Llega un momento en el que tienes que darte cuenta de que lo nuestro no puede seguir. Que, por mucho que yo haga buenos propósitos y me haga ilusiones, tu no vas a volver a ser la que eras. Que ya ha pasado mucha agua por el río, y que el tiempo no ha hecho que te vuelvas más guapa ni que nuestras conversaciones sean más interesantes.
Porque tienes que admitir que ya han pasado más de veinte años de los tiempos en los que tu eras la más guapa, la más misteriosa, la que iba de hipster antes de que hubiera hipsters. De repente, todo el mundo había olvidado que eras un bebé robado a tus legítimos padres, que maltratabas a todo el que se acercaba a tí y que usabas a la gente como si fueran kleenex usados. Casi todo lo que publicabas era mejor que todo lo que pudiera publicar Marvel, y cualquier otra cosa editorial que asomara la cabeza acababa mordiendo el polvo tarde o temprano; al final, el panorama del cómic americano siempre fue cosa de dos.
Pero hoy las cosas son muy diferentes. Las dos habeis envejecido, y mientras algunas tratan de hacerlo con dignidad -pese a acabar cayendo en el mayor de los ridículos-, tú te has obsesionado en que eras la de antes. En que el botox lo arregla todo, en que la silicona puede levantar cualquier cosa y en que la celulitis es algo que se cura con cremas. Lo siento, pero los años nos pesan a todos. Da igual que Didio o Lee te digan que no, da igual que Diane te lleve de paseo a las mejores fiestas de Hollywood y diga que pronto habrá una película de Wonder Woman, sabes que estás más cerca de los 100 que de los 20, y que los tiempos del BWAHAHAH no volverán.
Porque sí, estoy cabreado por lo que le habéis hecho a Maguire. Podía haber pensado en que a cada cerdo le llega su San Martín, que este era el año en el que por fín las cosas cambiarían, pero poco a poco tengo que reconocer que me estoy engañando a mi mismo tanto como lo haces tú. Y es que podría emborracharme y plantarme en el portal de tu casa, gritar lo puerca y lo guarra que eres. Ser otra vez el estereotipo machista con el ego herido, decir que porque tu no me quieres eres una furcia. Pero no, no voy a hacerlo.
Porque eres libre de hacer lo que te de la gana. Ni siquiera eres una persona, eres una pieza más dentro de un conglomerado empresarial que trata de sacar partido a todo lo que pilla. El cariño que se le pueda coger a unos personajes o a unas historias viene del trabajo de autores a los que -por lo regular- has tratado siempre como a basura, a gente a la que mantienes como rehenes por miedo a perder el dinero de su jubilación. Asi que hala DC, ahi te quedas. Sé que no eres muy distinta de Marvel, que Image esta plagada de hipócritas. Pero en un mundo en el que existe un Dynamite, un Avatar, un Thrillbent, una Dark Horse, un Valiant, un Boom Studios y hasta existen milagros como Panel Syndicate… Me la pela lo que hagas con Wonder Woman. Me la sopla lo que hagas con Batman, y respecto a los calzoncillos de Superman… En fín, por lo menos ten un detalle y devuélveselos a los herederos de Jerry Siegel.