Tal y como me temía, a Rebirth se le notan los pies de barro. El cómic que ha escrito Johns está repleto de gestos vacíos, de brindis a la galería creyendo que nos está dando lo que queríamos pero siendo completamente incapaz de entender en que la han estado cagando todos estos años; volvemos al reseteo, volvemos al puñetazo en la continuidad. Johns (supuestamente el más cuerdo de los locos) sigue sin darse cuenta de que el que Superman lleve o no alzacuellos es algo anecdótico, lo importante es que nos creamos a Superman.
No voy a entrar ya en quién creo que es Superman (he hecho unos cuantos posts sobre el tema no hace tanto) pero si que podemos hablar de cómo hacer verosimil a un personaje. La clave de los universos compartidos -eso que tanto éxito le dió a Marvel en los 60- fue la de crear una metahistoria creíble, un cuento de cuentos por el que los personajes se movían y maduraban a lo largo de los años. No se puede decir que exista un «Universo DC» hasta finales de los 70, cuando muchos autores encontraron complicada la idea de reconciliar ciertos elementos de sus series con las de otros autores. DC era incapaz de cohesionar un universo en el que El Pez Sonriente o Ra’s Al Ghul convivían con un Superman que se enfrentaba a Vartox EL HIPERHOMBRE (escrito en mayúsculas porque HIPERHOMBRE no se puede escribir de otra forma). Alguno pensará que Crisis en Tierras Infinitas supuso un arreglo del problema, pero una porra…
Porque no puedes decirle a un lector que SU Superman no existe, o que su Wonder Woman en realidad es la madre de Wonder Woman. Cuando haces unas Crisis o un New52 estás negando las historias anteriores, estás colocándole un enorme cartel de FIN a la historia. En 1985 muchos dieron por finalizada la historia de Wonder Woman, ¿cómo no iban a hacerlo, si en el último número su serie Diana se casaba con Steve Trevor? ¿Iban a hacerle caso al último número de Crisis, que decía que era la Diana de TIERRA 2 la que vivía feliz en el Olimpo, mientras la nuestra se «reencarnaba»? ¿Pero qué clase de tontería era esa? Lo mismo va por el Superman de Tierra 2, que se iba a un «limbo» para acabar siendo asesinado por Geoff Johns veintipico años después. DC mata a sus héroes constantemente, y cada vez que los ejecuta con uno de esos golpes en la continuidad está prescindiendo de una generación de lectores. Yo mismo pertenezco a la generación «postcrisis», mi universo DC existió entre 1985 y 2011; durante años creí que Crisis tenía sentido, hasta que me leí los cómics anteriores al crossover y me fuí dando cuenta poco a poco de que los nostálgicos del multiverso DC tenían razón. Que, dejando de lado la calidad de la DC postcrisis, aquel multiverso no tenía una continuación creíble en el nuevo universo. Se reciclaban historias, se recontaba todo, y los personajes no eran los mismos con la única justificación de «esto es un nuevo universo». Por otro lado hay que decir bien claro que la DC anterior a Crisis directamente cambiaba las cosas sin dar ninguna explicación, con lo que las cosas no podían seguir así de todas formas…
Y por eso DC Universe: Rebirth no funciona. Porque Johns cree que aquello funcionó y que puede volver a hacerlo, que puede decirnos «eh, éste es Wally, nuestro Wally» igual que se han traido una versión alternativa de Superman con hijo incluido y nos han dicho que es nuestro Superman. Ya, pero aunque pudieramos creernos todo esto, Johns parece haber ido muchísimo más allá y ha cruzado una línea que ni Crisis se atrevió a atravesar… Se insinúa que Superman no era Superman, que era un impostor; es algo parecido a cuando Marvel se puso a decir que Peter Parker no era Peter Parker, que era un clon de los años 70. Esto puede que nos alegre a todos los que ya no leemos DC, porque el Superman con alzacuellos nos caía gordo y nos mola más el trasunto nostálgico que nos estaba dando Jurgens, pero en realidad sabemos que esto está mal. Que los lectores que llegaron con New52 tienen razones para estar cabreados, porque les están diciendo que lo que han leído es mentira, que fue un error. Se sienten engañados, y un consumidor que se siente traicionado es uno que no vuelve el mes que viene.
Tengo que admitir que no le envidio la papeleta a Johns porque arreglar el desbarajuste de New52 es complicado. Que la continuidad de DC ha tenido tantos parches que es muy complicado hacerla verosímil, pero si alguien en DC puede sacarse soluciones mágicas de la manga para parchear la continuidad, supongo que ese es Johns, que al fín y al cabo se pasó años siendo el becario de Robinson y Goyer en JSA y contempló en primera persona un ejemplo claro de como hacer encaje de bolillos para que todo cuadre (otra opción es contratar a Alan Davis, aunque dudo que el hombre esté por la labor). Y aun así Johns sigue siendo la opción menos mala, porque sigue siendo un desastre con estas cosas tal y como sus Rebirth siempre han demostrado al traer de vuelta personajes como Hal Jordan o Barry Allen cambiando su personalidad por completo; seamos honestos, probablemente sea el peor guionista que tuvo Wally West en Flash.
Mención aparte merece lo de Watchmen… Aunque todavía es pronto para hablar de ello, la mera cita de Watchmen y el ansia de DC Comics de meter el dedo en la herida de Alan Moore me produce ganas de meterme debajo de la cama hecho un ovillo y pasarme toda la noche susurrando «no es así no es verdad». Supongo que podemos consolarnos con la idea de que en algún universo Alan Moore realmente tiene poderes y utilizará su magia para vengarse de DC por lo que están haciendo con su obra. Repito que es pronto para saber hasta que punto llega el daño, pero leer Rebirth me ha dejado claro que en su día hice bien en pasar de Before Watchmen… La mera idea de que en un futuro el Dr Manhattan este ligado al enésimo crossover del universo DC como un Antimonitor cualquiera me produce escalofríos.