Mundos morirán… mundos vivirán… y Grant Morrison se asegurara de que tengamos que leer cada numero de The Multiversity al menos un par de veces para entenderlo todo. La espera ha sido larga, muy larga, y a veces parecía que jamás llegaría este día, pero por fin se ha publicado el primer número de esta esperada serie en la que exploráremos el nuevo Multiverso DC. ¿Ha valido la pena esta espera? ¿Nos encontramos ante el Morrison bueno o el Morrison de las pajas mentales? ¿Sera esto un evento veraniego mas o esta vez si habrá repercusiones reales? Lo único que tengo claro ahora mismo es que valdrá la pena leer la serie para averiguar todo esto, y que seguramente tengamos que leerlo más de una vez…
Mucho ha llovido desde que termino Final Crisis, cinco años ya, y desde entonces Morrison nos prometió que esto no había terminado aun. Por aquel entonces ya nos avisaba de que la serie no se publicaría al menos hasta 2010 (¡ja!) Ese año pasó y seguimos sin saber nada de Multiversity, pero para cuando llegaron Flashpoint y el New52 Morrison nos dio una nueva fecha, 2012 (¡ja!). Esta serie parecía destinada a ser uno de esos eternos proyectos que nunca pasaron de ser una buena idea, pero Morrison no desistía y en la MorrisonCon de aquel año Morrison y DC se atrevieron a dar una nueva fecha de publicación… finales de 2013 (¡ja!) Como es lógico con este panorama, cuando se nos volvió a anunciar una fecha y se dijo que en agosto de 2014 POR FIN comenzaría a publicarse esta serie no me lo acababa de creer, pero el día llego y Multiversity se público. Y pese a los cinco largos años transcurridos y a todos los tropiezos en el camino, Morrison ha comenzado esta historia como si Final Crisis hubiese terminado antes de ayer.
Si, The Multiversity prácticamente continua donde nos dejo la antepenúltima pagina de Final Crisis con Nix Uotan, el último Monitor, en su nueva identidad mortal en la Tierra. Este se encuentra intrigado por un nuevo comic que acaba de publicar DC, Ultracomics, un comic presuntamente maldito y que por cuya portada se diría que es la quintaesencia de la DC actual fagocitada por el espíritu noventero de Jim Lee. El comic le resulta realmente extraño, no es un comic normal y corriente, y es entonces cuando se nos despeja la incógnita (más o menos) que nos dejo Final Crisis, si Nix Uotan recordaba quien había sido antes. Nix recuerda perfectamente quien fue y conserva sus poderes, y en su nueva identidad de Superjudge toma rumbo hacia la the Bleed/La Sangria para averiguar de qué universo paralelo están llegando las ideas tan extrañas y peligrosas que han inspirado este comic.
Acompañado por su fiel compañero Mr. Stubbs, un chimpancé parlante disfrazado de pirata (a veces a Morrison se le va mas de la cuenta), ambos héroes comienzan su investigación en Tierra-7. Lo que encuentran allí es un mundo destruido por unas criaturas de poder casi infinito, the Gentry (nombre que los británicos le suelen aplicar a las élites/burgesia) y cuyo propósito es acabar con los sueños y esperanzas del Multiverso. El único superviviente de esta tierra es Thunderer (un pseudo-Thor de esta tierra que parece ser una versión del Universo Marvel) a quien Nix le encarga la misión de viajar a The Orrery y reclutar a los héroes más grandes del Multiverso mientras él se queda allí conteniendo una amenaza que podría ser demasiado grande incluso para él.
En The Orrery (el viejo satélite del Monitor) se reúnen este pintoresco grupo de héroes, encabezados por el Presidente Superman de Tierra-23 (a quien el New52 también ha despojado de sus calzoncillos) y entre el que podemos encontrar entre otros a curiosos personajes como Dino-Cop (un Savage Dragon anaranjado), una versión acorazada de Hawkman que parece mofarse del “rediseño” que Tony Daniel hizo del personaje, Lady Quark y Lord Volt reunidos de nuevo tras su triste separación en las Crisis originales E incluso unos Gipsy y Bloodwynd que parecen salidos de la JLA pre-flashpoint. Pero pese a la disparidad de estos personajes la misión está clara, rescatar a Nix Uotan y detener lo que sea que amenaza con destruir todo lo que existe aunque para ello tengan que viajar hasta el último confín del Multiverso…
Como siempre que se trata de reseñar un primer número, aun es muy pronto para saber hacia dónde se dirigirá esta serie, y mas tratandose de una en la que, por lo que sabemos hasta ahora, en cada numero veremos una tierra diferente, con dibujantes distintos y tematicas bastante opuestas. Pero lo visto hasta ahora resulta ser una historia de superhéroes bastante divertida, que no da un respiro al lector y en la que Morrison no se acompleja (tampoco es que sea dado a ello) y da rienda suelta a todos los tópicos y convenciones del género, enorgulleciéndose de estar contando una historia de superhéroes. Eso sí, yo recomendaría y mucho leer o releer Final Crisis antes de enfrentarse a Multiversity y casi que también hacer lo mismo con Crisis en Tierras infinitas. Las referencias a estas obras (e incontables otras) son constantes, y aunque no es algo que entorpezca demasiado la lectura (pero uno puede despistarse demasiado si no sabe de dónde sale Nix Uotan), el saber de dónde sale cada cosa que Morrison introduce en Multiversity si que la enriquece bastante. Pero no solo conviene releer estos otros cómics ya que, como suele suceder siempre con Morrison, lo que parece ser la historia principal no es precisamente lo realmente importante y con Multiversity nos encontramos con un cómic que requiere que lo releamos más de una vez.
Una de las cosas que más llama la atención, aunque es algo sutil, son las constantes referencias que salpican este comic a los mitos nórdicos. Tenemos El Orrery (el satélite) que también es llamado Valhalla por ser el hogar de los héroes, la nave de Nix es la Ultima Thule, nombre que en la geografía medieval se le daba a todo aquello que estaba mas allá de las fronteras del mundo conocido y que originalmente se aplicaba (entro otros) a lo que hoy en día es Escandinavia y el propio nombre de Nix Uotan deriva de Wotan, el nombre germánico del dios nórdico Odín. Y eso sin olvidar que los primeros héroes que hemos conocido de Tierra-7 y Tierra-8 han sido Thunderer y Wundajin (anteriormente conocido como Wandjina) ambos versiones del Thor de Marvel. A que obedecen las constantes referencias a la mitología nórdica en todo lo que atañe al Monitor es algo que ahora mismo solo sabe Grant Morrison, pero conociéndole está claro que no son un mero capricho y se deben a algo más que a que tengamos un Ragnarök a la vuelta de la esquina.
También choca un poco encontrarnos con que Morrison en lugar de rescatar viejas tierras de DC o crear alguna completamente nueva, nos muestra que dos de las cincuenta y dos Tierras del nuevo Multiverso DC son versiones alternativas del Universo Marvel. Pero eso es algo que no choca tanto cuando nos damos cuenta de que los “Thor” de ambos mundos son diferentes y que uno va armado con un martillo de piedra (aunque también podría considerarse un hacha primitivo) y el otro con un hacha. Si, Morrison es tan retorcido que ha colado el Universo Marvel tradicional y el Universo Ultimate como dos tierras más del Multiverso DC, o quizás es solo que estoy viendo aquí lo que quiero ver, con Morrison es difícil diferencias estas cosas. Pero claro, cuando uno se mete en la web de DC, lee las descripciones de ambas tierras y lee que una es donde llego un dia como ningún otro en el que los héroes mas poderosos de la tierra se unieron contra una amenaza común y que ese fue el dia en el que nacieron los Ven…Retaliators, y la descripción de la otra tierra dice que era casi igual, que tenia un gran potencial, pero que ahora allí solo existe la muerte y la locura… ya no queda ninguna duda.
Y si hablamos de mensajes ocultos en la obra de Morrison tampoco podemos dejar pasar uno de mis momentos favoritos de este primer número y protagonizado por uno de los personajes que recupera en esta serie, el Captain Carrot/Capitán Zanahoria. Este clásico personaje, quien en su identidad civil de Rodney Rabbit es guionista y dibujante de la DC comics de su mundo, sabe que existe un multiverso y está convencido de que la ficción de un mundo es la realidad del otro, por lo que le encanta cuando un comic tiene un final feliz (y probablemente se ocupe de crear el mismo todos los finales felices posibles) No hay que leer demasiado entre líneas para reconocer al propio Morrison en esas palabras, alguien que pese a lo que a veces parezca a primera vista, ha demostrado una y otra vez a lo largo de su carrera ser un escritor bastante optimista. Y ya puestos alguien en la DC de nuestro mundo debería tomar nota de todo esto y recordar que un final triste y deprimente no hace un buen comic…
En resumen, que estamos ante un comic que vale la pena leer aunque solo sea porque durante los próximos meses vaya a ser de lo poco legible que nos ofrezca DC Comics. Valdría la pena incluso que aquellos que han optado por negarse a leer nada nuevo de DC, cof, Diógenes, cof, se salten su boicot y le den una oportunidad, que técnicamente son los capítulos siguientes de un comic de hace cinco años… Yo por mi parte voy a esperar con ansia el siguiente numero, que Morrison nos va a presentar a la Society Of Super-Heroes, los SOS, que me da a mí que van a ser una JSA mil veces mejor que la cosa esa rara que llevamos sufriendo desde que comenzó el New52…