Tengo que reconocer que cuando leí las primeras sinopsis sobre este comic me quede algo desconcertado. Sinceramente, eso de que el comic estuviese protagonizado por una superestrella del vóleibol femenino no me parecía lo suficientemente interesante, pero estando el comic escrito por Brian Wood pensé que valía la pena darle una oportunidad, aunque más que nada porque se trataba de una miniserie de seis números y no le daría tiempo a estirar la historia hasta el hartazgo…
Una vez más nos encontramos en un futuro no demasiado lejano. Los conflictos armados siguen asolando el mundo, las grandes corporaciones son más grandes y poderosas que nunca, la publicidad esta por todas partes y los gobiernos han exacerbado la pasión de la gente hacia el deporte hasta límites exagerados como forma de distraer a la población de los problemas reales, el famoso pan y circo. De entre todos los deportes el vóleibol femenino parece ser el deporte más popular del planeta, o al menos del hemisferio norte. Y dentro de este deporte no hay nadie más popular, más querida por las compañías que la utilizan como reclamo publicitario y más adorada por sus fans que Mara Prince.
Desde que Mara tenía dos años ha sido preparada para ser una estrella, un entrenamiento constante y una competitividad brutal entre ella y sus compañeras, para convertirla en la mejor del mundo, aunque eso supusiera renunciar a cosas como el ir a la universidad, tener amigos o disfrutar de una vida normal. Pero todo ese entrenamiento dio sus frutos y Mara ha conseguido que todo el país este orgullosa de ella, porque se ha convertido en la mejor del mundo. A sus diecisiete años es una celebridad mundial a quien todas las chicas del planeta quieren parecerse y parece que todo el mundo está feliz excepto ella. Pero todo cambiara para siempre, su vida y el mundo que la rodea, cuando durante un partido retransmitido a nivel mundial y con una audiencia de varios millones de espectadores el mundo sea consciente de que las habilidades de Mara igual son un poco más que humanas…
Si, no pensé que un comic protagonizado por una jugadora de vóleibol pudiese acabar resultando tan interesante, pero Brian Wood ha conseguido hacerme tragar mis reticencias iníciales. El mundo que ha construido Wood aquí, que no deja de ser una versión exagerada del nuestro, es muy atrayente. Las “marcas” y el ejercito son casi un único conglomerado que atrae a los jóvenes a participar en el deporte o a alistarse y que así la sociedad pueda seguir en su huida hacia delante sin que a la población en general le importe demasiado, porque después de todo es divertido ver los deportes en la tele… Y encima todo ello ilustrado por Ming Doyle, una artista cuyo trabajo no conocía hasta ahora y que me ha sorprendido agradablemente, con un estilo de dibujo que recuerda un poco al de Fiona Staples.
Yo tengo que declararme fan casi incondicional de Brian Wood, para es uno de los mejores escritores de comics en activo ahora mismo, pero tengo un pequeño problema con su trabajo, tiene la tendencia de llegar a ser en ocasiones terriblemente lento. En series como Northlanders o DMZ con arcos argumentales cortos y más o menos cerrados no tenia este problema, en Star Wars sorprendentemente lleva un ritmo bastante ágil, pero para leerse series como The Massive o sus Ultimate X-Men hay que armarse de muchísima paciencia.
Por suerte con Mara, al tratarse de una serie limitada, no le ha quedado más remedio que ir al grano y se agradece el cambio, aunque a falta de un numero para el final de la serie me he quedado con la curiosa sensación de que en esta ocasión hubiera preferido que la historia durase un poco más para poder seguir explorando este mundo y a su protagonista. Que no recuerdo ahora mismo que Wood haya mencionado nada sobre el tema, pero si Mara no acaba con un final cerradísimo espero que la recupere más adelante en una segunda miniserie. Y con este comic además tenemos la enésima confirmación de que a día de hoy Image es el mejor lugar para encontrar grandes comics de ciencia-ficción.