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Micronautas – IDW, Cullen Bunn y David Baldeón nos llevan de regreso al Microv…Innerverse

¿He comentado que ahora mismo IDW ha ganado muchos puntos para convertirse en mi editorial favorita? ¿No? Pues así es, gracias sobre todo al trabajo de Chris Ryall, editor en jefe de la editorial desde hace doce años y fan de toda la vida de dos comics que marcaron mi infancia y que Ryall se ha pasado años tratando de recuperarlos a toda costa para las nuevas generaciones. El año pasado sus negociaciones dieron fruto y por fin pudo anunciar que en este 2016 en el que nos encontramos volverían a publicarse ROM: Spaceknight (¡AUN NO ME LO CREO!) y los Micronautas. Y aunque aun tendremos que esperar un poco para asistir al regreso del más grande de los Caballeros del Espacio, la semana pasada ya pudimos asistir al regreso de los héroes del Microverso en su eterna lucha contra el Barón Karza. Así que vamos a regresar al Microverso de la mano de Cullen Bunn y David Baldeón para ver cómo les ha sentado el viaje al siglo XXI a estos clásicos héroes.

¡Han vuelto!

Una “Ola de Entropía” que parece estar siendo dirigida por algún tipo de inteligencia está desintegrando un mundo tras otro y aniquilando razas enteras como si jamás hubiesen existido. Pero esa tragedia que amenaza con acabar con toda la vida en el Innerverse (No, ya no es el Microverso, sigh) no parece importar a la guerra abierta entre el Ministerio de Ciencia y el Ministerio de Defensa, liderado por el despiadado Barón Karza, unas hostilidades que están poniendo en peligro a casi tanta gente como esa ola desintegradora. Y en medio de toda esa muerte que les rodea, la tripulación de la Heliópolis, unos de los mejores transportistas (contrabandistas) del Innerverse, tratan de ganarse la vida de la forma más honesta posible. Pero lo que parecía ser una sencilla misión de distribución de medicamentos entre mundos necesitados evitando bloqueos ministeriales le pondrá en medio del conflicto lo quieran o no…

No es lo mismo pero se parece lo suficiente

El regreso de los Micronautas me ha emocionado muchísimo, sobre todo porque la etapa de Bill Mantlo y Michael Golden que edito por aquí Ediciones Surco fue uno de mis comics favoritos de la infancia.  Pero aunque he disfrutado mucho con este primer número de esta nueva serie, no puedo evitar sentirme triste porque estos no son “mis” Micronautas. Al igual que sucede con ROM, IDW tiene los derechos de los muñecos y puede utilizar todos  los personajes y conceptos que existían antes de que Marvel los adaptase al comic, pero no los que fueron creados por esta.

Hay que reconocer que Mantlo tenia un don en esto de sacar oro de juguetes feos

Así nos encontramos con que en lugar de viajar a bordo de la HMS Endeavor viajan en la Heliópolis, que el Comandante Arcturus Rann y la Princesa Marionette han sido reemplazados por el Capitán Oziron “Oz” Rael y Phenolo-Pi/Space Glider o  que Biotrón ya no es el C3PO del grupo, sino que al igual que el muñeco original es una combinación de robot gigante y armadura de combate. Unos cambios que estoy seguro se irán haciendo más patentes a medida que avance la serie y con los que no queda mas remedio que tragar.

La nueva nave no esta mal, pero no tiene el encanto retro de la Endeavor

Pero lo que si conservan estos nuevos Micronautas de IDW de la serie original de Bill Mantlo y Michael Golden es su “espíritu”, aquel que tantísimo le debía a Star Wars y que Cullen Bunn de momento está consiguiendo reproducir. Si, no es nada rompedor u original, es una historia de lo más clásica que combina la ciencia-ficción y misticismo en un rico universo repleto de multitud de mundos exóticos, una heroica banda de rebeldes de buen corazón enfrentados a un despótico gobierno y un temible villano enfundado en una armadura tan negra como sus intenciones. Eso sumado a que mi personaje favorito de la serie, Acroyear, está básicamente intacto al menos a nivel estético y de personalidad (aunque parece que ya no es el príncipe de su raza) han hecho que pese a la tristeza que me produce que no puedan utilizar todo el trasfondo y personajes que Marvel creó para los personajes, haya disfrutado bastante de este primer número.

Es bonito ver como hay cosas que nunca cambian

Un gran trabajo que se ve acompañado por el no menos bueno (incluso mejor) del dibujante David Baldeón. Este ha rediseñado el universo de los Micronautas pero sin caer en ese error en el que caen algunos dibujantes de poner su ego por delante y querer dejar su marca en los personajes (cof,cof,jimlee,cof,cof) Baldeón ha modernizado lo justo el aspecto de los personajes pero sin dejarles irreconocibles y ha creado además para ellos un universo que en este caso sí que no parece haberse inspirado demasiado (por suerte) en la vieja línea de juguetes. Aunque el gran trabajo de este último se ha visto algo lastrado por el trabajo de demasiados entintadores que no han sido del todo capaces de mantener la consistencia estética del comic, haciendo que en alguna ocasión el dibujo de Baldeón pase de una página a otra a casi parecer realizado por un dibujante completamente diferente, aunque por suerte ninguno llega a ser malo pero sí que choca un poco el contraste, aunque confío en que en los próximos números la cosa se normalice un poco mas y solo haya un entintador por numero.

Lo dicho, esta serie necesita un único entintador

Pero al final el balance de este cómic ha sido bastante positivo pese a que no sean los mismos Micronautas de los que disfrute en mi niñez, que después de todo este reboot de los personajes ha estado mucho mejor de lo que hemos podido ver en otros universos de ficción… (cof,cof,new52,cof,cof) Aunque su lectura además ha provocado que tanto mi ilusión como mi miedo por la próxima serie de ROM: Spaceknight n hayan hecho más que aumentar, por lo que este par de semanas que faltan hasta que podamos echar un primer vistazo a esta reinvención del personaje en el “Free Comic-Book Day” se me van a hacer muy largas. Así que solo me queda esperar a que el resultado de esta ultima sea igual de bueno y que IDW y Marvel sean capaces de llegar a algún tipo de acuerdo y reeditar el material clásico, que merece la pena que las nuevas generaciones puedan disfrutar de aquellos comics y los demás podamos tener ediciones dignas de ese material (Acabar con Diógenes a golpes con el Omnibus de ROM, eso seria poético…)

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