Que en la DC actual tienen muchos problemas no es ninguna novedad, que muchos de ellos han sido provocados por, una vez más, resetear a medias su universo de ficción y recular poco después tratando de recuperar parte de lo eliminado tampoco lo es. Así que si la semana pasada vimos como en DC han recuperado al autentico Superman, esta semana toca ver cómo están intentando, de una forma un tanto retorcida, recuperar algo parecido a los Titanes clásicos de la mano de un veterano de esto de los comics, Dan Abnett.
Para el público en general los Titanes no existieron hasta que Red Robin (Tim Drake) fundó el grupo hace no demasiado tiempo (pese a los esfuerzos de Scott Lobdell para destruirlos desde dentro), pero ¿Y si hubiese existido una encarnación previa del grupo? Una que ni sus propios miembros recuerdan pero que está llena de nombres más que familiares para los lectores. Dick Grayson, Donna Troy, Roy Harper, Garth, Mal Duncan, Hank y Don Hall… Todos ellos comienzan a sentir vagos recuerdos, algo que se esconde bajo la superficie de su memoria pugnando por salir y que una misteriosa (y muy familiar) mujer llamada Lilith trata de sacar a flote desesperadamente.
Lo curioso de este intento de recuperar a los Titanes clásicos es que cuando comenzó el New52 parecía que nada de esto sería necesario. Scott Lobdell insinuó en sus series de los Titanes y los Outlaws que ya había existido una encarnación previa del grupo. En sus Titanes aparecía Tim Drake hablando de cómo su versión del grupo corría peligro de ser la formación de los Titanes con una vida más corta, dejando claro que ellos no eran los primeros. La cosa se complica aun mas si recordamos (pese a lo mucho que he intentado olvidarlo) que en la serie de Red Hood & The Outlaws la cosa llegaba mas allá y veíamos a Arsenal tratando de hacer recordar a una Starfire con memoria de pez a sus viejos compañeros del grupo clásico. Pero las referencias en los Titanes fueron literalmente borradas en su edición en tomo recopilatorio y esos presuntos recuerdos de Starfire jamás volvieron a ser mencionados, por lo que parecía que toda intención de que existiesen unos Titanes algo más clásicos quedaba definitivamente descartada… hasta ahora.
Pero pese a que los Titanes clásicos, los de Wolfman y Pérez, para entendernos, siempre me han gustado, ni esta serie ha conseguido interesarme demasiado ni envidio lo mas mínimo a Dan Abnett por la tarea que le ha tocado llevar a cabo. De entrada que esta serie tome prestado el titulo de la saga que supuso el principio del fin de la encarnación clásica del grupo no ayuda mucho. Y a eso añadámosle que el tratar de reintroducir algo parecido a los Titanes clásicos, integrarlos en el New52 sin contradecir demasiado lo que se ha visto ahora de este universo y sin poder utilizar de momento a algunos de los miembros más populares del grupo como Wally West, Starfire, Raven, Gar Logan o Cyborg, suena a tarea ingrata de la que nadie va a salir contento del todo.
Y es que a diferencia del Superman: Lois & Clark, donde tenemos a los auténticos personajes en un mundo que no es el suyo, en Titans Hunt tenemos a las versiones New52 de algunos de los Titanes clásicos tratando de encajar en una historia que no es la suya. Aunque eso no es lo peor, lo peor de esto es que por distintos razones muchos de los personajes más emblemáticos se van a quedar (de momento) fuera de esta historia. Cyborg es el nuevo “niño bonito” de Geoff Johns y con su origen tan enlazado con la JLA es imposible hacerle encajar en unos Titanes secretos. Otros como Starfire, Raven o Gar Logan tienen unos orígenes tan “recientes” que igualmente no hay malabarismos posibles que pueda hacer un guionista para encajar sus biografías de ficción con esta nueva realidad. Y después nos encontramos el caso más triste de todos, el de Wally West, quien para no hacer parecer viejo a Barry Allen ha sido destruido por completo y convertido en un crio sin poderes (en el presente)al que le falta mucho para ser un velocista.
Así es como Dan Abnett ha tenido que rellenar los huecos en la formación del grupo con Titanes de segunda y tercera fila como Mal Duncan/Herald, Halcón & Paloma o incluso el cavernícola Gnarrk (¿en serio alguien se acordaba de el?), provocando que estos Titanes parezcan más bien los Titans West y casi consiguiendo que echemos de menos a personajes como Kole o Águila Dorada. Tan triste es la cosa que ni siquiera el misterio sobre el desconocido y presuntamente fallecido “Titán Olvidado” consigue levantar el interés de una serie que no consigue cumplir con su objetivo.
Yo entiendo que la nostalgia vende, y soy el primero en reconocer que a veces me dejo cegar por ella, y también entiendo que los Titanes del New52 han sido un desastre a tantísimos niveles que ahora tratan de salvar los muebles lo mejor pueden con este triste intento de apelar a los fans del grupo clásico. Pero en DC deberían entender que en estos casos no vale cualquier cosa. Donde el Lois & Clark de Jurgens o la JL3001 de Giffen y DeMatteis aciertan de pleno, devolviéndonos (en muchos casos) a los AUTENTICAS versiones de los personajes, aquí nos tenemos que conformar con fotocopias de mala calidad que se parecen a los personajes de antaño pero que no son ellos.
De momento pese a que estos Titans Hunt están algo flojos, supongo que la nostalgia y sobre todo la curiosidad morbosa, me harán aguantar al menos un par de números más para ver en que deriva todo esto y como consigue Abnett encajarlo todo, mas la curiosidad por ver como se desenvuelve en solitario ahora que ha terminado su larguísima asociación con Andy Lanning. Pero ahora mismo mis esperanzas en esta serie están tan muertas y enterradas como ese misterioso Titan olvidado de la portada.