En unos pocos años me he convertido en un ferviente admirador del trabajo de Rick Remender, y en el último año y pico ha vuelto a dar ejemplos de su bien hacer contando las aventuras de los Vengadores. Y es que paso a paso y por méritos propios Remender se ha ganado que sus Uncanny Avengers se hayan convertido, al menos para mí, en LA serie de los Vengadores. Porque por mucho que se suponga que Avengers y New Avengers son las series principales, esas en las que se desarrollaran las sagas importantes y demás, es Remender y no Hickman quien ha sabido hacer suyo el espíritu de los auténticos Vengadores.
Cuando esta serie comenzó su andadura aun tenía mis dudas, todo lo que había leído de Remender me encantaba pero el punto de partida, aunque interesante, me parecía algo extraño de entrada. Pero no tarde mucho en estar encantado con la idea de que tras los eventos de Avengers vs X-Men se formase un nuevo grupo que reuniese a miembros clásicos de Patrulla-X y Vengadores para tratar de apaciguar las relaciones entre ambos. Y es que por una parte teníamos a Vengadores clasiquísimos como el Capitán América, la Avispa, Bruja Escarlata, Hombre Maravilla y Thor trabajando codo con codo con Lobezno, Kaos, Picara y Fuego Solar, pero pese a lo poco habitual de esta mezcla la cosa ha funcionado de miedo.
Y si ha funcionado tan bien esta combinación de personajes tan importantes en la historia de ambas franquicias es porque Remender ha clavado algo que flojea en otras series, la caracterización. En Uncanny Avengers no hay nadie que esté fuera de personaje, no asistimos a un desfile de trajes de colores que se pegan contra algún monstruo enorme mientras pensamos que pintando los trajes de otras formas esos “personajes” podrían ser cualquiera. Kaos aun esta en parte a la sombra de su hermano y trata de alejarse todo lo posible de ella, dándonos una de las mejores escenas que he leído en un comic de superhéroes en los últimos años. Porque Remender se ha posicionado claramente en este debate artificial que ya duraba demasiado tiempo sobre la no-humanidad de los mutantes, pero también nos muestra a través de Picara la otra postura del mismo.
Y es Picara junto con Wanda otro de los grandes elementos de esta serie. Sus piques constantes acerca del “orgullo mutante” y el no haberle perdonado a Wanda el “M-Day” le están dando mucho juego a Remender, sobre todo cuando al mismo tiempo nos muestra a una Wanda que se ha cansado de pedir perdón por aquello (no estaba en pleno uso de sus facultades, es absurdo culparla de esa manera y llamarla incluso genocida) y que quiere ganarse de nuevo su lugar entre los héroes pese a las pocas simpatías que despiertes en alguno de sus compañeros como el caso de Picara. Y lo mejor para mí, ese Thor dispuesto a dar la cara por cualquiera de sus nuevos compañeros aunque eso suponga ponerse en contra de la Avispa o el mismísimo Capitán América. Podrá gustar más o menos, pero no se podrá decir que Remender no conoce a los personajes.
En cuanto al apartado gráfico, tras unos primeros números dibujados por un John Cassaday que siempre me ha parecido algo soso y al que no deberían volver a dejar rediseñar personajes, tuvimos un pequeño interludio a cargo de Oliver Coipel y ahora mismo tenemos la suerte de contar con el buen hacer de Daniel Acuña, quien casi ha conseguido hacer buenos los diseños de Cassaday (casi). Pero Acuña no va a quedarse indefinidamente y ya se ha anunciado que le va a sustituir Steve McNiven, por lo que tenemos asegurada la calidad gráfica de la serie.
Otra cosa que no quería dejar de mencionar, es que para todos aquellos que disfrutaron de la lectura de los Uncanny X-Force de Remender se encontraran con que Uncanny Avengers es en cierto modo la “heredera” de aquellos, ya que Remender ha decidido retomar algunos cabos sueltos que quedaron tras su etapa con los mutantes y encima ha conseguido que no desentonen con los Vengadores, uniendo aun mas ambas franquicias, que ya iba siendo hora de eso. Y por si no ha quedado lo suficientemente claro, recomiendo muchísimo la lectura de esta serie y de cualquier otra cosa que salga de las manos de este gran escritor.