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Prodigy: Las aventuras del hombre del renacimiento de Mark Millar y Rafael Albuquerque

Tras el cambio de la contraseña del router, desenchufar la antena de la tele y el racionamiento de la comida, no me ha quedado mas remedio que ceder ante el chantaje terrorista de Diógenes y reseñar algo de lo que a el le gusta, cómic estadounidense del actual. Así que voy a comentar que me ha parecido una serie que llevo leyendo varios meses y de la que estoy disfrutando bastante. Se trata de Prodigy, la nueva serie de Mark Millar (que ni es Ingles y como esta a favor de la independencia de su Escocia natal voy a considerarlo como no Británico para que Diógenes no me censure) para su sello Millarworld y que ofrece lo habitual en estos casos, una historia autocontenida, frenética, divertida y sobre todo muy vendible y que ademas mantiene la mas que agradecida tendencia de los últimos años de Millar de presentarnos una historia optimista y luminosa. Un cómic en resumen que no va a revolucionar nada ni probablemente vaya a crear historia, pero con el que llevo cuatro meses pasándomelo la mar de bien que no es poco.

Y debo reconocer que la portada del primer numero engaña un poco sobre el tono del cómic y casi paso de el

Edison Crane es probablemente el hombre mas importante del planeta, poseedor de un nivel de inteligencia que empequeñece al de los mayores genios de la historia ganador de varios premios Nobel, exitoso hombre de negocios, consumado artista marcial, prodigioso cirujano, compositor, atleta olímpico… Pero una mente como la suya necesita estar en constante desafío para no anquilosarse, lo que sumado a que es un adicto al peligro ha llevado a Edison a poner sus incontables talentos al servicio de la humanidad, sin importarle si se trata de algún gobierno con un problema insalvable o de un niño que quiere comprobar si es capaz de realizar una acrobacia imposible en moto. Pero cuando una antigua profecía empieza a cumplirse a través de invasores de un mundo paralelo Edison Crane tendrá que forzar sus talentos al limite si quiere detenerles.

Definitivamente Edison es un hombre capaz de todo

De Mark Millar se podrán decir muchas cosas, que salvo contadisimas excepciones ya solo lanza series limitadas a lo loco, cambiando constantemente de genero y en muchos casos con pocos atisbos de continuación o que todo esto solo obedece a su afán de tratar crear productos fácilmente vendibles con la esperanza de vender sus derechos al cine o a la televisión. Pero lo que yo al menos no le puedo negar es que me lo paso de miedo con casi todo lo que hace, o mas bien con todo lo que hace desde que decidió abandonar hace ya tiempo aquella faceta suya hiperviolenta y oscura. Y Prodigy encaja como un guante en esta ya no tan nueva etapa de Millar, la premisa es atractiva y tremendamente familiar, la acción frenética, y su protagonista es difícil que nos caiga mal.

No es una mala filosofía de vida

Pero aunque el armazón de Prodigy no deje de ser el mismo que Millar ha estado repitiendo en buena parte de sus últimos trabajos, seria injusto no reconocerle sus méritos mas allá de que nos haya dado un cómic muy divertido. Para mi el mayor hallazgo ha sido comprobar que los temores que sentí cuando supe de la premisa del cómic estaban infundados. Y es que en los últimos años parece que se ha puesto de moda mas que nunca el tópico del genio borde y antipático que muy en el fondo es buena gente, pero aquí nos encontramos con algo que se encuentra en las antípodas de ese tópico. Y es que Edison Crane pese a su genio sobre humano y a su interminable lista de talentos es pura empatiaia, se trata de un hombre que se desvive por los demás, al que le merece la misma importancia el deseo de un niño que todo un país y que incluso ayuda a los secuaces de sus enemigos a rehacer sus vidas.

En estos tiempos en los que gilipollas dicen que un héroe que no mata a sus enemigos no es realista da gusto encontrarse con personajes como Edison Crane

Todo esto enlaza con otra de las facetas del Millar actual, su habilidad (o su caradura que dirían otros) para reutilizar o rehacer viejos conceptos. Y si Huck no dejaba de ser Superman, el protagonista de Starlight era un Flash Gordon semi-crepuscular y en The Magic Order prácticamente nos encontramos con una Zatara Family, es difícil leer Prodigy y no darse cuenta prácticamente al instante de que estamos ni mas ni menos que ante una actualización de todo un clásico como Doc Savage. Sus talentos multidisciplinares tanto en el terreno físico como en el intelectual, su ansia por ayudar a los demás (aunque aquí se justifique con su necesidad de ejercitar su mente) incluso esa generosidad que le lleva a empatizar con los criminales con los que se enfrenta hasta el extremo de rehabilitarles (aunque sin llegar a lobotomizarles como hacia el Hombre de Bronce) todo ello nos recuerda inevitablemente al viejo héroe de los Pulps. Si, quizás todo lo que nos da Millar en el fondo nos suena un poco a ya visto, pero obtiene tan buenos resultados que al menos a mi me da un poco igual.

Los viejos héroes nunca desaparecen del todo

Y como es habitual en la obra de Millar, este siempre se rodea de los mejores colaboradores en el terreno artístico, siendo en este caso un viejo colaborador, Rafael Albuquerque, con quien ya habia trabajado en Huck. Este se desenvuelve como pez en el agua tanto con las escenas de acción mas clásica como en las de violencia brutal (Millar aun conserva viejos tics) que no son pocas, como con los momentos de relajación en los que solo encontramos a personajes charlando y sin que decaiga el ritmo de la lectura. Y ademas recrear los innumerables y exóticos escenarios de las aventuras de Edison que le llevan desde a las entrañas del Kremlin a misteriosos templo submarinos. Todo un despliegue de talento que da gusto admirar.

Empatia le sobra, pero cuando no queda mas remedio que repartir palos los reparte como nadie

Si, quizás se pueda decir de Millar que no busca la originalidad y que se limita a rehacer ideas y conceptos que llevan años dando vueltas por ahí, pero mientras siga siendo capaz de darle nuevos giros a esas ideas, o al menos a darles giros que hace mucho que se habían abandonado y siga dándonos cómics tan divertidos, emocionantes y con ese sabor tan clásico, voy a seguir admirando su trabajo. Así que si alguien esta buscando una lectura ligera, corta y divertida con la que pasar un buen rato, Prodigy es el cómic perfecto para ello.

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