Extremity de Daniel Warren Johnson – Buscando la paz en medio de una guerra sin fin

Hoy para variar no voy a hablar de un cómic del que he leído su primer numero y me ha gustado, sino de una serie que he leído mes a mes durante un año hasta llegar a su conclusión este mismo mes y que me ha entusiasmado de principio a fin, el Extremity de Daniel Warren Johnson. Una fabula de ciencia ficción y fantasía que Johnson ha utilizado para transmitir un mensaje anti belicista mientras nos ha tenido un año enganchados a una historia apasionante y visualmente espectacular que vale mucho la pena leer.

De lo mejor que he leído el año pasado

En un futuro tan lejano que las razones por la que el mundo esta destruido son historia antigua y olvidada, lo que queda de la humanidad se ha dividido en clanes que luchan entre si por el control de los escasos recursos que quedan y porque tras generaciones de lucha sin fin ya no saben vivir de otra forma. Un mundo en el que no parece haber sitio para gente como Thea, cuyos sueños de ser artista fueron destruidos, como los de tantos otros, por esa guerra absurda cuyos orígenes ya nadie recuerda. Pero es también un mundo en el que queda un pequeño resquicio para la esperanza que podría cambiar para siempre la vida de todos los clanes siempre que esa guerra absurda no lo acaba consumiendo todo primero.

Y al final todo sirve solo para que los inocentes sufran

Antes de leer este cómic no tenia ni idea de quien era Daniel Warren Johnson, pero tras haberme leído este cómic hasta el final, se ha convertido en un autor cuya carrera voy a seguir muy de cerca. Y es que con este cómic, pese a partir de muchos tópicos y lugares comunes en el genero, incluyendo eso de “las nuevas generaciones nos salvaran”, Daniel Warren Johnson ha conseguido algo que no todos los autores son capaces de hacer, que me importen sus personajes. Un elemento importantisimo en cualquier historia que aquí ademas se ve envuelto en un gran saber hacer y en manejar con mucho talento todos esos elementos que a todos los aficionados al genero nos resultan mas o menos familiares para construir una gran historia.

Unos personajes tremendamente humanos son la mayor baza de este cómic

Aunque lo mejor para mi ha sido el mensaje de la misma, un mensaje que si que puede resultar algo simple pero no por ello menos real, que todas esas divisiones que creamos, esas diferencias que vemos en el otro, son una autentica imbecilidad que a la larga solo acarrean tragedia. Esto es algo que queda perfectamente reflejado en los dos clanes protagonistas, los Roto y los Paznina, que se odian porque siempre se han odiado, y a quienes no les importa nada mas que destruir al otro incluso si eso supone destruirse a si mismos, una loca carrera hacia la autodestrucción que ha convertido a cosas como el arte o la cultura en algo prescindible ya que lo único que importa es la guerra.

Porque derramar mas sangre arreglara las cosas..

Pero ademas Extremity es un cómic que visualmente resulta espectacular. El estilo de Johnson es increíblemente detallado y brutal, no haciendo ascos a mostrarnos con toda su crudeza los horrores de esa guerra que ha arrasado el mundo, reflejando con mucho detalle como la tecnología de estos clanes deriva mucho de canibalizar los restos de las civilizaciones previas o dar vida a criaturas increíbles nacidas del apocalipsis. A nivel estético ademas se nota y mucho no solo la influencia de películas como Mad Max a la hora de reflejar la vestimenta, tecnología y armas de estos clanes post-apocalipticos, sino una enorme influencia del cómic japones. A lo largo del cómic encontramos escenas que parecen surgidas del Akira de Otomo, y a lo largo de toda la serie el trazo de Johnson me ha recordado a un Masamune Shirow mas legible, que se centra en la historia que esta contando y no se pierde en los detalles. Unas influencias, reconocidas todas por el propio Johnson, a las que habría que añadir la de Miyazaki, de quien no me cabe duda que es la raíz del fuerte mensaje pacifista de Extremity.

Y ademas es brutal como pocos

Resumiendo, que todo el mundo corra a leerse Extremity, que son solo doce números (que Johnson publico de forma puntual mes a mes, saltándose solo uno, pese a encargarse del guion y el dibujo, ya podrían aprender muchos de su ejemplo) que se leen de un tirón, nos ofrecen una gran historia y nos permiten descubrir a un autor completísimo cuya carrera habrá que seguir muy de cerca, que lo que me he encontrado aquí me ha dejado con ganas de mas.

Suscribirse
Notifícame de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

5 Comments
más antiguos
más recientes más votados
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
Diógenes Pantarújez
Admin
6 años han pasado desde que se escribió esto

Lo antimilitarista mientras no sea como en la Tumba de las Luciérnagas todo va bien, que incitar al suicidio por depresión debería estar penado por la ley!

zatannasay
zatannasay
6 años han pasado desde que se escribió esto

Aparte algo debio pasar. Porque yo no vi el articulo hasta ya entrada la noche. Y habia mirado el blog. A saber.
Le echare un vistazo a extremity. Cualquiera que tenga el valor de afrontar la realización de un cómic casi individualmente merece un apoyo.

Alberto
Alberto
4 años han pasado desde que se escribió esto

Pues lo he leído en la nueva edición de planeta y lo veo una obra frenética que no para un segundo, destacar su dibujo y dobles paginas que me encantaron y de su historia simplemente correcta, nada nuevo. Por definirla como ya he dicho frenética y correcta.

trackback

[…] A Daniel Warren Johnson lo descubrí a través de su serie Extremity y desde entonces se ha convertido en uno de esos autores de los que me fio a ciegas (y de quien solo la falta de tiempo me ha impedido ponerme al día con el resto de su obra). Con este cómic no solo dejo claro que era un autor completo con mucho talento tanto dibujando como escribiendo, sino que a ese talento se le unía una cabeza muy bien puesta con un mensaje muy claro que contar y que ojala estuviese mas extendido entre algunos de sus compañeros de profesión. […]