Como me suele gustar decir, en el mercado del comic de Estados Unidos hay vida mas allá de Marvel y DC, pero habitualmente cuando hablamos de eso siempre acabamos refiriéndonos a Image y muy ocasionalmente a Dark Horse, dejando algo abandonadas el resto de editoriales (un día de estos incluso hablaremos de Valiant, en serio). Boom Studios! es una de esas editoriales que tenemos algo abandonadas quizás por asociarla sobre todo con licencias de películas y series de televisión y comics dirigidos a un público más infantil, por lo que cuando publican algo que encaja mejor con mis gustos o los de Diógenes tardamos en darnos cuenta de ello. Eso es lo que me ha sucedido con Arcadia, un comic que tuvo su estreno hace ya cuatro meses y al que hasta ahora no le había dado una oportunidad y que me ha dejado con la boca abierta por lo interesante de su premisa y lo bien desarrollada que esta ha sido hasta el momento. Así que vamos a ver como en Arcadia nos muestran lo que sucede cuando los conflictos a los que estamos tan acostumbrados en el mundo real se abren paso también al virtual.
A comienzos del siglo XXI un virus infecto y finalmente extermino al 99% de la población mundial, pero antes de que esos billones de personas murieran definitivamente se puso en marcha un osado plan, grabar las memorias de los moribundos y cargarlas en un gigantesco mundo virtual llamado Arcadia. Siete años después el escaso 1% de la población que aun resiste se dedica al mantenimiento de los millones de servidores que mantienen “viva” Arcadia mientras los habitantes de estas, entre los que se encuentran algunas de las mentes más brillantes de la humanidad, luchan contra el reloj para encontrar una cura para ese virus que aun amenaza a lo que queda de la humanidad y sin quienes los Arcadianos perecerían por segunda vez. Pero la situación es muy tensa entre ambas ramas de la humanidad, ya que los habitantes de Arcadia consumen cada vez mas unos muy escasos recursos, no solo para mantener vivo su mundo virtual, sino para convertirlo en un paraíso en el que todo es posible… si puedes permitírtelo. Y es que el morir y renacer en un mundo artificial no ha hecho que la humanidad renuncie a todos los conflictos y problemas que ya existían en el mundo real, o como muy acertadamente dice uno de los protagonistas “nunca dejamos el mundo atrás”…
Él para mi completo desconocido Alex Paknadel ha construido en Arcadia un interesantísimo relato sobre lo que nos hace ser humanos y como ni tan siquiera el morir y renacer hace que mucha gente abandone viejos hábitos. A eso hay que añadirle como esta retratando los problemas psicológicos a los que se enfrentan tanto los que quedaron atrás en el mundo real como los que han renacido en el virtual y como estos se desenvuelven en ese nuevo mundo lleno de posibilidades en el que están viviendo una segunda vida y que oculta algún que otro secreto incluso a quienes lo habitan. Y pese a que la premisa de la historia podría hacernos pensar que estamos ante un remedo de Matrix, nada podría estar más lejos de la realidad.
Los humanos virtuales aquí no son esclavos de nadie (aunque a veces se sientan así) y son perfectamente conscientes de lo que les sucedió, de donde están y de que jamás podrán salir de esa simulación para volver al mundo real. Pero pese a que eso les proporciona casi infinitas ventajas, las diferencias de clases siguen existiendo allí, y no todos pueden permitirse texturas más detalladas, retoques de memoria o disponer de todos los lujos posibles. Vamos, como las diferencias entre jugadores de pago y gratuitos en muchos juegos online. Además esa situación de co-dependencia mutua hace que en ambos bandos se sienta desprecio al otro. Tanto los habitantes de Arcadia como los que aun viven en el mundo real saben que necesitan desesperadamente de la ayuda de los otros para sobrevivir, y lo que es peor, en Arcadia saben de sobras que en cuanto la humanidad disponga de la cura para el virus ya no necesitaran destinar tanto dinero y recursos para mantener en marcha lo que para muchos de esos “vivos” no es más que una simulación informática que debe ser apagada una vez cumplida su función.
Por su parte, el dibujante Eric Scott Pfiefer, quien viene del mundo de la ilustración, y el diseño de personajes y storyboards para cine, tv y videojuegos, no podría haber tenido mejor estreno en el mundo del comic. Su experiencia diseñando entornos de fantasía se deja notar en la en ocasiones extremadamente irreal arquitectura de Arcadia o en los no menos espectaculares escenarios reales en los que se aloja ese mundo virtual. Y aunque en ocasiones flojea un poco en cuanto a las expresiones faciales de los personajes, su debut en esto del comic no podría ser más prometedor.
Ciencia ficción, fantasía, mucho drama y algo de thriller político. Todo eso y mucho mas es lo que nos ofrece Arcadia, el debut en el comic de dos autores, Alex Paknadel y Eric Scott Pfiefer, que de seguir por este camino darán mucho que hablar. Y menos mal que van surgiendo cada vez mas obras de este tipo, porque entre lo mal que esta DC y que ahora Marvel con Ike Perlmutter apartado de la división cinematográfica y encargándose solo del comic corre peligro de acabar igual de mal, nos hacen falta más que nunca alternativas que leer.