A estas alturas no hace falta que expliquemos por aquí lo enorme que era Jack Kirby o lo mucho que le admiramos por aquí, así que podre ir al grano con una de mis relecturas mas recientes; otro de los clásicos de Jack Kirby en su etapa en DC Comics, Omac. Un cómic que tristemente no contó con el suficiente apoyo de los lectores como para permitir su desarrollo y tuvo un abrupto y desgraciado final tras solo ocho números. Pero fueron ocho cómics en los que Kirby dio lo mejor de si mismo en una historia que aunaba toda la espectacularidad y grandiosidad de su dibujo con ese punto de locura y excentricidad que pocos como el han sabido dominar. Así que vamos a recordar que fue lo que hizo grande a este Ejército de un Solo Hombre que merecía haber gozado de mejor suerte.
En el mundo que esta por venir la tecnología domina todos los aspectos de la sociedad y las grandes corporaciones acumulan un poder inimaginable. Un futuro en el que solo los anónimos agentes de la Agencia para la Paz Global mantienen la paz y el orden y para cumplir con su misión con mayor efectividad han decidido crear al agente definitivo. Un soldado perfecto creado por la avanzada tecnología del satélite conocido como Hermano Ojo y que mediante la cirugía electrónica ha transformado a un don nadie como Buddy Blank en el soldado definitivo, en un ejercito de un solo hombre, el agente conocido como…Omac. Pero es posible que ni las extraordinarias habilidades de Omac ni la ayuda de Hermano Ojo puedan hacer frente a los increíbles desafíos que acechan en ese futuro no tan lejano…
El origen de este cómic no podría haber sido mas peculiar, ya que básicamente surgió de la necesidad contractual de Jack Kirby con DC de producir quince paginas de cómics semanales (sesenta al mes, muchos otros dibujantes perderían la cabeza ante semejante carga de trabajo) y tras la cancelación de New Gods este necesitaba una nueva serie que ocupase su lugar. Para ello en vez de añadir otra pieza mas al inmenso puzzle que fue su Cuarto Mundo, Kirby opto por otro camino, rescatar algunas de las ideas que había tenido para una nueva encarnación del Capitán América pero que nunca llevo a cabo en ninguna de sus etapas en Marvel.
Y es que basta un vistazo superficial al cómic para darse cuenta de que los paralelismos entre ambos personajes son innegables. Tanto Steve Rogers como Buddy Blank eran unos don nadies, dos tipos escuálidos y nobles a quienes sus respectivos gobiernos consideraron los mas capacitados para ser algo mas, y tras un experimento gubernamental ambos se convirtieron en supersoldados. Básicamente Kirby le aplico un giro ultra futuristico a su creación mas famosa y de nuevo acertó de pleno con ello. Su Omac contenía todas las claves de la obra de Kirby que hemos aprendido a adorar, era espectacular y extravagante, grandioso y divertido, repleto de acción sin limites y de una imaginación desbordante, y bajo esa apariencia de diversión sin complejos una capa de critica social que no pasa inadvertida.
Los enemigos a los que se enfrenta Omac son grandes corporaciones anónimas que abusan de su poder y para quienes consumidores y empleados son poco mas que mercancía, multimillonarios que utilizan su riqueza para tratar como a basura a todos aquellos que consideran por debajo de ellos, Mafiosos para quienes la gente de a pie son prácticamente accesorios de usar y tirar… Básicamente es una constante sucesión de gente con poder que abusa de aquellos que no lo tienen, de matones que se ceban en los mas débiles, y ante quienes solo puede hacer frente alguien como Omac. ( Y cualquier que conozca un poco sobre la vida y personalidad de Kirby no le costara darse cuenta de que en esencia todos estos héroes tenían mucho de el mismo)
Todo esto como no, venia envuelto en la habitual espectacularidad visual de un Jack Kirby al que se le daba como a nadie crear tecnología y maquinarias imposibles y que se movía como pez en el agua en una historia con una ambientación como esta que le permitía soltarse a gusto. Pero como señalaba al comienzo, esta creación suya tampoco acabo de conectar con los lectores y tuvo un injusto final que dejo a Omac en medio de un enorme cliffhanger, uno que con los años otros autores han tratado de resolver.
Y es que como el resto de creaciones de Kirby, Omac también ha perdurado a lo largo de los años. Byrne realizo una miniserie con un corte mas adulto en la que ato los cabos sueltos que quedaron en la serie original. Y ya mas en la linea de la serie clásica, tenemos el quinto numero de Bug! the Adventures of Forager #5, donde Mike Alllred, reconocidisimo admirador y a su modo casi heredero de Kirby, le dio a aquel cliffhanger una mas que satisfactoria conclusión. Lamentablemente otros autores no han sido tan respetuosos y han convertido a Omac, o mas bien a la idea detrás de el, en poco mas que una excusa para convertir a Hermano Ojo en un villano de segunda y al propio Omac en poco mas que un Hulk azul y con cresta. Cosas de esa DC que a veces parece incapaz de saber que hacer con el enorme legado que tienen entre sus manos.
Pero lo que no nos podrán quitar nunca es el recuerdo de un personaje de efímera vida que pese a nacer como un relleno en una cuota semanal de producción, su creador no lo trato como a algo secundario y volcó en el toda su imaginación y creatividad, dándonos a un personaje que aunque podría (debería) haber sido algo mucho mas grande de haber tenido la oportunidad, nos queda una corta serie repleta de enormes ideas que nos recuerdan que a Jack Kirby el mundo editorial en demasiadas ocasiones se le quedo pequeño.