Bob Harras VS Bill Jemas: El hombre que destruyó Marvel y masacra DC (parte 8)

Mientras Jim Lee por fín conseguía vender Wildstorm a DC Comics y Marvel tenía que racanear hasta las chinchetas, Bill Jemas empezaba a leer los cómics salidos de las oficinas de Bob Harras y a tirarse de todos los pelos de la cabeza: No se entendían. La joya de la corona que era X-Men había vuelto a las manos de Chris Claremont, pero los años no le habían tratado bien al patriarca mutante y las dos series seguían sin entenderse. El relanzamiento que paralelamente había llevado a cabo Warren Ellis tampoco había sido ninguna maravilla, con lo que Bill Jemas no estaba nada contento.

Jemas HarrasTic, tac, tic, tac…

La solución que se le ocurrió fue enormemente original e ingeniosa: Resetear. El Universo Marvel tenía que irse a hacer puñetas y empezar de cero, intentando contar historias que él, un absoluto profano, pudiera entender. Ni Quesada ni Harras veían bien ese reseteo, asi que Jemas empezó a planear una nueva serie de Spiderman que empezara desde el principio, una línea «Ground Zero» que avanzara paralela al estreno de las inminentes películas de X-Men y Spiderman. Para ponerla en marcha pidió a Harras que le sugiriera algún guionista que poner en «Ground Zero Spider-Man», pero Jemas quedó profundamente disgustado cuando los nombres que le dió Bob eran los de  Howard Mackie -guionista de Spiderman junto a John Byrne y al que todo el mundo tachaba de responsable de la deriva del personaje en aquel momento- y Scott Lobdell. Porque a pesar de todo, Bob seguía queriendo a Scott.

marvel_ultimate_universePues visto ahora, el universo ultimate no parece tan distinto de la Marvel de los 90…

Y pasó lo que tenía que pasar; Bill Jemas se acercó al chico de oro de aquel momento, Joe Quesada, y le pidió su opinión, que le sugirió contratar a un tal Brian Michael Bendis para Spiderman. Jemas encargaría a Harras el sacar adelante la nueva línea de cómics, que empezaría ese mismo año con Ultimate Spider-Man y Ultimate X-Men. La segunda serie era especialmente importante, ya que la película de Bryan Singer sobre el grupo se iba a estrenar a finales de ese año y el cómic debía estar en las estanterías para aprovechar el tirón. El problema es que la Fox adelantó el estreno seis meses y lo único que había en el kiosko de X-Men en aquel momento era… A un montón de desconocidos que se enfrentaban a otro montón de desconocidos que se llamaban los Neo.

X-Men 104 Neo Claremont MoviePoniendo el logo de la peli tampoco arreglas mucho…

No voy a contar todos los problemas que tuvo la segunda etapa de Claremont en X-Men. Los enfrentamientos entre Chris Claremont y Harras fueron muchos, y bien era sabido que el bueno de Chris, desde su regreso a Marvel, había llegado a escribir cómics que había firmado otro guionista -y es que la etapa de Alan Davis tiene bastante pinta de ello. Sin embargo, su regreso triunfal no fue tal, y su nuevo trabajo chocó frontalmente con el dibujo de Leinil Francis Yu. No es que Uncanny -la serie dibujada por Adam Kubert- estuviera mucho mejor, pero una serie con más personajes que la Legión de Superhéroes no era lo adecuado para atraer al nuevo lector recién salido de ver una película en la que sólo aparecían cinco o seis hombres X. Jemas seguía sin estar contento con Harras…

New X-men 114Aunque la solución tampoco era vestirlos de cuero, mamón.

Los intentos desesperados de Bob y sus editores por desvincularse del «fiasco X» fueron en vano, e incluso intentaron dar la imagen de haber contenido a Claremont, que claramente chocheaba o algo peor. Daba absolutamente igual, Perlmutter estaba harto de Harras, Jemas no le veía competente y Quesada -por fín- era nombrado editor jefe de Marvel a finales de verano del año 2000. Quedaba por saber que sería de Bob Harras, el hombre que para bien o para mal había aguantado todos los chaparrones. La nota de prensa que anunciaba el ascenso de Quesada lo mencionaba en una escueta línea en la que se revelaba que se esperaba «que Bob Harras continúe en la compañía como consejero editorial en proyectos de alto nivel».

bob harras breevort templeTemplo en honor de Bob Harras que mantuvo Tom Breevort en su despacho hasta 2010.

Y una mierda. Un año después, en noviembre de 2001, Bob Harras empezaba a trabajar como «contributing editor» -un puesto que a priori parecía meramente consultivo- para la Wildstorm de Jim Lee, que ya por entonces estaba totalmente integrada en DC Comics. Empezaba su carrera en la competencia…

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