Dan DiDio nació en 1958, y cuarenta y dos años después estaba escribiendo Superboy hasta su cancelación. Pero para llegar hasta ahí, Dan se había pasado veinte años intentándolo…
Y es que el propio DiDio llevaba desde 1978 intentando meterse en lo de escribir cómics, pero no había manera. Ni Paul Levitz ni Jim Shooter le habían aceptado sus historias, y probablemente le hicieron un gran bien al mundo del cómic manteniéndolo alejado. A finales de los 90 y con su trabajo en ABC en la cuerda floja, Dan intentó trabajar para Spiderman 2099, pero por lo visto Peter David tenía al personaje bien sujeto y no tuvo el detalle de dejarle entrar en el mundillo. Y así fue como fueron pasando los años y Dan por fín empezó a trabajar en Superboy…
Admitámoslo, el Superboy de los 90 tampoco es que fuera gran cosa. Creado por Karl Kesel y Tom Grummet en los 90 durante la Muerte de Superman, el Superboy postcrisis era un clon adolescente de Superman más interesado por la fama y la fortuna que por salvar el mundo. A lo largo de los ocho años que duró su serie regular el personaje no había conseguido cambiar gran cosa, pero gracias a guionistas como Peter David en Young Justice o Joe Kelly había empezado a madurar poco a poco. Kelly había empleado en el personaje el mismo músculo humorístico que ya había usado en el Masacre de Marvel, dandole historias totalmente desquiciadas que en ocasiones bordeaban el slapstick y que eran bastante agradables de leer. Su etapa acabaría poco después de Our Worlds at War, el crossover de DC en 2001 que no había conseguido atraer las ventas esperadas y que probablemente provocó los cambios directivos en DC, con lo que el número 94 sería el primer trabajo de Dan DiDio como guionista de cómics.
Toda la etapa de DiDio en la serie está coguionizada junto a Jimmy Palmiotti, el antiguo colaborador del por entonces jefe máximo de la competencia, Joe Quesada. Palmiotti demostraría con los años ser uno de los mejores guionistas que quedaría en la editorial, siendo su Jonah Hex y más tarde All Star Western una de las pocas series decentes del New 52. El Superboy de Palmiotti y DiDio empieza con una escena cómica que revela bastante del ADN de estas historias; Wonder Girl se esta desnudando para darse un baño de burbujas cuando, al abrir la cortina de la bañera, se encuentra que Superboy esta tirado en ella con revistas másculinas y comida basura. Humor fino marca de la casa DiDio…
Aunque para ser sinceros, este sentido del humor casi infantil ya lo mostraba el Divine Right de Jim Lee. El Superboy de DiDio mantiene ese humor y lo aleja totalmente de sus raíces Cadmus, convirtiendo a Kon El en el superintendente de una comunidad de vecinos. Y tirando de esa situación se pasará toda la etapa, con Superboy recogiendo la basura y haciendo chapuzas de fontanería mientras se pega con algún supervillano. Para el final de la etapa el edificio acabaría destruido por una bomba que ponía un tipo «para matar a Superboy y sus queridos huespedes». Tras una resolución tan chapucera, Superman hace acto de presencia y decide que Kon El sea adoptado por Ma y Pa Kent, dejándolo todo preparado para el reboot de Young Justice que serían los Titanes de Geoff Johns -y en los que Superboy duplicaría su estatura y perímetro pectoral, perdería por completo su antigua personalidad y sufriría un giro tremendamente soso en su relación con Wonder Girl-.
DiDio seguiría trabajando como guionista de forma esporádica en varias series (algún especial suelto, colaboraciones en Wednesday Comics) y regularmente en Outsiders, llegando a dejarlo por una larga temporada después de dejar Outsiders hasta la llegada de New 52, desde la cual ha hecho series como Omac, Challengers of the Unknown y cualquier cosa de Kirby que pudiera perjudicar. Sin embargo, su trabajo en Superboy no es su primera experiencia como guionista, porque en 1989 Dan DiDio vería su trabajo publicado con un relato corto en una revista de corta vida, «Tipper Gore’s Comics and Stories», serie creada por la industria musical como protesta contra Tipper Gore, esposa del por aquel entonces congresista Al Gore y principal activista en contra de la «violencia en la música». Lo cierto es que lo poco que he podido ver de la revista era discreto tirando a realmente malo, con contenidos más dignos de un fanzine que de una publicación profesional. La historia de DiDio, titulada «Child’s Play», se publicó en el número 4 de la serie, pero no he sido capaz de conseguir leerla para contaros cómo era el DiDio salvaje de finales de los 80. Desde ahí, su única relación con el mundo del cómic sería una colaboración sobre Mike Leeke (uno de los dibujantes de la Valiant de Shooter y los Elementals de Bill Willingham) para el número 6 de la revista Comic Book Week, una publicación a cargo de uno de los principales promotores de convenciones de cómics de aquellos tiempos.
Podría continuar esta serie hablando de la etapa de DiDio en Outsiders, Crisis Infinita y Final, 52, Countdown, la resurrección de Barry Allen y Hal Jordan… Pero creo que eso ya es historia muy reciente y que todos ya la conoceis, con lo que no tendría mucho más que añadir. Dan DiDio ha sabido hacerse fuerte en la editorial a base de arrimarse al superventas de la compañía -Jim Lee- y domesticar al guionista estrella de la compañía, Geoff Johns. Como gestor Dan DiDio ha demostrado ser tremendamente cortoplacista, consiguiendo éxitos inmediatos que no miraban a futuro -imposible que en su DC se lleve a cabo una historia a largo plazo como el Civil War/Siege de Marvel- y dando volantazos de última hora como la creación del universo New52 al final de Flashpoint. DiDio es el vivo ejemplo de por qué las editoriales de cómics las tiene que dirigir un hombre del medio y no un simple fan más preocupado de las ventas que de cualquier otra cosa.