Ser diferente es delito: Bitch Planet

Decidme si habéis oido esta historia alguna vez: Un gobierno fascista envía a todas las personas molestas para el régimen a una prisión aislada donde supuestamente «van a reacondicionarse», pero en realidad van a sufrir todo tipo de torturas, vejaciones y demás abusos carcelarios hasta la muerte. Nadie vuelve jamás de esa prisión -como no- pero las autoridades de la cárcel deciden un ¿buen? día hacer un equipo de una especialidad deportiva con la gente de la prisión. Podría estar contandoos una historia sobre campos de concentración nazi y Sylvester Stallone liderando un equipo de fútbol compuesto por prisioneros de guerra, pero esto no es Evasión o Victoria, aquí todos los prisioneros son mujeres y esto es Bitch Planet.

¿Hace falta que diga que las portadas de esta serie son buenísimas?

¿Os acordais de Mahkizmo y su planeta Polemachus, aquel planeta que salía en los 4 Fantásticos y en el que los hombres sojuzgaban a las mujeres y la testosterona era la reina? Pues en Bitch Planet tenemos algo parecido, con un fascismo patriarcal que domina la Tierra -el Padre Tierra que lo llaman ahora- y se dedica a hacer lo que hacen todos los estados policiales, atacar a todo el que sea diferente a la norma. Pero claro, si en la alemania nazi te podían denunciar por pensar raro o por la sospecha de que fueras homosexual o -gulp- judío, en el Padre Tierra a las mujeres las pueden declarar «non compliant» por tener sobrepeso, ser demasiado delgadas, vestirse distinto o, simplemente, por mirar raro o no responder cuando la llaman. Las mujeres que viven en Padre Tierra, cuando no viven en un infierno interno de fingir constantemente, son esclavas sin mente cuyo único objetivo es el de agradar en todos los aspectos. Cualquier error te puede declarar no conforme a las normas y ser detenida, deportada al Bitch Planet -o «Auxiliary Compliance Outpost», que es el nombre oficial- y quedarte allí hasta que te pudras.

De Landro se sale en escenas como esta, narrando durante seis páginas una auténtica tangana mientras Kamau simplemente va hablando con unas y otras en primer plano.

La verdad es que este es uno de los cómics más punkarras que ha publicado Image en toda su existencia, y hasta choca que no ver el logo de 2000AD por ningún lado. En cualquier momento te parece que va a llegar un Juez para poner orden a su manera, con lo que lo realmente novedoso en que aporta Bitch Planet para el cómic americano es el hecho de que se centra en un planeta prisión para mujeres -y para hombres en cuerpo de mujer, que eso también es de traca-. Kelly Sue DeConnick y Valentine De Landro nos presentan un cómic muy lleno de esas influencias del cómic de los 70, haciendo referencias constantes al cine de explotación de la época, a la cuatricomía y a los carteles de conciertos punk de la época. Tenemos así una serie con un mensaje político claro y que, a diferencia de otros casos más machacones que un martillo neumático, en este caso sí que da en la diana porque sabe integrar perfectamente el discurso político -contra la intolerancia en general y el machismo en particular- con las historias de sus protagonistas, que van siendo presentadas poco a poco en cada número mientras se va desarrollando de fondo la historia principal.

Que por cierto, el pseudofútbol ese del que hablo se llama Megaton. Ya, es un nombre horrible.

Así, tenemos historias como la de Penny, una mujer a la que tenía que acoger el estado porque estaba demasiado gorda para ser querida por ningún hombre. O la de Marian Collins, a la que su marido engaña con una mujer más joven y comete el pecado imperdonable de enfadarse por ello. O la de Makoto Maki, un arquitecto al que contratan para crear un estadio del pseudofutbol espacial ese y que acepta el trabajo sólo para ponerse en contacto con su hija, que también fue declarada «no conforme». Todas estas historias se entrecruzan en una historia de género carcelario con giros de trama que sorprenden y en muchas ocasiones hasta juegan con nuestros propios prejuicios, pero que lamentablemente nos llegan con una periodicidad que deja un tanto que desear. Y es que al final el mayor problema de muchas series de Image ya no es que no sepamos cuando sale «el siguiente tomo», si no que ni siquiera sabemos cuando va a salir el siguiente número. El último número de Bitch Planet salió en noviembre del año pasado y el siguiente sale en abril de este, y aunque prefiero que la serie mantenga su calidad y salga más tarde, creo que sería bastante mejor que hicieran como otros autores de Image y no sacaran un solo número hasta que pudieran publicar seis del tirón y completar el tomo.

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Garrak
Garrak
6 años han pasado desde que se escribió esto

Pues… aun con todo no he tenido tiempo de leerlo. Same on me.
Pero bueno, Kelly Sue es una autoraza y ahora que esta en Image lejps de crosdovers e imposicioned editoriales la veo a su mejor nivel convirtiendo Bitch Planet en un universo compartido
La pena es, efectivamente, la periodicidad. Creo que los unicos regulares son Kirkman y Remender…

Make Mine Marvel
Make Mine Marvel
6 años han pasado desde que se escribió esto

Me recuerda a Rollerball y Mirror Black.
Le daré una oportunidad.
Pd: Espero que hablen del tráiler Cloak&Dagger.

Garrak
Garrak
6 años han pasado desde que se escribió esto

Lo mas destacable es que por fin Capa y Puñal reciban serie pripia después de años en el hastío. Probablemente sean lo mas interesante que haya creado Mantlo, pero destacaban mas en la serie de Spidey

Anónimo
Anónimo
6 años han pasado desde que se escribió esto

A mi me decepcionó porque es bastante convencional. Mola mucho la premisa y es genial cuando trata el mundo de fuera de la prisión, pero el hueso del tema… Supongo que va a por los jovencitos que no disfrutaron de la Rollerball original (una genialidad) y la explotación del cine de presas. Demasiado referencial y posmoderno para mi gusto. A estas alturas espero a ver mujeres que vayan más allá de dar mamporros. Pero no deja de ser bueno que exista porque, aunque en un sentido es más de lo mismo, en otro es totalmente novedoso. A mi lo que más me ha gustado, si bien paso de seguirla, son esas páginas de «anuncios». Corrosivas y geniales.

David de Germà
David de Germà
6 años han pasado desde que se escribió esto

Jajajaja. Ese mundo es parecido al que yo deseaba cuando era adolescente. Deportar a todas las mujeres a America o Australia para poder vivir en una utopia masculina. ¡Fuí un precursor del MGTOW!
La verdad, este tipo de cómics está muy visto. Deberían ser más originales. Algo como ese episodio de Forrito en que hombres y mujeres se iban al espacio para matarse entre ellos en una guerra galactica mientras en la Tierra solo quedaban los homosexuales, que transformaban el planeta en un paraiso. Regalo la idea sobre una isla donde un grupo de MGTOWs y gamergaters se montan una utopia misógina. Sería una sociedad que solo duraría una generación por falta de hijos, pero menuda sociedad.