trabajo) voy a cruzar los dedos para que se respete lo que están haciendo en The Green Lantern aunque contradiga los últimos años de DC, que por una vez estos cambios bruscos y contradictorios van en la buena dirección. Pero estoy divagando. Yo lo que venia a contar es que me encanta The Green Lanten, la serie en la que Morrison y Sharp no solo le están devolviendo a Hal Jordan el interés que había perdido en los últimos años, sino que de paso están aprovechando para arreglar algunos personajes y relaciones que las malas decisiones editoriales se habían cargado.
Primero lo pude disfrutar con Adam Strange, uno de esos personajes a los que peor le sentó el New52, teniendo que sufrir el borrado de toda su continuidad y familia, ser rediseñado con un traje horrible que traicionaba por completo la esencia del personaje y que incluso Alanna se viese afectada por ello, siendo ahora una mujer terrestre a la que acababa de conocer y que no tenia nada que ver con Rann. Algo que a Morrison, como gran fan de la Silver Age, le debió sentar como una patada en la boca, ya que el Adam Strange que encontramos en esta serie difícilmente podría ser mas clásico, tanto que Morrison y Sharp han querido rizar el rizo y en lugar de devolverle su traje mas tradicional le han puesto una variante del primerísimo uniforme que vistio, uno que solo llevo en tres portadas de Showcase y que jamas vistió en el interior del cómic (que poca comunicación debía haber en aquella serie) Pero uniforme aparte lo mejor fue ver que este Adam no era un novato recién llegado, sino que volvía a ser un héroe veterano, que Alanna volvía a ser la Ranniana hija de Sardath y que ellos estaban casados y eran padres de Aleea.
Y si ese ctrl-z tan necesario me había encantado, lo mejor estaba por llegar. Y es que entre ese embrollo de malas decisiones editoriales una de las mas absurdas y que menos entendí fue el de la anulación de la relación entre Green Lantern y Green Arrow, sobre todo teniendo en cuenta que había sido la base para uno de los mejores cómics de la editorial en las ultimas décadas. Pero no, en el New52 no había sitio para eso y uno casi podía contar con los dedos de una mano los encuentros entre ambos personajes, siendo lo mas relevante lo que hizo Benjamin Percy en la serie de Green Arrow donde hizo lo que pudo para devolver a los lectores algo de esa amistad.
Aunque se ve que a Morrison le dejan hacer cosas que a otros autores no (y a pulso se lo ha ganado el escoces) y donde otros tenían que andarse con sutilezas y guiños nostálgicos, Morrison ha arrasado con todo para dejarlo todo como debía ser. Porque yo no me atrevía del todo a esperar que Morrison repitiese con estos personajes lo que había hecho con Adam Strange, pero por suerte ha sido una de esas ocasiones en las que me he alegrado un montón de estar equivocado. Y es que por fin, tras años de tener que soportar algunas aberraciones con poco sentido, las cosas han vuelto a ser como debían y Hal y Ollie vuelven a ser dos viejos amigos que han vivido de todo juntos.
Pero el cariño de Morrison por la Silver Age ha provocado que pese a que recupera esta entrañable amistad de la “Edad de Bronce”, Green Lantern y Green Arrow protagonizan una desquiciada aventura que aunque con guiños constantes a sus historias mas clásicas (con muchas referencias a las drogas y al trafico de estas en un evidente homenaje a los problemas de Speedy en aquellos años), la historia no deja de ser una actualización de aquellas historias que podrían haber firmado Gardner Fox o Julius Schwartz con alienigenas grotescos, planes absurdos y una resolución que en manos de otros autores podría haber sido ridícula, pero Morrison y Sharp consiguen salir airosos de todo ello.
Y todo dejándonos claro a cada momento que estos son los Hal y Ollie de “siempre”, los que han sido amigos durante años pese a ser muy diferentes en muchos aspectos, los que se han enfrentado a todo y lo han superado, y que tienen pendiente repetir un día su viaje en camioneta a través del país. Porque si, el Green Lantern/Green Arrow de O’Neill y Adams vuelve a estar en continuidad (de momento, pero crucemos los dedos) y eso del New52 cada vez parece mas un mal sueño fruto de una indigestión.
Con series así da gusto seguir leyendo cómics de superhéroes, con autores que en lugar de pensar que la continuidad y las pasadas historias son un lastre, las tratan como cimientos sobre los que seguir construyendo en lugar de derribarlo todo de nuevo para volver a empezar, El Hawkman de Venditti y Hitch es un gran ejemplo de ello. Aunque luego la misma editorial nos da una de cal y una de arena, y del mismo modo que dejan barra libre a Morrison para que recupere los elementos del pasado que se habían dejado de lado, parece que le han dado la misma libertad a Bendis para resetear de nuevo a la Legión de Superhéroes en lugar de devolvernos a su versión mas clásica (aunque espero estar equivocado de nuevo y que solo sean rediseños raros de trajes y no un empezar de cero OTRA VEZ) Pero lo que no me va a quitar nadie es el haber recuperado de nuevo la ilusión por leer mes a mes la serie de uno de mis personajes favoritos.