Siempre es triste cuando fallece alguien a quien admiras y cuyo trabajo adoras, pero es muchísimo más triste, y llena de rabia, cuando ese alguien muere tan joven como ha sucedido en el caso de Darwyn Cooke, quien nos dejó el pasado sábado a los 53 años de edad. Cooke era para mí casi una leyenda viviente, uno de esos dibujantes cuyo trabajo seguía hiciese lo que hiciese y del que he acabado perdiendo la cuenta de cuantas veces abre leído y releído sus comics o admirado cada portada variante que hacía. Por eso quiero hacerle desde aquí un pequeño homenaje al que siempre será uno de mis dibujantes favoritos.
Se te va a echar mucho de menos
Pese a que comenzó su carrera en el comic en 1985, las necesidades económicas le mantuvieron alejado durante quince años de lo que era su trabajo soñado, centrándose en esos años en el mundo de la publicidad y el diseño grafico. Pero para cuando decidió volver a intentarlo su trabajo no fue recibido con buenos ojos por los editores con los que contacto, y acabo recalando lo más cercano que pudo encontrar, dibujando storyboards a las órdenes de Bruce Timm. En los siguientes años trabajo en las series animadas de Batman y Superman, creó la cabecera de Batman Beyond y se paso un año trabajando en la serie animada de Men in Black.
Dibujar, escribir, animar… nada se le resistia
Pero llego el año 2000, y DC dio luz verde a un proyecto que Cooke había presentado un año antes, Batman: Ego, que le dio a conocer y poco a poco le convirtió en uno de esos dibujantes con los que todo el mundo quería trabajar. Y tras una temporada en Marvel haciendo cosillas sueltas llego el trabajo que le lanzo a la fama y donde como muchos otros descubrí su trabajo, Catwoman. Junto con Ed Brubacker ambos autores crearon la que para mí es la versión definitiva del personaje, en una serie que combinaba el género superheroico con el género negro, del que ambos eran admiradores, y en la que Cooke ademas de demostrar en cada pagina que era uno de los mas grandes, rediseño a Selina dotándola de un nuevo uniforme mucho más moderno, práctico y elegante que se convirtió en tan icónico en tan poco tiempo que casi nadie se ha atrevido a tocar.
Es imposible recordar el trabajo de Cooke y no imaginar a sus personajes con una sonrisa de oreja a oreja
Pero lo mejor estaba aún por llegar, un comic en el que Darwyn Cooke no solo demostró que era un dibujante impresionante, sino que también podía ser un gran guionista, DC: The New Frontier. Esta reinvención del Universo DC, que nos contaba su particular versión de la transición entre la Edad de Oro y la Edad de Plata, dejo boquiabierto a todo el mundo no solo por lo magnifico de su dibujo, sino por su gran habilidad a la hora de mostrarnos esta versión idealizada del Universo DC, de lo que podría haber sido y no fue (por culpa de cosas como el Comics Code y gente como Mort Weisinger)
Pocos comics han sabido reflejar mejor lo que deberían ser los superheroes
Agarrando todos los conceptos e ideas introducidos en los años 50 y 60, Darwin Cooke creó una obra maestra sin paliativos en la que demostró que no hay ideas o personajes ridículos, sino autores incapaces de hacerlos funcionar. Y todo ello dentro de una historia que pese a estar llena de momentos trágicos e incluso demoledores, desbordaba optimismo e ilusión por los cuatro costados y mostraba en casi todos los casos unas versiones tan perfectas, icónicas y de sonrisa casi perpetua de los personajes de DC que se tendría que haber utilizado como plantilla a la hora de rediseñar ese universo de ficción.
Y esto es lo que debería ser DC cómics
Pero en un terreno más personal este comic fue importantísimo para mi porque supuso el regreso a la grandeza de uno de mis personajes favoritos (y a veces creo que debía serlo también de Cooke), Hal Jordan. Si, aquel mismo año y tan solo unos meses más tarde, Hal volvería en las páginas de Green Lantern: Rebirth. Pero pese a que le tengo mucho cariño a aquella miniserie y a lo que vino después, no creo que haya un momento en toda la historia del personaje que me emocione más que esa sencilla escena de New Frontier en la que un niño que soñaba con surcar los cielos conocía a su ídolo. Un trabajo que me convirtió para siempre en un rendido admirador de toda su obra.
E incluso con la escena mas sencilla era capaz de clavar la caracterización de sus personajes
Y es que ahí residía la grandeza de Darwyn Cooke, en esa habilidad para destilar lo esencial de los personajes y con ello crear unas versiones tan definitivas que cuesta creer que no fuesen directamente creaciones suyas. Unas versiones que además siempre transmitían un optimismo y unas ganas de vivir que representaban un gran contraste con lo que en muchas ocasiones se ha convertido el comic de superhéroes, algo de lo que el mismo manifestó públicamente en muchas ocasiones estar harto.
¿Dark & Gritty? Darwyn Cooke no sabia lo que era eso
Una filosofía que aplicaba tanto a su trabajo como escritor como a su faceta de dibujante. Cooke era poseedor de un estilo de esos que a primera vista parecen muy simples, muy básicos y casi minimalistas, pero cualquiera que se haya dedicado al dibujo o al diseño sabe que es precisamente todo lo contrario. Y fue esa habilidad suya a la hora de sintetizar, combinado con un elegante estilo que le debía tanto a autores tan aparentemente dispares como Jack Kirby o Alex Toth, lo que le convirtió en uno de los artistas visualmente más atractivos con los que haya contado el comic de superhéroes.
Realmente no había personaje al que no supiese representar a la perfección con una «falsa» sencillez que dejaba con la boca abierta
Pero aunque lo que le lanzo a la fama, y en donde se centro la mayor parte de su trabajo, fue dentro del genero superheroico, algo que personalmente le tenía algo cansado porque parecía que solo querían contar con él para hacer historias de corte superheroico “retro”, el género negro era su otro gran amor artístico. Una faceta que pudo desarrollar en los últimos años de su carrera con las adaptaciones al comic del personaje de Parker, creado por el novelista Richard Stark (pseudónimo de Donald E. Westlake) y al que llevo al comic en cuatro ocasiones en las novelas graficas The Hunter, The Outfit, The Score y Slayground, y que son una de las pocas deudas pendientes que tengo con su obra.
Pero Cooke también era capaz de ponerse serio y dramático cuando la historia lo requería
En los últimos años tuvo tambien un breve breve regreso al mundo de la animación con su trabajo en uno de los cortometrajes que celebraba el 75 aniversario de Batman y que le devolvía al mundo futuro de Batman Beyond. También fue un momento destacado el homenaje que le rindió DC las portadas alternativas que esta publico a finales del 2014. Unas portadas en las que Cooke dejo claro una vez más que pocos como él eran capaces de presentar a los héroes de la editorial de una forma tan perfecta y definitiva y transmitir una magia que en muchos casos se había perdido. Pero su ultimo trabajo fue algo bastante alejado del genero superheroico, una peculiar historia de ciencia-ficción realizada en colaboración con el guionista Gilbert Hernandez, The Twilight Children, de la que ya tocara hablar por aquí en un futuro mas o menos cercano.
Pocas veces el Universo DC ha sido mas perfecto que esto
Pero aunque Darwyn Cooke nos haya dejado y su pérdida sea una tragedia para el comic nos queda el triste consuelo de que su trabajo vivirá para siempre, aunque con la tristeza de no volver a ver nada nuevo suyo y ese sueño ahora imposible de poder ver algún día una JSA escrita y dibujada por él. Así como seguramente tampoco podremos ver ya ese proyecto en Image que se anuncio el pasado mes de enero y que estaba previsto que se publicase el mes que viene, Revengeance, que hubiera sido su primer trabajo en propiedad.
Seguro que hubiera sido tan bueno como todo lo que tocaba
Y si alguien quiere, y puede, colaborar de alguna manera, aparte de comprar sus comics y que el dinero de los royalties vaya a su familia, estos han pedido a los admiradores de Darwyn Cooke que pueden hacer donaciones en nombre de Darwyn Cooke a la Canadian Cancer Society y a la Hero Initiative. Eso, recordarle y disfrutar del trabajo que tanto amaba es todo lo que podemos hacer ahora por el, descanse en paz.
Pero aunque Darwyn Cooke ha perdido su ultima batalla, su trabajo le ha inmortalizado