Garth Ennis es un tipo del que en Brainstomping somos muy fans, War Stories, Enemy Ace, la Brigada de los Fusileros, Hellblazer, Hitman, Punisher, The Boys… y sobre todo Predicador (creo que debería ir planteándome ya la cuarta relectura de esta serie) El problema de Ennis es que en los últimos años ha ido alternando sus trabajos serios con los “alimenticios”, y desde que finalizo The Boys ya solo hemos tenido de los últimos. La mayoría de estos han sido en Avatar (esa editorial a la que los guionistas de comic van a matar sus neuronas) editorial con la que Ennis lleva muchos años colaborando y que nos ha proporcionado cosas interesantes como Chronicles of Wormwood (o el cómic que hoy nos ocupa) y horrores estiradísimos hasta la nausea como Crossed. Y con esta última tiene ciertos puntos en común el comic del que quiero hablar hoy, ya que también nos cuenta las desventuras de unos supervivientes en un apocalipsis zombi de infectados, pero no la clase de supervivientes que estamos acostumbrados a ver, ya que Rover, Red y Charlie no son personas sino perros.
Rover (un muy britanico y muy inteligente basset hound de mas allá del charco), Red (un gran setter con mas bondad y coraje que inteligencia) y Charlie (un perro lazarillo que adora ser útil a los humanos), son tres amigos cuyos dueños siempre les llevan al mismo parque y suelen jugar juntos. Pero la diversión y las comodidades desaparecen el día en el que “sucede algo” (la historia se nos cuenta desde el punto de vista de los perros y ellos no entienden que ha sucedido) y los humanos, los Fedders/alimentadores como les llaman ellos, se vuelven locos y comienzan a matarse entre ellos de forma brutal, dejando a sus mascotas obligadas a cuidar de sí mismos por primera vez en sus vidas.
Tras vagabundear por la ciudad y convencerse de que tienen que salir de allí si quieren salvar sus vidas, Rover, Red y Charlie deciden viajar hasta lo que ellos llaman el “big splash” (el océano) ya que piensan que allí estarán a salvo de la locura que ha afectado a aquellos que siempre cuidaron de ellos. Pero un viaje así no será fácil para tres perros domésticos a quienes siempre se les ha proporcionado todo lo que necesitaban y que no saben ni cómo alimentarse a sí mismos. El camino estará lleno de peligros y el viaje pondrá a prueba no solo la amistad de estos tres perros sino su capacidad para adaptarse a este nuevo mundo sin “alimentadores” que ellos, y el resto de fauna, han heredado por accidente…
Cuando vi anunciado este comic pensé que sería el enésimo comic de Avatar que da más pena que otra cosa (en serio, a veces cuesta horrores encontrar algo digno de leer, y cuando lo encuentras suele tener un dibujo pésimo) Encima los avances ya nos mostraban que aquello era otra de esas historias post-apocalípticas que tanto han estirado con Crossed (casi parecía estar ambientado en el mismo Universo pero no), pero al final la lealtad a Ennis pudo más y le di una oportunidad a este comic. Afortunadamente todas las dudas que pudiera tener desaparecieron al leer las desventuras de estos perros, porque Ennis ha conseguido aportar un punto de vista bastante original al tan manoseado “apocalipsis zombi de infectados”. Tampoco le ha quedado nada mal la forma de razonar y expresarse de la que ha dotado a los perros y demás animales, que les retrata a la perfección sin caer demasiado (un poco sí, pero eso era inevitable) en la humanización de los personajes. Y encima el dibujante, Michael Dipascale, ha resultado ser bastante cumplidor para ser de Avatar, y ha sido capaz de dotar de expresividad a los personajes pero de una forma realista teniendo en cuenta que son perros, y no ha caído en la caricaturización.
Se podría decir que estamos ante un comic que para disfrutarlo de verdad hay que querer a los perros, algo que el desalmado de Diógenes será incapaz ya que solo se quiere a sí mismo. Porque este comic es lo que dice el título del artículo, Ennis contándole a su público lo mucho que le gustan los perros y como son lo mejor del reino animal (y de paso recordarnos que los gatos son pequeñas alimañas sádicas) Algo que no debería sorprender a cualquiera que haya seguido la carrera de Ennis, quien siempre que ha podido ha reflejado en su obra el amor que siente por estos animales. Recordemos sino al pequeño Terror de The Boys o lo mal que le sentaba al Reverendo Custer el maltrato animal…
Así que si eres fan de Garth Ennis, te gustan los perros y tienes ganas de leer una visión diferente de esos apocalipsis zombi de infectados que han saturado comics, libros, videojuegos, cine y televisión en los últimos años, Rover Red Charlie es el comic que tienes que leer. Aunque, a pesar de haber disfrutado mucho con este comic, espero que Ennis decida pronto volver a realizar otra de esas series a largo plazo con las que tanto hemos disfrutado en el pasado.