Éramos pocos y al crossover le salió un crossover. Porque mientras Gotham afrontaba su apocalipsis local, en el resto del universo DC se daba otro crossover más gordo, Day of Judgement. La historia venía a contarnos como Asmodel es el nuevo Espectro y decide que no es mala idea congelar el infierno y dejar que las almas en pena vuelvan a la tierra, con lo que el número 58 de Azrael y el especial de Batman dedicado al crossover giran sobre esa cuestión y son intrascendentes para Tierra de Nadie, así que con la tontería ya nos hemos quitado los dos de encima y podemos ir a lo importante, al Joker:
The Code (Batman 570, Detective Comics 737) sirve para contarnos como el Joker toma posesión de su territorio y se instala junto a Harley en un edificio que sigue más o menos intacto, además de recuperar a la Cazadora y a Billy Pettit. Lo más curioso del cómic es ver como Deodato fusila la versión de Bolland del Joker directamente de la Broma Asesina, lo cual hay que reconocerle que no es mala idea en absoluto y hace que la historia sea disfrutable. Y poco más que contar, porque en realidad la historia es intrascendente -otra más- pero siempre está bien tener de vuelta al Joker y funcionando. Tierra de Nadie ya ha durado ya ocho meses y le quedan cuatro para su final con la llegada del 2000, así que doy por supuesto que el equipo principal -el de Gale, Rucka y demás- necesitaba este relleno para tener tiempo para preparar la traca final. Veremos si merece la pena.
De momento en Goin’ Downtown (Batman 517, Detective Comics 738) Bane por fin empieza a trabajar para su misterioso jefe; ¿recordáis que la semana pasada hablábamos de que estaba juntando explosivos en el registro de Gotham? Pues en estos dos cómics Bane se arma en un arsenal abandonado en un sótano acorazado por su oscuro benefactor -una pista: es calvo- y la lía parda descargando su gatling por medio Gotham haciéndole creer a todo el mundo que Dos Caras les ataca, con lo que todo el mundo se pone a atacar su territorio y le deja vía libre para atacar el registro -sí, ya sé que en un cómic anterior Bane estaba en el registro y entraba como le daba la gana, pero coordinar todo este follón no es fácil y es normal que metan la zarpa-. Bane revienta el registro y todo lo que le da la gana y Batman no hace nada porque tiene que salvar a Harvey de un linchamiento y porque -yo esto sí que no lo entiendo- «tiene curiosidad por saber quién es el que está dándole órdenes a Bane». ¿Créeis que este cómic es trascendente, importante para la historia? Pues no, porque ni esto provoca que Harvey Dent quede fuera de juego ni nada, y menos mal, porque así puede tomar parte en una historia bastante más interesante de la que ya hablaremos en un rato.
«Underground Railroad» (Legends of the Dark Knight 123, Shadow of the Bat 91) nos cuenta como Hardback -un policía de Gotham- decide que esto de tener un monton de niños enfermos en Tierra de Nadie es una estupidez por mucho que en el territorio de Batman «se viva mejor», así que decide sacarlos en un tren subterraneo con la colaboración interesada de El Pingüino. Es una historia que no va muy allá pero las portadas de Sienkiewicz están chulas. Legends of the Dark Knight 124 es otra historia intrascendente, al igual que Shadow of the Bat 92 -hay otra visita de Superman- más relleno hasta empezar el tercer acto de No Man’s Land, que afortunadamente comenzará ya en la serie de con Greg Rucka y Damion Scott en Batman 572:
En «Jurisprudence» (Batman 572, Detective Comics 739) continuamos la historia de Renee Montoya y Dos Caras meses después de que Harvey la tomara de rehén. La cosa empieza cuando Dent decide tomarse su venganza sobre Gordon y «juzgarlo» por haberse aliado con un criminal confeso -él mismo-, por lo que asalta la base de Gordon, lo rapta y se pone a juzgarlo delante de Montoya en un viejo tribunal de Gotham. Todo parece ir en contra de Gordon hasta que Montoya le pide a Harvey que sea el abogado defensor de Gordon, con lo que su esquizofrenía entra en escena y tenemos a Dos Caras ejerciendo de fiscal y a Harvey Dent de defensor, triunfando finalmente este último y dejando marchar a Gordon. Para cuando el comisario vuelve a casa se encuentra allí a casi toda la batfamilia, y después de todo lo que ha pasado llega a la conclusión de que tienen que hablar…
Y lo hacen en Falling Back (Legends of the Dark Knight 125) uno de los mejores cómics de No Man’s Land, en el que Rucka y Burchett nos dan 24 páginas de conversación entre dos viejos amigos que tratan de limar asperezas pero no saben como. Batman intenta revelarle su identidad a Gordon para recuperar su confianza, pero Jim no quiere eso, nunca lo ha querido. La amistad entre los dos es algo que sólo se podrá recuperar con el tiempo, pero de momento una alianza de conveniencia tendrá que valer. Que por cierto, este cómic tiene el valor inmenso de ser uno de los pocos en los que Batman se despide del comisario y no le deja con la palabra en la boca. Todo un sacrificio para Batman, que nunca supo como despedirse.
En los números 71-73 de Robin tenemos un enfrentamiento entre Killer Croc y el Pingüino, contando este último con la ayuda de la policía de Gotham y la de Robin junto a Alfred. El Chico Maravilla acaba siendo una vez más El Chico Rehén y, aunque la cosa acaba en derrota de Killer Croc, Tim sale malherido y teniendo remordimientos por llevar un par de semanas sin ver a su padre, por lo que se pone en contacto con el, le dice que está en Gotham… Y su padre remueve Roma con Santiago con tal de sacarlo de allí, con lo que el gobierno de EEUU manda un helicóptero de marines para sacar al «chico perdido» de allí -no, no saben que es Robin-. Tim acaba cediendo a todo el teatro y deja Gotham, con lo que su esplendoroso papel en Tierra de Nadie termina aquí.
En «Ballistic Romance» (Nightwing 38 y 39) nos encontramos al pobre Nightwing bastante perjudicado por la reconquista de Blackgate y recibiendo los cuidados de Barbara Gordon. Tras el romance justo y necesario, la cosa se ve interrumpida cuando Pettit y la Cazadora les invaden el piso porque han decidido que para unificar a la policía de Gotham lo mejor es echar a Gordon a patadas y para ello lo primero que deben hacer es dejar fuera de combate a Oráculo. Son dos números disfrutables en los que la pobre Barbara acaba teniendo que mudarse porque le han dejado la torre hecha unos zorros, la Cazadora descubre que ha hecho otra estupidez al aliarse con Pettit y nosotros disfrutamos de un par de números decentes hasta la semana que viene, cuando tengamos que padecer más Catwoman y más Azrael antes de que podamos terminar ya por fin con Tierra de Nadie.