Continuamos hoy donde lo dejamos ayer, analizando como una vez más el ansia de generar polémica y con ello visitas e ingresos por publicidad se ha vuelto a juntar con las hordas del politicorrectismo que de pronto se han enterado de la existencia de Puño de Hierro (y muchos de ellos se han informado solo por encima) y quieren convertir a un clásico y querido personaje que lleva cuatro décadas dando vueltas por ahí en una casilla que marcar, una cuota que rellenar. Y aunque sé que no debería ni molestarme en hacer caso a estos temas (algo que el amado líder Diógenes me recuerda constantemente) el que hayan tocado a uno de mis personajes favoritos me ha “obligado” a prestarles atención.
De entre todos los argumentos que se han usado para defender lo necesario del cambio de Raza de Puño de Hierro otro que me hace mucha gracia, por lo mucho que dice sobre cuanto se han documentado los que opinan del tema, es que Danny Rand es el sumun de los tópicos que los estadounidenses llaman “Mighty Whitey” y “White Saviour”. El problema de esa argumentación es que quienes la hacen demuestran no conocer al personaje más que superficialmente. En el origen del personaje nos encontramos con que lo único que motiva a Danny para conseguir el poder de Shou-Lao es su venganza, usar ese poder para matar al responsable de las muertes de sus padres, un poder que una vez que lo obtiene abandona K’un L’un a su suerte, algo que acabó desembocando en la destrucción de la ciudad a manos del dragón Chiantang, un irresponsable comportamiento que no encaja demasiado en ese tópico del “White Saviour”.
Si saltamos a historias más modernas, como la etapa de Brubaker, Fraction y Aja nos encontramos con que la inmensa mayoría de Puños de Hierros que le precedieron eran o nativos de K’un L’un o habitantes de China asimilados por estos y que Danny es un bicho raro en esa linea de campeones, resaltando de nuevo que es un “pez fuera del agua”. Pero es que además tanto en sus historias clásicas como en las modernas nos encontramos con situaciones como aquella en la que fue derrotado por Serpiente de Acero en un par de ocasiones y solo consiguió ganar gracias a la ayuda de Spiderman y Misty Knight o como en tiempos más recientes le vimos perder en las primeras eliminatorias del Torneo de las Siete Ciudades Celestiales o ser más débil que varias de las otras Armas Vivientes. Si a todo esto le añadimos que en Marvel siempre se ha considerado que el autentico Maestro del Kung-fu es Shang-Chi, parece que el tópico ese del “Mighty Whitey” tampoco se le puede aplicar al personaje.
También se argumenta a menudo que Marvel ya ha cambiado en el cine y la televisión la raza de otros personajes en el pasado, y es cierto, ahí tenemos los casos de personajes como Nick Furia, Heimdall, Ben Urich, Jasper Sitwell, el Anciano, Mordo… Pero es algo que siempre se ha hecho con personajes secundarios (La Fox ya es otro caso) y nunca con los protagonistas, por lo que me extrañaría que fuese a cambiar ahora esa tendencia. Lo que si me preocupa en ese caso concreto son las consecuencias de dichos cambios, que mientras que en personajes como Heimdall se limitan a sacarle siempre que pueden con su cara cubierta de estrellas para que no se note mucho que sigue siendo blanco con otros como Nick Furia han supuesto la destrucción del personaje para reemplazarle por su hijo el novato Marcus Johnson, y no me gustaría que algo similar acabase sucediendo con Danny Rand.
Pero en la lista de argumentos ridículos que me he encontrado probablemente el más idiota de todos es ese de que en el origen del personaje se puede apreciar el racismo de la Marvel de los 70, quienes queriendo capitalizar el éxito del cine de artes marciales crearon a Puño de Hierro pero le hicieron blanco porque su xenofobia pudo mas con ellos. El problema de quienes argumentan esto es que ya sea por ignorancia o por malicia no mencionan que un año antes que Puño de Hierro Marvel creó a Shang Chi, un artista marcial chino que no es solo que debutase un año antes, es que tuvo mucho más éxito que Puño de Hierro. Y es que mientras que este vio como su serie propia apenas supero la veintena y solo sobrevivió fusionándose con Powerman, la de Shang-Chi llego hasta el 109, tuvo anuales, Giant-Size y el personaje fue uno de los protagonistas fijos del magazine en blanco y negro The Deadly Hands of Kung Fu. Y claro, si de este no se “acuerdan”, de personajes más desconocidos como los Hijos del Tigre, que debutaron un mes antes que Puño de Hierro y que estaban formados por un hombre chino, una mujer china, un hombre negro y otro blanco o del sucesor de estos, el puertorriqueño Héctor Ayala/Tigre Blanco que debuto un año después, se acuerdan aun menos. Pero si, la Marvel de los 70 era muy racista.
Y yo entiendo el deseo de querer una mayor diversidad tanto en el comic como en sus versiones televisivas y cinematográficas, es algo con lo que estoy completamente de acuerdo. Pero el camino no es cambiar de raza a personajes que son blancos sino el crear otros nuevos, o mejor aún, aprovechar a todos esos personajes que pertenecen a minorías en Estados Unidos y del que muchas veces esos presuntos fans y blogueros desconocen de su existencia. Yo llevo años deseando ver una película de Shang-Chi y espero que en Netflix se dejen caer en alguna serie los Hijos del Tigre y el Tigre Blanco, que en Agent Carter se acuerden de que existen Jimmy Woo y sus Agents of Atlas o que se confirmen esos rumores de que Capa y Puñal o Ms. Marvel/Kamala Khan son los próximos personajes que Marvel quiere llevar a televisión. Aunque esto lo digo siendo alguien que jamás he visto a alguien como yo en ningún comic de superhéroes mas allá de los secundarios, que me he criado adorando a Powerman y el cine de Blaxploitation y que nunca he entendido esa incapacidad para identificarse con personajes que no parezcan tu reflejo en el espejo.
Pero quizás lo más irónico, e incomprensible, de esta postura es que cada vez que he visto a alguien argumentar que por qué no reclaman una serie o película de Shang-Chi en lugar de pedir el cambio de raza de Puño de Hierro, la respuesta suele ser que Shang-Chi es un estereotipo racista por eso de ser asiático y muy bueno en artes marciales (pero que convertir a alguien que es muy bueno en artes marciales en asiático por algún motivo que se me escapa no es igual de racista…) Pero claro, viniendo de la misma clase de gente que acusa a la serie de Into The Badlands, producida y protagonizada por Daniel Wu, un estadounidense hijo de inmigrantes Chinos, de ser también racista porque eso de que el mejor luchador de ese mundo sea asiático es racismo (y yo pensando que era el mejor simplemente porque era el protagonista) ya nada me sorprende demasiado aunque me siga horrorizando. Pero supongo que esto es lo que sucede cuando lo principal que está detrás de estas campañas es una combinación de querer generar polémica para atraer visitas y aumentar los ingresos por publicidad (el mal moderno de las webs de “noticias”) y el atraer con ello a gente que solo le interesa el impulsar una agenda personal, el querer rellenar cuotas y marcar casillas y que curiosamente acaban siendo los más racistas e intolerantes.
Es difícil decir si esta campaña tendrá éxito o no, pero viendo como terminaron aquellas que pedían que Donald Glover fuese el nuevo Spiderman o que el Doctor Extraño fuese interpretado por un actor árabe o latino (porque si) yo diría que las expectativas de éxito no son muy altas. Aunque los rumores dicen que Marvel y Netflix se lo llegaron a plantear en algún momento pero que la llegada del showrunner ha fijado la postura en ser fieles al comic. Pero viendo el nivel de calidad de los rumores que circulan últimamente por ahí, como aquel del tipo en un bar que dijo que la serie de Puño de Hierro seria cancelada, prefiero no creerme nada y esperar al anuncio oficial en la web de la propia Marvel, que con suerte será un actor que, como dijo Spiderman en su día, se parezca a un joven Robert Redford. Aunque seguro que solo por eso ya soy un racista asqueroso…