De Dan Slott hemos hablado mucho por aquí pero siempre en relación con su trabajo en Spiderman. Pero hoy quiero hablar de otra serie que ha comenzado a escribir hace un par de meses y que poco o nada tiene que ver con el trepamuros, Silver Surfer/Estela Plateada. Acompañando a Slott en esta nueva serie tenemos a Mike Allred, quien como era de esperar aporta a la serie su inimitable sello personal no solo en el dibujo sino que su influencia se aprecia también en los guiones. Pero casi se podría decir que en esta serie hay una tercera “persona” implicada cuya influencia se nota casi más que la de Slott y Allred… el Doctor (Who)
Hace doce años, en un pueblecito costero, las hermanas gemelas Dawn y Eve Greenwood pidieron un deseo al ver pasar una estrella fugaz. Eve pidió el mismo deseo que su hermana, ver todo lo que existía y poder viajar a todas partes, pero luego cambio de opinión y deseó que esa estrella fugaz siguiese viniendo al a Tierra y que permaneciera en el cielo eternamente para que así todo el mundo pudiese seguir pidiendo deseos. Pero aquello no era una estrella fugaz, era Estela Plateada en su primera visita a la Tierra precediendo a Galactus sin saber que en su camino se interpondrían los 4 Fantásticos o que aquel viaje terminaría con su exilio en la Tierra y su encariñamiento por los humanos… pero eso es una historia para otra ocasión.
Una década y pico después Silver Surfer sigue buscando la redención e intentando perdonarse a sí mismo por todos los planetas a los que guio a su amo Galactus para que este los consumiera. La carga de todos esos mundos destruidos y vidas perdidas aun pesa demasiado en su conciencia y da igual cuantos mundos salve y cuanta gente le perdone sus pasados crímenes, nunca siente estar haciendo lo suficiente. Es por ello que cuando los emisarios del planeta Impericon, el lugar más asombroso de todo el universo, le piden su ayuda para evitar que una terrible amenaza les destruya él no se lo piensa dos veces.
Pero el líder de ese mundo, The Incredulous Zed, no es tan inocente como aparenta y para motivar al ex-heraldo a que les ayude, secuestra a una persona muy importante para Silver Surfer del mismo modo que ha hecho con todos los demás campeones que le precedieron y que murieron a manos de la amenaza que se cierne sobre su mundo, The Never Queen. Así es como Dawn Greenwood, aquella niña que hace años pidió un deseo al verle en el cielo, ha terminado prisionera en The Impericon, el único problema es que Silver Surfer no tiene ni idea de quién es ella…
Cuando este comic se anuncio estaba algo intranquilo, Slott y Allred son dos autores que me encantan, y aunque no me costaba nada imaginarme a este ultimo ilustrando las aventuras de Silver Surfer, tenía más problemas imaginándome a Slott escribiéndolas. Todo lo que he leído de él han sido sus comics de Spiderman, su Hulka y Su Cosa (bueno, y una miniserie de Doc Samson de la que prefiero no acordarme mucho) Todos eran personajes con los pies pegados al suelo que poco tenían que ver con las aventuras cósmicas que caracterizan a Estela Plateada, pero mis temores estaban infundados. Slott ha sabido encontrar una forma curiosa, y divertida, de enfocar esta nueva etapa de Silver Surfer, y no ha sido otra que convertirle en el Doctor (Who).
No es ningún secreto que Slott adora Doctor Who, de hecho si hay algo que adore en el mundo más que a Peter Parker eso debe ser la famosa serie de la BBC. Y aunque en principio ambos personajes no parecen tener nada que ver, Slott ha sabido encontrar sus puntos en común y explotarlos para bien. Tenemos a dos alienígenas inmortales que tratan de encontrar su lugar en el universo lejos de su hogar, que se han encariñado con la Tierra y sus habitantes y que ambos disponen de un medio de transporte único con el que mantienen una relación muy especial. Lo único que necesitaba Silver Surfer para ser del todo como el Doctor era una “companion”, papel que ahora ocupa Dawn. Y teniendo en cuenta como en el pasado Silver Surfer ya viajo en compañía de Mantis o Nova (Frankie Raye) queda claro que todo estaba ahí ya listo para que Slott lo “descubriera” y diera rienda suelta a sus pasiones de la forma más divertida posible.
Y si Slott parece estar disfrutando a lo grande, Mike Allred no se queda atrás. Esta serie le está dando la oportunidad de hacer lo que mejor se le da, soltarse y enajenarse como nunca. Mundos imposibles, paisajes surrealistas, incontables razas alienígenas a cada cual más extraña y mucho humor… Ahora mismo no se me ocurre otro dibujante más adecuado para escribir esta serie. Eso sí, cualquiera que haya leído su Madman se dará cuenta enseguida de que, al igual que sucedía en los FF que hizo junto a Matt Fraction (y que una desastrosa gestión por parte de Marvel nos privo de ver finalizada como debía), la influencia de Allred también en los guiones se nota y mucho, que no en vano él y Slott aparecen en los créditos de forma conjunta como Storytellers y no como dibujante y guionista. Pero como fan de Allred esto es algo de lo que no me pienso quejar, ya que funciona de maravilla.
Si, este All-New Marvel Now está provocando entre otras cosas que sigamos teniendo que aguantar series que provocan aburrimiento como los Vengadores de Hickman, una gestión editorial más propia de DC y que provoco que Fraction no pudiese terminar sus etapas en 4F y FF, o que han alejado a Jason Aaron de las series de mutantes (y como me lo quiten de Thor me voy a cabrear) por no hablar de que la franquicia de estos últimos de ahora mismo más pena que otra cosa. Pero también está sirviendo para que encontrar pequeñas joyas como este Silver Surfer (y unos cuantos más de lo que ya iremos hablando y recomendando) del que espero que como poco nos lo haga pasar igual de bien que Superior Spider-Man.