Este mes hemos tenido el regreso de dos personajes fundamentales en la historia de los mutantes de la Marvel. Por un lado hemos tenido el regreso de Rondador Nocturno/Nightcrawler/Kurt Wagner, que aunque es cierto que ya le habíamos visto volver a la vida en las páginas de Amazing X-Men ha sido ahora cuando ha vuelto del todo y protagonizando su propia serie. El otro regreso, y no menos importante, es el de Chris Claremont, quien tras pasar años contratado en exclusividad por Marvel para no hacer nada por fin ha conseguido que le dejen escribir algo. ¿Ha conseguido Claremont estar a la altura de las expectativas? vamos a descubrirlo.
Kurt Wagner ha regresado a la vida encontrándose con que la vida ha seguido sin él y que el panorama no se parece en nada a lo que el dejo. Se perdió el cisma de la Patrulla-X que separo a los seguidores de Ciclope de los de Lobezno y la creación por parte de este de la nueva academia de mutantes. Se perdió también el regreso del Fénix a la tierra y todo lo que ello supuso como la muerte del Profesor Xavier o el paso a la clandestinidad del hombre responsable de su muerte, su amigo Ciclope. Definitivamente el mundo ha cambiado demasiado para Kurt, pero desde que se unió a la Patrulla X su vida no ha sido otra cosa que cambios constantes y por diferentes que sean las cosas Kurt cuenta con la ayuda de la mayoría de sus viejos amigos para ayudarle a pasar este trance.
Y aunque aún tiene mucho en que ponerse al día y mucha gente con la que recuperar el contacto, hay alguien muy especial con quien no quiere perder más tiempo para reencontrarse con ella, su ex-novia la hechicera Amanda Sefton. Pero lo que debía ser el emotivo reencuentro de dos enamorados se ve interrumpido por el ataque de un misterioso cyborg que busca capturar a Amanda. Esta no tiene ni idea de porque la buscan ni que quieren de ella, pero sabe que debe advertir a su madre Margali por si ese misterioso atacante también va a por ella. Y estando en peligro las vidas de la mujer que ama y la mujer que le crio como a un hijo, Kurt no puede hacer otra cosa que ayudarla a localizar y detener estos ataques…
A mí la verdad es que no se me ocurre un escritor más apropiado para contar el regreso de Kurt a un mundo que ya no es exactamente el que recordaba, ya que podría decirse que en ese sentido personaje y autor están en el mismo barco. Claremont se ha pasado muchos años (demasiados) de brazos cruzados mientras en Marvel parecían tomarse su contrato en exclusividad como algún tipo de jubilación. Pero parece que por fin en las altas esferas se han dado cuenta de que era un desperdicio eso de tener a alguien del talento de Claremont sin hacer nada. Y como ya digo no podría ser alguien más indicado, ambos estuvieron en la “edad dorada” de la Patrulla-X, con el paso del tiempo se vieron relegados al banquillo y tras años de ausencia han regresado mientras tratan de ponerse al día, y de momento la formula no ha funcionado nada mal.
Como ya digo, de momento la cosa no ha empezado nada mal, a Claremont se le ve con ganas de volver a escribir, y ya desde la primera página con ese «My name is Kurt Wagner» nos deja claro que estamos ante un comic suyo. Y pese a que sus “años de gloria” fueron hace mucho, no ha perdido ni un ápice de talento a la hora de dar voz a sus personajes. Kurt es el de toda la vida, aquel joven alemán que huía de una muchedumbre que pretendía matarle y que con la Patrulla-X aprendió a aceptarse a sí mismo y a disfrutar de la vida y que incluso en sus momentos más sombríos sabe encontrar la esperanza. Pero Kurt no es el único que se beneficia del regreso de Claremont, en sus manos Rachel deja de ser una simple secundaria con poderes y vuelve a ser la que era, y si será un ataque descaradísimo a la nostalgia, pero ver a Kurt y a ella sentados hablando de sus viejos tiempos viviendo en el faro de Excalibur ha conseguido emocionarme y seguro que no soy el único.
Y no podemos olvidarnos del dibujante de la serie, Todd Nauck, que aunque algunos no le consideraban el más adecuado para esta serie, ha sabido estar a la altura. Es verdad que yo personalmente hubiera preferido contar con alguien como Alan Davis que eso si que hubiera sido un regreso a lo grande. Pero visto lo visto en este primer número no podemos quejarnos. Nauck ha sabido muy bien en quienes fijarse a la hora de dibujar a Kurt y esto se nota mucho en como este se mueve, pelea e incluso cuando sonríe. Es verdad que ese estilo algo “cartoon” que tan bien funcionaba en Young Justice aquí a veces desentona un poco, pero de momento tiene muchos más puntos a favor que en contra.
Solo nos queda esperar que el público responda y que no solo pueda desarrollar a su gusto las historias que tenga pensadas para Rondador, sino que esto no sea más que el comienzo de una nueva etapa en su carrera que le lleve a otros proyectos. Que viendo lo que está haciendo Bendis con los mutantes ahora mismo yo le cambiaba por Claremont sin dudarlo un instante.