Tras haber hablado ayer de ApocalyptiGirl, hoy quiero seguir hablando de su autor, Andrew Maclean y más en concreto de su más reciente trabajo Head Lopper. Tras aquel vistazo a ese futuro post-apocalíptico ahora toca mirar al pasado, a una época de espada y brujería donde la supervivencia pendía de un hilo y una espada podría ser lo único que se interpusiera ante tu muerte. Con todos estos elementos y homenajeando algunas de las películas favoritas de su infancia, Andrew Maclean ha construido un divertido relato de aventuras del que ahora vamos a descubrir un poco más.
El hijo del Minotauro, el ejecutor, el Head Lopper (corta cabezas) o sencillamente Norgal… Un mercenario vikingo que ofrece su espada al mejor postor donde quiera que haga falta matar a algún monstruo, bruja o demás criaturas demoniacas. Su viaje más reciente le ha llevado a la pequeña isla de Barra (en las Hebridas Escocesas), a donde ha llegado acompañado por una peculiar compañera de viaje, la decapitada, y parlante, cabeza de Agatha la bruja azul, cabeza que se ve obligado a acarrear a todas partes por miedo a que caiga en malas manos. Pero en la isla le esperan más peligros de los que imagina y Norgal tendrá que poner a prueba todas sus habilidades si quiere salir de esta con vida.
Siendo un gran fan de las películas de Ray Harryhausen, de las de Conan y de los comics de Hellboy, Andrew Maclean quería combinar todo eso para crear una historia de aventuras, y huyendo de mundos ficticios y ambientándolo en el hogar de sus antepasados nació Head Lopper, pero se podría decir que no fue un parto fácil. El primer número, Head Lopper 1: Blood and Water, fue financiado íntegramente por Maclean y su esposa en 2013, pero entre pagar a un colorista, los gastos de impresión y que las ventas se limitaron a internet y convenciones, la pareja casi se quedó sin dinero.
Pero el comic pese a todo vendió más de lo que ellos habían esperado y la reacción del público fue bastante positiva, por lo que Maclean decidió seguir adelante con el proyecto y a finales de ese mismo año puso en marcha un Kickstarter para financiar el segundo numero de la saga, Head Lopper 2: The Wolves of Barra. El kickstarter fue un éxito, recaudando unos cinco mil dólares más de lo necesario, y le acabo llevando hasta el presente, donde el éxito de las dos primeras entregas le ha permitido convertir Head Lopper en una serie limitada trimestral de cuatro números especiales en Image, donde ha reeditado los dos primeros números en la primera entrega pero que mantendrá más o menos el alto número de páginas en las otras tres entregas. Y esto es así porque Maclean se siente algo restringido por las veintitantas páginas habituales del formato en grapa y quiere más espacio para soltarse y poder regodearse con las escenas de acción.
A medio camino entre la sátira y el homenaje, con algo de humor negro y un estilo visual que parece salido de “Cartoon Network”, es precisamente la acción lo que más destaca en esta serie, en la que en una historia sencilla que a su modo es muy deudora del Hellboy de Mignola (y del Witcher añadiría yo), Maclean nos presenta a este sobrio y lacónico guerrero que viaja por el mundo buscando monstruos a los que eliminar, algo que suele hacer de la forma más espectacular posible. Una sencilla premisa, quizás en ocasiones demasiado sencilla, que le sirve al autor para dar rienda suelta a su talento como dibujante. Si, Head Lopper tiene una trama algo simple, pero algo lógico teniendo en cuenta que es lo que quiere homenajear, y que sencillamente nos ofrece un buen rato de diversión sin complejos.
Lo dije ayer y lo repito hoy de nuevo, Andrew Maclean es un gran autor cuya carrera habrá que seguir de cerca porque ha demostrado tener un gran talento e imaginación y una habilidad dibujando que da gusto ver y si sigue manteniendo el nivel mostrado hasta ahora le espera un gran futuro. (Aunque luego haya personas en este blog sin gusto ni criterio que no compartan esa opinión…cof,cof)