The Thirteenth Floor: John Wagner, Alan Grant, José Ortiz y el horror en la comunidad de vecinos

Siguiendo con mi repaso de los clásicos del cómic británico, hoy toca repasar un clásico del que hasta hace poco desconocía por completo su existencia, pero que dados los autores implicados no me cabía duda de que seria como poco una lectura interesante. Y de forma no demasiado sorprendente mis expectativas se habían quedado muy cortas, ya que The Thirteenth Floor es un gran cómic de horror que pese a estar enfocado a un publico infantil/juvenil, sus autores supieron forzar al máximo los limites de lo que les estaba permitido mostrar y crearon una obra que leída ahora, treinta y cinco años después, sigue manteniendo el nivel. Así que una vez mas vamos a seguir divulgando estas obras tan inmerecidamente poco conocidas por aquí, que no todo va a ser actualidad.

Con este panorama casi que prefiero seguir viviendo en el sótano de Diógenes

La Torre Maxwell es lo ultimo en alojamiento, un moderno edificio dotado de todas las comodidades modernas controladas por una inteligencia artificial llamada Max cuya principal dedicación es la comodidad y el bienestar de sus vecinos. Unas tareas que sin que nadie lo sepa, y gracias a un fallo en sus sistemas que le ha dotado de libre albedrío y unas habilidades fantásticas, Max ha decidido llevar hasta el extremo, castigando de forma despiadada a cualquiera que amenace la paz y felicidad de sus vecinos. Algo para lo cual Max ha creado el Piso 13, un piso que oficialmente no existe en el edificio por culpa de la superstición y en el que Max puede dar vida a toda clase de horribles y monstruosos escenarios en los que impartir su particular justicia…

Esta claro que es mejor no hacer nada que contraríe a Max

Antes de entrar en materia conviene explicar un poco de donde viene este cómic y porque leído hoy en día resulta tan sorprendente. Originalmente The Thirteenth Floor se publicó dentro de la revista Scream!, que había sido creada en 1984 por IPC (los mismos de Action, Battle o 2000 A.D entre otras muchas cabeceras) y que tuvo una corta vida editorial de tan solo 15 números (Tras lo cual se fusiono con la revista Eagle). Una revista que estaba enfocada a un publico infantil/juvenil, pero cualquiera que conozca otras revistas de la época enfocadas al mismo tipo de publico o algunas de las series de televisión británicas que nos llegaron a España (aun tengo escalofríos cuando me acuerdo de Chocky) sabe que la concepción que tenían los británicos en aquellos años de lo que era un contenido adecuado para el publico mas joven es radicalmente distinta de lo que entendemos hoy en día. Y todo ello pese a que en Reino Unido llevaban sufriendo desde la década de los cincuenta su versión del Comics Code, la “Children and Young Persons (Harmful Publications) Act 1955” que limitaba por ley lo que podían contener los cómics enfocados a niños.

Y pese a todo lo publicaban con portadas como esta

Pero pese a todas las limitaciones que tenían y a las polémicas que la editorial ya había sufrido por parte de anteriores publicaciones, los autores de este cómic, José Ortiz e «Ian Holland», el seudónimo tras el que se escondían John Wagner y Alan Grant (dudo que a estas alturas necesite explicar quienes son), quienes ya escribían tantas series que en IPC les pidieron que se escondiesen un poco para que no diese la sensación de que lo hacían casi todo, se las arreglaron para darle a su público todo el horror y la violencia que estos pedían sin salirse de esos limites, algo que a esas alturas ya debía ser un juego de niños para unos autores curtidos en numerosas batallas similares.

¿Que mejor forma de librarse de unos vecinos criminales que hacer que se maten mutuamente?

Y es que The Thirteenth Floor no es un cómic que se andase con contemplaciones, ya que partiendo de la base de que Max era algo así como el hermano psicópata de Hal 9000, esto hacia que el siniestro ordenador, que era todo amabilidad de cara a sus vecinos, era un torturador que bajo la excusa de hacer justicia se comportaba como un precursor del villano de las películas de Saw. Una labor que fue evolucionando y aunque al principio Max solo buscaba “reformar” a quienes ocasionaban algún tipo de inconveniencia a sus vecinos, pese a alguna muerte accidental que otra, no tardó demasiado en utilizar sus habilidades (que nunca queda del todo claro si se limitaba a crear hologramas o si hay algo mas detrás de los horrores del piso 13) para asesinar sin remordimientos a cualquiera que amenazase a sus vecinos o se acercase demasiado a descubrir su secreto, llegando incluso a manipular mentalmente a sus vecinos para que le ayudasen en sus fines cuando requería de presencia física, todo en nombre del bienestar de la comunidad.

Max es tu amigo… hasta que deja de serlo

Un cómic que ademas contó con un apartado gráfico de autentico lujo gracias al enorme talento de uno de nuestros mas grandes autores y que a estas alturas no debería necesitar presentación, José Ortiz. Un dibujante que antes de labrarse un nombre en España ya llevaba años dando buena muestra de su talento en los mercados estadounidense y británico y The Thirteenth Floor es un gran ejemplo de ello. El por aquel entonces ya veterano dibujante manejaba como le daba la gana la narración de la historia y sabia sacarle el máximo provecho al formato en blanco y negro para jugar con las luces y las sombras, pero donde realmente se lucia era en las escenas de pesadilla que tenían lugar en el diabólico Piso 13. En ellas podía dar rienda suelta a su talento para “romper” la composición de la pagina como mejor le convenía, alejándose de la estructura mas convencional y de plasmar con todo lujo de detalles las grotescas y monstruosas fantasías creadas por la mente cibernetica de Max con un grado tal de detalle y crudeza que incluso a mi me producen mal rollo, y recordemos de nuevo que esto era un cómic para críos.

Solo alguien tan bueno podría conseguir que funcionase igualmente bien el horror mas repulsivo, lo grotesco e incluso lo ridículo

Por suerte este y otros muchos clásicos no han quedado perdidos en el tiempo y están siendo recuperados poco a poco por Rebellion (los actuales propietarios de 2000 A.D. entre muchísimos otros títulos), habiéndose publicado de momento un primer tomo (el primero de unos cuantos, espero) dedicado a las aventuras de Max. Una labor enorme que no me cansare de agradecer por todo lo que me ha permitido conocer y disfrutar y que espero que les lleve a reeditar algunos clásicos de mi infancia como Spider, Kelly o Zarpa de Acero. Pero volviendo a The Thirteenth Floor, animo a todo el mundo que domine el ingles a darle una oportunidad a este cómic, que vale mucho la pena, la edición es mas que buena y de lo mas asequible (en España lo partirían en dos tomos a tamaño mas pequeño y cada uno costaría casi lo mismo que el tomo original) que cuanto mas vendan estas cosas mas clásicos se irán reeditando y eso es bueno para todos (menos para la tarjeta de crédito de Diógenes)

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Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto

A ver si me aclaro, esto es Aquí no hay quien viva/La que se avecina pero a lo EC/2000AD, ¿no?

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5 años han pasado desde que se escribió esto

Yo tiraría de la 13 Rue del Percebe.

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto
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¿No es lo mismo?

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5 años han pasado desde que se escribió esto

Le falta Doña Mariví Bilbao.

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto
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Nuestra musa y verdadero totem espiritual de Brainstomping!

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto
Ismamelón Sobrino
Ismamelón Sobrino
5 años han pasado desde que se escribió esto

Comprad el 83 de los archivos de El boletín para que la cosa cambie y los de Kraken tomen nota. Ya de paso… que en Marvel y DC sigan la vía de los leminos y Panini y ECC se vean en la necesidad de publicar cualquier cosa. Además de las porras de Boñeli y los churros de Legho.
Ismamelón Sobrino

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto

Tristemente la desaparición de Marvel y DC lo que provocaría sería el cierre de ECC y la división de cómics de Panini, que al final esto es como pasó en los 90/00 con el manga, que para las editoriales financiaba la publicación de productos más «arriesgados» de autores españoles.

Ismamelón Sobrino
Ismamelón Sobrino
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Somos distintos, y de los tres yo soy el más guapo:
Me temo que a mí no me interese la historieta de los británicos y sus inglesas madres tanto como la labor que realizaron algunos pocos autores españoles para ese mercado. Los productos que se ofertan actualmente están dirigidos al público de ese país, o, en ocasiones, confeccionados a la medida del marginal sector estadounidense que todavía parece reclamarlos, y, desde luego, se trata de unos productos que responden a las inquietudes de esos lectores y al particular aprecio que sienten por sus series y personajes. También al oportunismo de unos editores que van a esforzarse en destacar precisamente aquellas obras y autores que con mayor facilidad puedan rentabilizar. Para lo que tendrán en cuenta factores tan simples como el grado de popularidad o de aceptación de los autores y de las historias a su disposición. No necesariamente la calidad de las mismas ni lo pertinente de su rescate, y así parece ocurrir a poco que uno trate de buscar o de establecer algún tipo de criba distinta entre esos materiales.
Como aficionado español interesado en la obra de José Ortiz, no son series como esta las que yo rescataría de entre las abundantísimas historietas dibujadas por este dibujante para el mercado británico. Sin duda que uno de esos sifilíticos aficionados ingleses que se criaron leyendo la 2000 AD sería capaz de intentar venderme la genialidad de las tramas y argumentos de una serie como The Helltrekkers. De nulo interés en cuanto al desempeño de José Ortiz y su trayectoria como dibujante. Si acaso resultaría estimable como objeto de coleccionismo para un español por hacerse con algo de Horacio Lalia, un bien escaso dado el integrismo artístico y la cicateria de nuestros editores, aunque tampoco se privilegie en esa historieta el tipo de atmósferas que mejor y más abundantemente ha cultivado dentro de su obra más personal el autor argentino.
Eso es apenas uno de los factores que no llegan a entender los holgazanes de editoriales como Kraken y de ECC. Que de alguna forma insólita todavía existen criaturillas degeneradas en el terruño que logran sobrevivir (no se sabe a base de qué aparte de tebeos) leyendo algunos pocos títulos de su interés sin plegarse del todo a las exigencias de gentes extranjeras, como son los lectores estadounidenses, británicos, o japoneses. Bueno, licencia poética, se supone que los japoneses son poco más que unos electrodomésticos de usar y tirar para sus élites dirigentes… (¡Quememos sus paradas imperialistas en nuestros festivales!; las casetas coreanas también cuentan como japonesas.) Recuérdese la incapacidad de estos dos editores para destacar la presencia de autores españoles en sus tebeos británicos como un modo de promocionarlos, tal como sucedería en cualquier otro país. Incapaces como son de adaptar sus ediciones al público español como llevan haciendo desde siempre los distintos editores que vienen manipulando desde los años ochenta del siglo atrasado todo el pasto de la Marvel. Con esas ediciones que mejor o peor planteadas al menos tienen como público obejtivo para su consumo al lector español.
Pero pongo el pulgar arriba por la respuesta a mi comentario. Aunque venga de unos apaches asimilados como los que gerencian este sitio web. Esto es mucho más complejo que saber o no saber inglés: nos están violando el cerebro y taponando la imaginación con un semen estéril que ya nos sale por oídos.
Ismamelón Sobrino

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto

Mira de verdad, existiendo el digital con el que no se corren ni la mitad de riesgos, me parece de vergüenza lo que están haciendo algunos editores españoles. Tanto en el cómic como en el cine, necesitamos un editor que sepa hacer publicidad, joder. Que hay una identidad iberoamericana, que hay temas que a los franceses y a los anglosajones no les entren ni por aquí ni por allá, y al final resulta que tiene que montarse Marcos Martín un chiringuito con Brian K Vaughan para que Monteys pueda hacer los tebeos que como le da la gana, sin tener que estar hablando semana tras semana de los Borbones y la madre que los parió.
Que el panorama editorial español es como un cocinero al que un día les has dicho que le ha salido bueno el pollo y a partir de ese día te pone todos los días pollo hasta que le coges asco y lo mandas al cuerno, que la viñeta tiene problemas para subsistir hasta en Japón y aquí seguimos pensanso en el tomo de tapas y papel de adamantium para publicar cualquier cosa. ¡Que no, copón, que si quiero probar una cosa nueva el precio me va a echar para atrás!
Pero bueno, en el fondo no te digo nada que no sepas. Si mi cerebro diera de sí aprendería francés y japonés para tener ya los principales idiomas del cómic y tener libertad para leer lo que me de la gana, porque honestamente, con algunas editoriales las ediciones llegan tarde y mal o directamente no llegan; tal cual están las cosas no hay ni punto de comparación con la facilidad con la que puedes seguir el panorama del cómic americano o el japonés comparado con el francobelga o el español, sobre todo si es el de hispanoamérica.

thebaldrocker
thebaldrocker
5 años han pasado desde que se escribió esto

– » … espero que les lleve a reeditar algunos clásicos de mi infancia como Spider, Kelly o Zarpa de Acero»
Palabras mayores, desde luego.
Yo tengo la esperanza de que ECC con la reedición en tomos que está llevando a cabo (aunque no al gusto de todos) de la obra de Jesús Blasco y Hermanísimos, recupere su etapa en «Zarpa». Sería, sin dudarlo, una buenísima noticia. Y ya si nos cayera por aquí «Spider» y «Kelly» sería la hostia! En fin, soñar también se puede.
En cualquier caso, excelente reseña, y me apunto estas referencias tuyas de la Pérfida Albión para buscarlas en su maligna lengua; algo es algo. Salut!
y Rockeros Saludos.

zatannasay
zatannasay
5 años han pasado desde que se escribió esto

Mira tu. yo había leido algunas de estas historias de niño, publicadas por Zinco en unas grapas que he buscado por casa y no encontrado. Me entero ahora que era Ortíz.
Tendré que buscarlo. Había sido junto con Doomlord lo más destacable de esos números.

zatannasay
zatannasay
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  zatannasay

Jorobar, y la de los niños en un futuro devastado por una plaga también va a ser de dibujante español. Trampas de la memoria, que hasta que no lo piensas no lo descubres.

zatannasay
zatannasay
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Pues no era Zinco. Era de MC. sabe Dios en que trastero tendré les números 2 y 6, que eran los que tenía.
House of Daemon si que salió en Dossier Negro y ahora lo enlazo también con Ortíz. Es al verlos en blanco y negro que reconozco a Ortíz, el color de MC parecía puesto con lápices de cera ultragruesos, tapaban muchísimo el trazo.
El de Survival te lo recomiendo mucho, tiene páginas memorables.

zatannasay
zatannasay
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Doomlord Photostories by Paul Scott.
Que esta burrada la publicasen en los Mortadelo.
Alucinante

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  zatannasay

PESADILLAS ME DABA EL HIJO DE PUTA!! Y la de madres que pondrían el Mortadelo en la lista negra por la chorrada! Hace falta ser gañán!

Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Normal, nadie en su sano juicio quiere eso ni pirateado!