El año pasado Nathan Edmonson se convirtió en uno de mis nuevos guionistas favoritos gracias a su gran trabajo en las series de Punisher, Deathlok y sobre todo Viuda Negra (También escribió el Grifter del New52, pero eso es como el Doctor Voodoo de Remender, hago como que no existe). Por ello, y pese a que fue triste la cancelación de sus tres series anteriores, me ilusiono mucho saber que Edmonson iba a ser el guionista del nuevo comic de Red Wolf, siguiendo las aventuras de la versión del personaje introducida en el 1872 de Secret Wars, quien acababa en la Tierra que por aquí vamos a seguir llamando Marvel-616. Pero aunque el comic se deja leer no acaba de estar a la altura de lo que esperaba de este escritor y lo que es peor, se parece más que sospechosamente a una serie de tv que en Brainstomping nos ha gustado mucho…
Es triste decirlo, pero las portadas es de lo mejor que tiene este comic
El nuevo trabajo de Red Wolf como sheriff de la ciudad de Timely no está siendo un camino de rosas, ya que a los problemas habituales de cualquier ciudad fronteriza en 1872 se le une el que muchos de sus ciudadanos no ven con buenos ojos la idea de tener como sheriff a un Cheyenne. Pero las complicaciones de Red Wolf se verán empequeñecidas cuando la búsqueda de un misterioso asesino le lleve a encontrarse con alguien que no parece surgido de ese mundo y su enfrentamiento con este le lleve a viajar a un lugar que ni en sus más locos sueños hubiera sido capaz de imaginar… el siglo XXI (de un mundo paralelo).
Nada como un ruidoso camión para darte cuenta de que estas en el contaminado «futuro»
1872 fue una de las miniseries más divertidas de las pasadas Secret Wars, y eso que en principio parecía que no era más que una variante del 1602 de Neil Gaiman, con sus versiones alternativas de héroes y villanos de Marvel en un pasado pintoresco. Pero en parte porque mis expectativas eran muy altas y en parte porque el comic no ha estado a la altura, tengo que reconocer que el comic de Red Wolf me ha dejado algo frio. Pero no es que el comic sea malo, es simplemente una historia algo sosa que en el mejor de los casos se deja leer. El principal problema que tiene es que uno de los mayores atractivos de 1872 era su ambientación, ese western fantástico por el que desfilaban versiones alternativas de conocidos personajes, algo que se ha perdido al trasladar al personaje al presente del Universo Marvel y ni tan siquiera llevarle a algún sitio más animado como Nueva York en el que poder interactuar con las otras versiones de la gente que conoce.
Eso, quitemos de la serie todo lo que le gustaba a la gente, seguro que así seguirán leyendo el spin-off…
Pero curiosamente la idea de trasladar a Red Wolf al presente no solo le ha quitado buena parte de la gracia a la historia, sino que ha conseguido que este comic se asemeje, quizás más de la cuenta, a una serie de televisión que por Brainstomping ha sido bastante popular (y que básicamente es la principal razón por la que hablar aquí de este comic). Tenemos a un hombre del pasado (y larga melena) que aparece en el presente junto con el enemigo responsable de sacarle de su época, que acaba en una pequeña ciudad donde acaba formando equipo con la ayudante negra del Sheriff para derrotar a las amenazas que pongan en peligro ese nuevo y futurista hogar al que poco a poco se va adaptando… ¿Resulta familiar? ¿Soy el único que piensa que se les ha ido la mano con el homenaje a Sleepy Hollow?
¿Tiene Marvel algún jinete sin cabeza que pueda salir en la serie? ¿Algún Ghost Rider decapitado?
Así que al final lo único que he encontrado que realmente destaque del comic es el apartado grafico. Por una parte hay que destacar al dibujante de la serie, el Croata Dalibor Talajić, cuyo estilo, salvando las distancias, parece encajar bastante bien en lo que Marvel está buscando últimamente. Un estilo clásico, aparentemente sencillo, dinámico, con un gran dominio de la expresividad facial y deudor de autores como Alex Toth. Una línea de dibujantes entre la que (de nuevo salvando las distancias) podemos encontrar a dibujantes como David Aja, Steve Lieber, Chris Samnee o Ramón Rosanas.
Al menos Talajić si que se luce en la serie
Pero también es mas que necesario destacar el gran trabajo que esta realizando como portadista el dibujante Jeffrey Veregge, miembro de la tribu S’Klallam y cuyo estilo único y minimalista, reminiscente del arte tribal de los nativos americanos, consigue atrapar la mirada y destacar en un terreno, el de las portadas de comic, en el que tristemente muchas veces se recurre a lo genérico. Vamos, que tanto Dalibor Talajić como Jeffrey Vereggees son de esos autores cuya carrera habrá que seguir de cerca.
Como poco Veregge no es alguien que deje indiferente
Así que no, esta vez el articulo no está pensado como recomendación para leer el comic, sino como un ejemplo de cómo una idea que como poco era divertida puede desperdiciarse tontamente, de cómo hay que tener cuidado cuando se quiere homenajear algo no sea que se te vaya la mano y de cómo hasta un gran guionista que ha demostrado de sobras su talento puede tener un pinchazo de vez en cuando. Así que desde aquí solo nos queda esperar que sea donde sea donde recaigan Nathan Edmonson y Dalibor Talajić tras esta serie (a la que sinceramente no le veo mucho futuro) sea un trabajo más inspirado que este Red Wolf.