Si te dicen que Mark Waid y Fiona Staples van a hacer un cómic, como que te pica el interés. Cuando te dicen que la serie que van a hacer es Archie, te dan ganas de salir corriendo en dirección contraria. Y entonces te acuerdas de que Waid es el guionista actual de ese esperpento que es el «nuevo» SHIELD, y te das cuenta de que igual es mejor olvidarse del asunto. Luego te enteras de que Chip Zdarsky va a guionizar Jughead, y entonces te queda claro que algo raro está pasando en Archie Comics…
Creo que todo empezó con Afterlife with Archie, pero supongo que cosas como Punisher vs Archie ya habían dejado claro que la editorial era capaz de hacer cualquier cosa con el personaje. Archie no deja de ser un personaje popular en EEUU, la estrella de una serie que se ha mantenido en pie durante más de 60 años a pesar de ser un perro verde en un mercado dominado por los superhéroes. En Europa poco o nada nos ha llegado del personaje, si acaso alguna serie de dibujos animados sobre Archie y su grupo musical o la serie «Sabrina the Teenage Witch», y todo sin que ningún editor tuviera la más mínima intención de publicar sus cómics; desconozco si Novaro llegó a traernos algo por estos lares, sé que Vid en los 90 demostró su amplísimo conocimiento del mercado español trayéndonos algunos Archie cuando el cadáver de Zinco aún estaba caliente.
Supongo que todas las ideas para llamar la atención estaban agotadas después de «Archie vs Predator» y «Archie vs Sharknado», así que no es mala idea eso de sacar la chequera y empezar a reclutar algunos de los fenómenos del medio. Llevamos dos números del Archie de Waid y Staples y tengo que admitir que el resultado no es malo. No es que me guste mucho, pero el cómic es decente… Vamos a dejarlo claro, es Archie. Archie es un cómic que empezó como algo humorístico pero acabó convirtiéndose en algo para niñas, con todo lo que eso conlleva (esto es, tomarlas por idiotas). Waid hace un reinicio completo de la serie y nos presenta a un Archie que acaba de romper su relación con Betty y que aún no conoce a Veronica, con lo que el triángulo amoroso que ha sido el pilar de la serie durante todos estos años todavía no ha sido planteado. Así que lo que vemos en estos primeros números es a Archie lamiéndose las heridas mientras los dos estan deseando reconciliarse pero no se atreven a hacerlo. Lo dicho, un cómic para niñas.
Por parte de Fiona Staples tenemos un dibujo bastante menos cuidado que el de Saga -faltaría más- en el que a ratos se olvida de la perspectiva y de los fondos, lo habitual cuando te lo estás pasando demasiado bien como para preocuparte de sacar una regla. Pero claro, estamos hablando de alguien que sabe narrar y sabe transmitir en el gesto de un personaje más que 200 números del Archie original, con lo que su trabajo está a años luz de casi todo lo que habíamos visto hasta ahora. Pasa lo mismo con el propio Waid, que no se come mucho la cabeza con las situaciones que plantea el cómic y se limita a tratar de «actualizarlas para el nuevo público», con lo que es mejor dejarse el cerebro en la entrada y no pensar mucho…
En fín, que no puedo recomendar Archie pero tampoco puedo lapidarlo. Y me huelo que tampoco podría recomendar el Jughead de Chip Zdarsky, a pesar de que todo lo que haga ese hombre es oro puro y me encanta. Al final Archie y todo el universo de Riverdale no deja de ser un género en si mismo que le gusta sólo a los fans de Purita Campos y demás, con lo que yo me hago un lado y me callo por respeto… ¡Pero a mí todos estos personajes me parecen una pandilla de niñatos soplapollas!