De The Strain ya habíamos hablado por aquí un par de veces tanto Diógenes como yo, cuando se estreno la misma con esperanzas y después de ver unos cuantos episodios con incredulidad y algo de humor. Y es que la calidad de la serie ha ido oscilando de una manera que, sin llegar a los extremos ridículos de Under The Dome, ha habido momentos en los que no sabíamos si lo que estábamos viendo era un drama sobrenatural o una comedia. Pero en los últimos episodios se ha introducido un nuevo elemento que ha conseguido despertar mi interés (y más raro aun, el de Diógenes) la llegada de cierto cazavampiros al que Guillermo del Toro ha basado sin pudor ni disimulo alguno en cierto famoso personaje de la Marvel al que el mismo llevo al cine en una ocasión.
Y siempre se puede recurrir al cómic por si se tiene prisa por conocer toda su historia
Yo siempre había sospechado que muchas de las ideas que Del Toro volcó en The Strain eran aquellas que se le quedaron en el tintero cuando se quedo sin dirigir Blade III (algo que todos los que sufrimos Blade: Trinity no hemos dejado de lamentar) De aquella época recuerdo leer que Del Toro quería ambientar al tercera entrega del cazavampiros en un futuro cercano donde los vampiros habían ganado, su existencia era pública y solo un puñado de humanos resistía contra ellos, un argumento que parece ser hacia donde se encamina The Strain. Pero pensaba que eso, y el parecido entre los monstruosos vampiros de Blade II y los repulsivos “Strigoi”, tan alejados de la imagen glamurosa que se han empeñado en darles a los monstruos y tan deudora en ambos casos del Nosferatu de Murnau, eran todas las similitudes que podíamos encontrar. Pero entonces apareció Quinlan y nos quedo claro que todo este tiempo hemos estado viendo la versión apócrifa de ese Blade III que pudo ser y no fue.
Hay que reconocerle a Del Toro que se le da bien esto de hacer vampiros asquerosos
Este personaje de Quinlan parecía fascinar a aquellos que habían leído las novelas, ya que en los foros yanquis dedicados a la serie no dejaba de leer su nombre. Todos los que hablaban de él lo hacían ansiosos, estaban desesperados porque el personaje fuese introducido de una vez en la serie, y temían que el servidor de The Ancients, Vaughn (el líder de los “vampiros ninja”) fuese una versión descafeinada de este. Pero como no me he leído aun las novelas y no quería destriparme el argumento de estas y de la serie, me limite a esperar para ver que tenía ese personaje que tanta emoción despertaba.
Pobre vampiro ninja, eclipsado por el personaje en el que le habían basado
Al final resulto que tenían parte de razón y originalmente el personaje que acabo convirtiéndose en Vaughn, debía ser el Quinlan de las novelas, pero acabaron cambiando de idea, le dieron un nuevo nombre y se reservaron a Quinlan para sacarle más adelante y de una forma más digna. Fue ahí, cuando en los últimos episodios, sobre todo en el de la semana pasada, Quinlan se mostro en toda su gloria y comprendí tanto la fascinación de sus fans como el enorme gol que nos había colado Del Toro, porque no hace falta fijarse demasiado para darse cuenta de que a Quinlan solo le falta ser negro para ser Blade.
Tambien necesita unas gafas de sol
¿Pero de donde ha salido este personaje? Nacido hace mucho tiempo (algo más viejo que Blade) Quinlan, conocido también como “El Nacido/The Born” no es un vampiro como los demás. Si, tiene el mismo aspecto monstruoso de sus congéneres, su fuerza, velocidad y reflejos y se alimenta de sangre, pero a diferencia de ellos Quinlan puede caminar bajo la luz del sol sin arder… como si fuese un “daywalker”. SPOILER de los libros [su sobrenombre y habilidades se deben a que su madre estaba embarazada de él cuando fue atacada por The Master y esto provoco que Quinlan naciese siendo un hibrido de humano y vampiro, con todos los poderes de estos pero ninguna de sus debilidades, lo que explica también su odio ciego contra el vampiro] Está claro que Del Toro no ha querido ser nada sutil, y por si no le había quedado claro a alguien quien es “realmente” Quinlan cuando le vemos en el presente nos encontramos con un cazador de vampiros que viste con una larga gabardina negra y que en su lucha contra los vampiros utiliza una espada que cuelga a su espalda y numerosas armas de fuego… Si total, para que disimular.
A estos los han separado al nacer
Todo este tiempo pensando que Abraham Satrakian era Van Helsing y The Master Dracula y resulta que siempre habían sido Quincy Harker y Deacon Frost… Una vez que tenemos eso claro ya resulta fácil empezar a ver otras cosas, como que este grupo de cazadores de vampiros empiezan a parecerse más de la cuenta a los protagonistas de la Tumba de Dracula. Así tenemos a ese Doctor Goodweather que tras perder a su esposa a manos de los vampiros le ciega un odio irracional que le hace buscar la destrucción de los monstruos, igualito que Frank Drake y yo empiezo a preguntarme cuanto tardara Vasili Fet en ser infectado pero conservando su humanidad y luchando contra sus instintos vampíricos, que Quinlan/Blade necesita un Hannibal King. Y si hilamos muy fino, a Dutch solo le falta una ballesta para ser Rachel Van Helsing.
Un anciano cazador con un baston que oculta un arma para matar vampiros… donde habré visto yo eso antes
Pero no me pienso quejar de nada de esto. Aunque la serie tiene sus problemas, The Strain suele ser bastante divertida, y viendo ahora como ya no se cortan un pelo convirtiéndola en esta versión enajenada y nada oficial de la Tumba de Dracula (uno de mis comics favoritos) no podría estar más encantado. Así que mientras Del Toro quiera seguir con esto, y Marvel no le demande, yo voy a seguir enganchado a esta serie aunque sea tan solo para ver que otros poco velados homenajes ira introduciendo en la trama.